Jack se acercó hacia la puerta.
-¿llamo a la puerta?
-si, como más piensas entrar.
Río. Se acercó a mí y me tomo de la mano.
-no me gusta que me tomen de la mano, y mucho menos después de lo que paso en el parque contigo.-le arrebate mi mano.
-no seas tan agresiva, solo no quería que te miraran raro, eres linda.
-no soy…no soy linda, además como no me van a mirar raro contigo de la mano.
-jajajajaja.
-sabes algo solo llama a la puerta ¡ya!
-cálmate no te pongas frenética.-dijo exagerando el acento.
-frenética…no estoy frenética, solo el sol me está encapuchando el rostro casi dejando me ciega.
-jajaja, además estas exagerada.
Lo aparte de mi camino con las manos.
Me acerque a la puerta y gire la perilla.
-fabuloso está cerrado.
-seguro salieron.
-no lo había pensado.-respondí con sarcasmo.
Me miro con enojo entre cerrando los ojos e inclinado la cabeza hacia un lado, mientras cruzaba sus brazos.
-¿nos sentamos a esperar?
-si.-responde sentándose en el caliente piso de la entrada.-toma asiento.
-no, ese piso está muy caliente, después me rostiza…
-¿qué? el trasero.-ríe.
-¡no! Las piernas.
-ahh bien, solo siéntate en el pasto.
-el pasto de me produce piquiña.
-¡JODER! Eres demasiado problemática y complicada.
-sí y tú eres un pesado.
-por lo menos no soy tu.
(Ese comentario me dolió)
-sí, tienes razón.-agache mi cabeza.-tienes suerte de no ser yo.
Me mira cegado por la luz que entra en sus ojos azules, los rayos eran tan intensos que sus ojos se tornaban grises.
-no, ser tu no es malo, en cierta parte eres única, eso te hace especial, no eres el prototipo de chica actual.
-¡cállate! ya no intentes arreglarlo.
-bien, entonces sufre.
-¡ya lo hago!
-sí, eres rara y esas cosas que dices de tus 80’s son ridículas, quien no sufre reprimiéndose en sueños y anhelos tan absurdos como los tuyos.
No pienso responderle…
Me gire y camine hacia la parte de atrás de la casa, él no me siguió.
Me apoye en la pared sosteniéndome con la espalada, mire hacia el sol; es tan grande, brillante, majestuoso, único y hermoso. Yo no soy como el sol, soy tan opaca como la noche, tan callada como la lechuza, tan tonta…sobretodo tan irreal, eso detesto de mí; quisiera ser como el sol, tan única como el, quisiera ser un sol…seré el sol de la novena galaxia.
-¿Jayne?
-¿mamá?
-¿qué haces allí?
No sabía de donde me estaba hablando hasta que descubrí que estaba en la ventana de arriba. Gracias al cielo no estaba pensando en voz alta o el asunto hubiese sido muy vergonzoso.
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tal vez si no te hubiera conocido ©
Lãng mạnJayne Koenig Castle una simple chica, con gustos escasos en su actualidad..