Shining eyes | Chanlix

✧ cuatro ✧

Chan volvió a sus clases de composición luego de haber pasado el rato en aquella plaza. A pesar de que había sido hacía pocas horas, aún podía oír la voz de aquella mujer en su mente.

"Cuando sacrifiques por amor, comienza a escribir"

No podía dejar de pensar en ello. Era demasiado extraño, y no sabía el por qué pero sentía que quería decirle algo importante.

Uno de sus compañeros y pocos amigos cercanos que Chan tenía, se sentó junto a él. Chan no se había dado cuenta de que estaba ahí hasta que este le golpeó el brazo en donde tenía apoyada su barbilla.

—Hey, ¿estás perdido?—Changbin comenzó a sacar su laptop mientras esperaba su respuesta.

—No logro escribir nada todavía—Dijo Chan decepcionado.

—Siempre soy muy bueno escribiendo canciones, y me salen muy fluido. Pero esta vez parece que se me secaron las ideas—Changbin lo miró extrañado. Pues era cierto, Chan siempre es muy bueno escribiendo canciones.

Siempre ha sido una persona con puntos de vista interesantes, sobre todo con temas de la sociedad. Hasta una de sus letras causó polémica en la universidad. ¿Como no le salía una canción?

—Yo tampoco he podido hacer mucho. Pero en mi se entiende, no soy muy afectivo. En ti es raro.

Changbin siguió rebuscando entre carpetas en su laptop buscando algo.

—No sé porqué no consigues una novia, hombre hay muchas chicas lindas por ahí.

—Lo sé, pero me es difícil. Me refiero, encontrar a alguien indicado. Tampoco quiero ir buscando en cualquier lugar, se supone que debe darse en el momento indicado—Dijo Chan mirándolo con cansancio.

—¿Y el momento indicado no es ahora?

—Lo dudo—Chan chasqueó con molestia. Siempre era así, no muy optimista.

—Bueno, yo tampoco he querido buscar. Pero esta vez amigo mío, resulta que me han buscado—Changbin volteó con una sonrisita muy orgullosa y volteó la pantalla de su laptop hacia Chris.

Era un correo enviado por una discográfica.

En el correo le hablaban que habían leído varias de sus letras y que estan interesados en trabajar con él. Chan se sorprendió muchísimo, a pesar de no ser una gran discográfica era una gran oportunidad.

—Esto es increíble—Chan siguió leyendo el correo mientras sonreía. Changbin había puesto sus brazos detrás de su cabeza mientras asentía.

—Es el poder del swag—Chris rió ante eso. Terminó de leer y le pasó su laptop.

—¿Vas a aceptar?

—Tenía planeado no ser tan complaciente, no aceptar de una vez y darles lo que me pidan. Voy a pedirles un mes de prueba, y que sea pago.

—¿Y luego?

—Si me gusta me quedo. Además estoy seguro que allí no tienen nada mejor, si voy yo prácticamente seré un héroe. Podré incluso pedirles a mis amigos que se unan a mi equipo y levantar la compañía.

—Eres un visionario, pero uno muy inteligente.

—Si algún día llego a tener mi propia empresa tu y yo seremos jefes. Imagínate todo lo que podríamos hacer ¡Nuestra música sería de ayuda para muchas personas!—Changbin estaba realmente emocionado, y ciertamente era una buena oportunidad para empezar.

Ambos tenían ideas muy parecidas, después de todo son amigos por algo.

Ellos conocían muy bien lo difícil que la vida puede ser para algunas personas y ser de ayuda para alguien, en lo más mínimo sería para ellos un sueño hecho realidad.

Pero tampoco pueden tener grandes expectativas, ya que si no fuera como esperan todo podría venirse abajo.

Más compañeros empezaron a llegar y junto a ellos llegó el profesor. La clase comenzó como siempre hablando sobre programas nuevos de edición de audio, y alguno que otro sobre edición de vídeos.

Mientras cada quién continuaba con sus propias pistas, Chan seguía con su lápiz en su mano balanceándolo de un lado a otro en busca de respuestas. En su búsqueda se quedó mirando por la ventana un rato, y empezó a llover.

Se fijó en el camino que trazan las gotas en el vidrio, como si fuera una serpiente. Sólo que esta no significa nada amenazante, más bien era relajante verlas descender.

Decidió escribir sobre eso, iría escribiendo textos al azar hasta obtener algo con que complementar.

De pronto la lluvia cesó y un sol brillante apareció por la ventana, los rayos de luz daban en su mesa.

Decidió tratar de tocar ese rayo de luz con su dedo y automáticamente sintió algo tibio. La sensación pasó desde su mano hasta su brazo, bajando por su costado hasta que después de recorrer su estómago se situó en su pecho.

La sensación de calidez era muy satisfactoria, es como si una capa lo hubiera envuelto.

Tocó ahí, en donde la sensación de calidez se había situado, cerró sus ojos unos instantes y logró escuchar muy a lo lejos una pequeña voz que no logró entender.

Pensó que era alguien de la clase, así que abrió los ojos pero de pronto ya no estaba en su salón de clases. Estaba sentado frente a un río en un campo verde, tal como lo pintan los cuentos de hadas.

Se levantó y comenzó a caminar por el pasto asombrado viendo todo a su alrededor. El sonido del agua corriendo, mariposas yendo una tras la otra, el aroma a libertad en el aire.

Estaba feliz, era como si sus preocupaciones se hubieran esfumado en un dos por tres.

Continuó caminando, y se acercó a unos arbustos con lindas flores y abejas sobre estas. Las tocó un poco y después de seguir el camino de estos arbustos encontró el final del río.

Era un precipicio altísimo, no se dio cuenta a la altura a la que estaba. Vio hacia abajo y pudo divisar como barcos se hundían, había mucho humo y podían oírse gritos a lo lejos. Allí abajo todo era gris, hasta parecía que no estaba en su época.

En ese instante pensó.

—¿En dónde carajos estoy?

Una ráfaga de viento comenzó a soplar y nubes se hicieron presentes, era tan fuerte que la fuerza de esta lo empujaba más y más hacia el precipicio. Intentó correr pero de pronto sus piernas no se podían mover.

Sentía mucho miedo.

Justo cuando tuvo un pie en la orilla, despertó.

Chan levantó su cabeza poco a poco del mesón. Aún estaba en el salón.

Volteó y Changbin seguía ahí con sus audífonos, igual que todos los demás trabajando en lo suyo.

¿Había sido un sueño?