11

58 8 8
                                    


Ya estábamos a las afueras de Welche, me sentía cada vez más y más cansada.

-te...te sientes bien.

-no, estoy algo agotada, deberíamos parar y comprar algo de tomar.

-bien.-dice parando la bicicleta con los pies.

Yo me detengo también y la dejo junto a un árbol frondoso, con hojas muy verdes.

-qué lindo esta este lugar.

-en verdad sí.-respondí.

Mire hacia atrás de mí y contemple a lo lejos esas imponentes montañas que por poco y no podía observar su cima.

-recuerdo este lugar.-agacho la mirada y echo detrás de la oreja un mechón de cabello.

-sí, ¿qué hiciste en este lugar?-dice sentándose en la hierba.

Camine hasta él y me senté a su lado...

-nada, tan solo pase por este lugar y me quede admirada con todo esto que vi.

-si está bastante bueno.-echa los brazos detrás de la cabeza y se acuesta en el verde pasto.

-mucho.-dije casi susurrando.

Me levante y comencé a caminar más allá de la carretera alejándome de Corey que se había quedado sentado cuidando las bicis.

Estaba totalmente rodeada de naturaleza, tal y como me gusta. Mi nariz podía respirar ese aroma fresco y limpio lleno de olores y sabores a colores que envolvían mi ser, el viento recorría mis brazos y revoloteaba mi camisa. Y me sentí libre, tan libre de ser quien soy, de pensar en lo que quisiera, de hacer lo que quiera, de correr sin un final, de conocer sobre quien soy, de andar al desnudo y sentir la fría brisa que recorrería mi cuerpo y luchaba con mí melena para entrar en ella, libre de amar sin límites, de decir lo que quiera y por ultimo tan libre que finalmente pueda hacerme una sola con el mundo.

El pasto me rozaba hasta las rodillas, había desniveles algunas zonas más largas que otras, pareciera que han estado personas cortando el césped de esta zona.

Largo mi vista hacia el horizonte y logre ver algo que se movía.

-¡Corey!-grito fuertemente con algo de temor.

Me giro rápidamente y corro hasta donde él se encuentra.

-Corey allá hay algo, lo vi moverse.

-vámonos.

-¡no! Veamos que es.

-no, estás loca, y si es un animal peligroso.

-no es un animal tan grande.

-no pretendo arriesgarme.-se levantó y recogió las cosas.

-bah cobarde.

-no, solo quiero vivir.-dice sentándose en la bicicleta.

yo agarro la mía y me subo en ella, sin pensarlo dos veces despegue hasta donde había visto eso moverse.

Note que él no se había dado cuenta hasta que estaba ya muy alejada.

-¡Jayne!-lanzo un grito.

Lo mire y reí.-no pienso regresar.

Frene y espere a que él se acercara a mí; el acelero y llego rápidamente al lugar donde me encontraba.

-¡que te está pasando eh!

-no pienso regresar.

-no vamos a regresar, pero que haces siguiendo a eso lo que sea que viste.

tal vez si no te hubiera conocido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora