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Suspects

En medio del espeso bosque la gente estaba alrededor del lugar, detrás de una cinta acordonada que les impedía el paso. Había varias patrullas estacionadas mientras otros policías interrogaban a la gente que estaba más cerca. Sobre todo a los padres del chico, quienes parecían estar en estado catatonico

Los autos de los jóvenes llegaron para hacer que el resto de la gente quien ya comenzaba a murmurar, volteara a lanzarles una mirada intensa, pero todos parecían llenos de miedo y angustia

Todos bajaron de sus respectivos autos, todos mantenían la cara de preocupación y ansiedad. Excepto Jessy, quien caminaba hacia los oficiales pavoneando sus torneadas piernas descubiertas por su falda corta y sus pechos rebotaban en su escote. Una escena que hacía que todos, sobre todo los varones, voltearan a verla boquiabiertos

—por favor dime que tu y tus amigos no están involucrados en esto— dijo Hopper acercándose a su sobrina poniendo una mano sobre su cien

—¿por qué deberíamos estarlo?— sonrió pícara mientras a su espalda venían los demás

—tendremos que interrogar a cada uno, así que mis compañeros se encargarán de hacerlo— suspiro bajando su mirada a Jessy, quien parecía aburrirle la situación —yo comenzaré contigo, y tu amiga— señaló a la rubia de anteojos que estaba parada al lado de Billy

El cadáver había sido llevado a la morgue desde temprano para evitar que la gente lo viera. Pero la escena aún estaba rodeada y se alcanzaba a ver manchas de sangre seca por todo el perímetro

—ayer llegaste por la madrugada a dormir— dijo Hopper molesto

—ya te dije, ayer fuimos todos juntos a starcourt pero al irnos cada quien tomó su propio camino, Billy fue amable de llevarme a casa de Madi— su cuartada parecía muy bien planeada, no parecía que la estuviera inventando apenas en el instante, movía su boca con toda seguridad y ni si quiera era capaz de titubear. A diferencia de Madi, que parecía querer incluso temblar del miedo, no podía mover bien la boca y sus ojos veían cualquier cosa menos los ojos de Hopper

—¿Billy? El rubio del camaro— aseguró girando para darle una señal a su compañero que estaba a unos metros de el interrogando al rubio y al pecoso

El oficial asintió con su cabeza, le dijo algo a Billy y este comenzó a caminar en dirección de Hopper para llegar y recargar un brazo sobre el hombro de la Pelinegra, que lejos de molestarle volteo a verlo con una mirada seductora que prendio de inmediato al chico que hizo que Hopper frunciera el ceño

—mi sobrina me dice que llevaste a ella y a su amiga ayer por la noche... Billy... —dijo haciendo énfasis en la palabra sobrina

—Billy Hargrove— respondió con seguridad volteando a ver el rostro molesto del oficial —si, ayer por la noche me pidieron que las llevara a casa de.... ¿Como dijiste que te llamas?— preguntó el rubio señalando a la chica de anteojos

—Madi— respondió con miedo

—¿y que hiciste después?— preguntó

—fui.....

—¡se quedó con nosotras unas horas más!— respondió Jessi, interrumpiendo al chico por si se le ocurría decir que se había ido luego luego del lugar arruinando el plan y desenmascarando que si habían ido al bosque varias horas

—¡si!— asintió el chico sobresaltado —vera, supongo que usted es el nuevo tutor de Jessi, y debe saber que quiero invitarla a salir— sonrió cautivador, intentando manipular a Jim

Hopper vio a los dos chicos y lanzó un suspiro ya que no encontraría pistas ni sospechas entre una bola de niños bonitos y ricos que lo único que pensaban era en fornicar. A excepción de Madi

—entonces Madi, a que hora se fue Billy de tu casa— preguntó dirigiendo su vista a la nerd

La rubia se sobresalto un poco al escuchar su nombre, comenzó a sudar de sus manos mientras observaba el rostro de Jim Hopper e intentaba calmarse

—no recuerdo, yo ya tenía sueño asi que no vi el reloj— no entendía como Jessi o Billy eran capaces de no estar nerviosos, metían tan perfectamente que cualquiera les creería. Pero ella no podía simplemente

—se fue más o menos....

—le pregunté a Madi— la interrumpió Hopper sin despegar sus ojos de la rubia

—se fue tarde, realmente no recuerdo por qué...

—pareces nerviosa, ¿acaso ocultas algo?— preguntó

—no, sólo que, no lo sé, no puedo, yo....

—¡esta bien, lo confesare!— also su dulce voz la Pelinegra haciendo que todos alrededor voltearan, sobre todo los chicos asustados que parecían darle miradas asesinas —la verdad es.... —volteo a ver a todos los chicos quienes le rogaban con la mirada que se callara —la verdad es que Madi esta nerviosa porque me esta incubriendo tío, Billy si nos llevo a su casa, pero solo la dejamos a ella y nosotros dos nos fuimos a otro lado—

—¿a dónde?— preguntó serio

—fuimos a fornicar— dijo con toda la calma del mundo provocando incomodidad en los ojos de su tío y una sonrisa burlona en el rostro de Billy

Todos quedaron viéndose los unos a los otros estupefactos hasta que Tommy y Carol comenzaron aplaudir y felicitar al californiano que había conseguido lo que muchos habían anhelado y jamás habían conseguido. Ni si quiera Harrington, aunque Brad estaba más molesto, no reía ni sonreía, la sangre le hervía

—es verdad, no quería meterla en problemas— dijo Billy rodeando con su brazo la cintura de Jessi

El entrecejo de Hopper estaba totalmente arrugado, no sabía porque estába tan molesto, si porque su sobrina hacía lo que quisiera sin pedir permiso, porque el sujeto frente a él le daba mala espina, o porque no había conseguido nada sobre el caso con esa bola de hormonas andantes

Volvió a tallar su cien con fuerza cerrando sus ojos y resoplando su nariz

—se pueden ir— dijo

Todos los chicos sonrieron felices pero su rostro de inmediato cambió cuando fueron con la madre del chico para darle sus condolencias

—¿por qué mentimos?— preguntó Madi susurrando a Jessi

—ya lo dijo Brad, nos culparan a todos, no se si lo sepas Madi, pero nuestro grupo es problemático— suspiro

—aún así....

—ya basta nerd, todos quedamos que no hablaríamos de lo que sucedió ayer— respondió enojado Brad cruzando sus brazos

En realidad a Jessi era a la única que le convenía seguir manteniendo esa cuartada. Y tenía suerte de tener amigos tan asustadisos como para mentir con ella, así nadie la involucraría en el asesinato, y nadie se daría cuenta que en realidad fue ella la que decidió darse un festín con su pobre amigo.

LOVING HELL [ Billy Hargrove] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora