tal vez si no te hubiera conocido ©

8

-Jayne ábreme esa puerta.-grita mi mamá mientras toca mi puerta como una desquiciada.

-¡que!-respondí abriendo bruscamente la puerta.

-ya es hora de que...¿ya te despertaste?

-sí.

-bien baja a tomar tu desayuno, Marc te va a llevar a la escuela.

Salí de mi habitación y baje las escaleras.

-hola Jayne buenos días.

-qué hay de buenos Jack.

-ya sé que para ti nada.

-eso es bueno, es bueno que te aprendas mi rutina de saludos que por cierto se modificó el día en el que ustedes se mudaron a esta casa.

-¿y cómo era tu rutina de saludos?

-no había una, a veces llegue a pensar que era lo único no rutinario de todo mi día era la mañana por eso la parte favorita de mi día era la alborada, pero ahora ya no se cual es.

-¡Jayne! Hoy no tienes que ir a la escuela, estas en la semana libre.-grita mamá de repente.

-¡que!

-Uush sí que tiene que ser horrible despertarse a las 5:00 a.m. por nada.

-no...!que¡ más tiempo con ustedes, iré a la escuela así sea a mirar la puerta cerrada.

-¡eso es grosero!-dice Marc.-sabes que es más grosero, haber hecho que me levantara a las 4:00 a.m. por nada Janelle.

-lo siento.-grita desde arriba.

Me acerque al sofá y tire mi maletín a donde se desmoronara primero; luego yo me eche al sofá.

-¿y qué piensas hacer hoy?

-no sé.

-porque te gusta tanto estar en la escuela.

-en realidad no es que me guste, pero estar aquí es aburrido y todos ustedes me parecen impertinentes y tediosos, estar en la escuela me da algo diferente, ella rompe con mi monotonía, porque mis compañeros no son aburridos yo me divierto mirando lo que hacen y son desordenados, eso me divierte, aunque yo no me uno físicamente me uno inmaterialmente aportando una vibra de euforia, en mis pensamientos, en mi mirada, en mi sonrisa, en mis sentimientos momentáneos, en el ambienté que comparto, me emociona mirarlos actuar. Puedo caminar mirar las personas, cada día entender la complejidad de aspavientos, entender su vida, mirar sus rostros reconocer su forma de ser, mirar los animales del piso (pero claro lo hago sin que nadie me pille, porqué que dirían además de que casi nadie me conoce también hablo con los insectos), extasiarme con los libros de la biblioteca que cada día me lleva a un nuevo espacio, hablar con Cody.

-wow hablar con Cody, acaso él te gusta. Yo creí haber escuchado que él estaba saliendo con Nicols Stanley, que por cierto tiene nombre de niño.

-1) no me gusta, 2)Stanley es una chica de color.

-ellos son el Yin y el Yang.-lanza una risa.

-"el día no se puede vivir sin la noche, igual que la oscuridad no existe sin la luz."-musite.

-¿qué?

Mire a Jack.-nada no es nada.

-okay.

-¿acaso eres racista?

-no lo sé, no me llaman la atención las mujeres de color.

-al parecer a cody sí.

-sí, sus novias la mayoría son de piel oscura.

-¿cuantas novias ha tenido?

-cuatro chicas y tres han sido de color.

-no les llames así, me molesta porque suena racista.

-lo siento.

-gracias.

-¿lo ves?

-¡que!

-estas actuando dulce, así deberías ser generalmente.

-tal vez, yo no sé cómo soy.

-puedo hacer un aporte.

-no.

-bien, eres rara pero hablas de una manera muy apasionada, además cuando hablas poéticamente suenas sexi.

Me enrojecí.

-gracias.

-no me agradezcas.

-bien entonces no lo hago.

-no era necesario que dijeras nada.

-pero después se iba a finalizar la conversación.

-esa era la idea, pero por lo que estoy notando la conversación aún sigue en pie.

-si, tal vez si no hubiese agregado lo dicho la conversación se hubiera dado por terminada.

-¡eso es!

-que...no estoy entendiéndote.

-yo quería terminar la conversación.

No respondí.

El miro hacia atrás y se levantó de la silla, camino hasta la cocina y se me perdió de la vista.

Ayer el llego muy tarde, según lo que escuche estaba con sus amigos, ¿dónde? No sé. Todo lo que mamá platica con Marc se escucha en mi cuarto por dos razones, 1) Marc habla muy fuerte, 2) mamá cree que habla bajito; a veces desearía no escucharlos.

Me levante del sillón y me dispuse a cambiar mi ropa.

♥♥♥♥

No es justo, simplemente no lo es...

¿Es justo con migo? Acaso es justo que yo tenga que padecer esto.

Desde hoy todo se convertirá en un conteo regresivo, para al final meramente desaparecer, desaparecer y ser... quiero decir, no ser nada.

Seré algo...

Ya no tengo tiempo para ser nada; tal vez si para hacer algo pero no para ser nada, no soy ni seré nada ni nadie.