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Ritual

Billy no sabía si realmente debía seguir al pecoso de su amigo. No le interesaban en lo más mínimo esas cosas de niños, mucho menos creía en eso, pero Tommy lo había llamado marica frente a todos y su orgullo era de un tamaño descomunal como para no defenderlo

Tres autos pararon en el bosque de Hawkins, lejos del pueblo con la luna nueva a tope alumbrandolos, pero confiaban más en sus lámparas de baterías, todos bajaron de sus respectivos autos sintiéndose valientes, otros hacían aullidos para espantar a las chicas y ellas sabían bien como actuar asustadas

Jessy bajo del auto respingando, no tenía la menor intención de ocultar su fastidio hacia sus amigos

—creía que Hawkins había evolucionado gracias a Starcourt pero veo que siguen siendo los mismo ridículos pueblerinos— dijo sacando un cigarro de su chaqueta

—en realidad sería divertido si hubiera completa oscuridad— el rubio del mullet le quito el cigarro de sus labios para encerlo y fumarlo él — así podría tener un momento con contigo— río dejando ver como las mejillas de la pelinegra se ponian un tanto rojas a pesar de la noche

—vamos Jessy no seas aguafiestas— dijo un chico

Se encaminaron a unos cuantos metros lejos de sus autos, tampoco pretendían ir muy lejos, por mas valientes que quisieran verse seguían siendo unos jóvenes llenos de miedo

Se encontraba ahora en un bosque horrible con un terrible séquito de personas. A excepción de Madi, y quizas Billy. Muy en el fondo le gustaba su compañía. Y no sólo por ser un atractivo californiano con un cuerpo de impacto

Algo en él hacia que ella se sintiera demasiado interesada

—solo dejen las linternas encendidas y siéntense en círculo— dice el pecoso

—Dios, quien dijo que hacer esto era divertido— suelta la pelinegra cruzando sus brazos

Imitando a los demás, deja caer sus muslos sobre el césped colocandose a un lado de Hargrove y Madi. Ella podía ser la más engreída del lugar, o al menos eso aparentar, pero tenía un miedo irrefutable a la oscuridad

—yo empezaré primero— río Tommy tomando la tabla y colocándola en el suelo, como si realmente supiera lo que hace y no solo porque imita lo que vio en una pelicula —mi nombre es Tommy, y si hay algún espíritu que quiera acompañarnos para divertirnos, que se presente— vuelve a reír al ni si quiera creer en sus palabras

De inmediato todos guardaron silencio, sin despegar sus ojos de la tabla y las manos del pecoso que sostienen la aguja de madera, esperando que se moviera sola

LOVING HELL [ Billy Hargrove] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora