cap.7

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Dormí. al día siguiente mi madre me despertó para ayudarla a arreglar la casa. Haria una fiesta con los amigos de su trabajo. la casa estaría llena. Me puso a limpiar la casa mientras ella compraba con Kurt las botanas y bebidas.

Paso una hora y media. Mi madre entro a la casa con cuatro bolsas en la mano. Y kurt entro después con las bolsas más pesadas.
-amor me iré a bañar regreso a las 8. Te amo-. Dijo Kurt,… ok escuche bien, le dijo te amo.
-bien ya vete, acá te espero- se besaron con pasión. mi madre tuvo esa sonrisa por mucho rato. Hasta que decidí acercarme a ella y hacerle una pregunta que acabaría con ese momento feliz. Por algún maldito motivo no quería verla feliz, no alado de Kurt. Quiero creer que no son celos, que solo es que Kurt es un maldito mujeriego y no la merece, pero luego quiero que eso me de igual y no lo consigo. ¿Qué pasaría si mi padre regresa?..
-sé que no te gusta que pregunte pero ¿porque se marchó mi papa?- le pregunte mientras la ayudaba a sacar todas las cosas de las bolsas.
-Victoria, creo que ya hemos hablado de eso, mejor ayúdame a lavar los platos quieres.- sus ojos de movían hacia diferentes lados evitando mi mirada. 
-ya lo he lavado, mama. Podre estar en la fiesta o prefieres que no esté.- le pregunte mirándola a los ojos.
-me encantaría que estuvieras-me sonrió, eran las 6:24. subí a mi habitación a cambiarme. elegí un vestido rojo ajustado con aberturas en la cintura y unas zapatillas de tacón alto negro. Deje mi cabello suelto y me maquille solo un poco. El timbre sonó, nadie había.
-mama, ¿no abrirás?- me acerque a su habitación
-aun no me cambio, puedes abrir tu por lo mientras.-dijo del otro lado de la puerta.
Fui a abrir, Kurt al verme rodo los ojos en forma de fastidio. Lo deje entrar y me senté en el sillón. El no dejaba de verme, la situación comenzó a molestarme. Le marque a James.
-James puedes venir-le dije
-Claro pero que pasa-me pregunto
-mi mama hiso una fiesta con sus amigos y no quiero estar sola.-le avise
-Bien pero tal vez llegue tarde. y tengo algo que decirte hasta al rato.-dijo James
-si no hay problema
Colgué. Kurt sonreía con malicia y negaba con la cabeza.
-¿qué?-le pegunte.
-tu novio no vendrá, tiene mejores cosas que hacer- me dijo. Antes de poder responderle el timbre sonó. Estuve abriéndole la puerta a muchas personas hasta que mi madre bajo. Se veía hermosa de verdad. Por alguna razón estaba nerviosa, tal vez era porque James no llegaba. Comencé a beber trago tras trago. Fui a la cocina por bocadillos pero solo termine bebiendo más. 
-que pasa, James no vendrá- Kurt estaba a mis espaldas. Agarro mi cadera y me pego a él. Me trague el gemido que estaba por dejar salir. Agarre sus manos y las aleje de mí.
-Déjame ayer te dije bien las cosas, no me dejaras opción le diré todo a mi mama.-
-yo ayer también te dije algo, que en algún momento bajaras la guardia, dime victoria ¿cuantos tragos te faltan?-. Salí enojada de la cocina y me senté en un sillón. Le mande mensajes tras mensajes a James y el no respondía. Me comencé a sentir mareada. Kurt me miraba sin disimulo y es que mi mama estaba ocupada con sus amigos. de repente lo perdí de vista. la luz se apagó al igual que la música. encendí mi lámpara del celular
-¿qué pasa?- se preguntaron muchos
-iré a revisar tranquilos-dijo mi mama desde algún sitio.
Kurt apareció enfrente mío, tapo mi boca y agarro mi celular. Me llevo a mi habitación y me acostó en la cama, cerró la puerta. Se subió encima de mí, acaricio mis piernas y las apretó fuerte. Beso mis pechos. quería alejarme. Todo en mí se resistía, solo una pequeña parte de mi decía que aquello estaba bien y aparecer esa pequeña parte estaba ganando.
-déjame ya basta-le dije. el metió una de mis manos en su pantalón. Sentí su pene, comenzó a crecer en mi mano. 
-admite esto te gusta-dijo y me beso. Comencé a masturbarlo.
-fuiste tú verdad, apagaste la luz- le dije entre besos.
-sí, ese vestido te queda excelente -abrió mis piernas, saco su pene y movió mis bragas a un lado para poder entrar en mí. Entonces reaccione.
-nono no, espera. Que estamos haciendo- el no hizo caso a mis palabras y me penetro. Por instinto eché mi cabeza hacia atrás, me había envestido fuerte. apreté su cuello tratando de hacer que se alejara pero eso solo hacía que fuera más rápido.

-ya Kurt vete yo no te quiero, te odio- le dije. Él se detuvo.
-y eso que. Yo tampoco te quiero pero si te deseo así como tú a mí-.  Comenzó a acomodar su ropa. Me sentía incapaz de levantarme. Se subió de nuevo en mí, me beso despacio, y su mirada se clavó en mis ojos.
-tu provocas cosas desconocidas en mí, cosas que me hacen reaccionar diferente-susurro-y aunque sé que esto está prohibido, siento que debo estar a tu lado, aunque reciba una bala al final de este camino, tu madre no me preocupa- dejo de hablar e intente comprender sus palabras, ¿quién lo detenía si no mi madre?. La puerta se abrió de golpe. Tenía miedo de ver quien era. Kurt se hizo a un lado. Era James. Tenía un ramo de tulipanes rojos él sabía que eran mis favoritos. Me miro a mí, luego a Kurt y arrojo las flores en el cuarto, se notaba decepcionado, triste. Se marchó. 
-James-intente gritar y la voz no me salía. Aunque pudo ser peor, pudo ser mi madre. Me levante de la cama y me arregle todo. Estaba por salir y Kurt me agarro de la mano. Tenía su mirada clavada en la mía, estaba serio.

-no te vayas yo...te quiero. No puedo tenerte conmigo eso lo sé, pero tampoco quiero verte con alguien más, yo no puedo. Y sé que esto lo olvidaras mañana, así que escúchalo bien, Victoria te quiero, creo que esto no es solo sexo y aunque quiera arriesgarme no puedo-
- claro yo sufro y tu disfrutas no. las cosas no son así, y aunque tú te arriesgues, yo ya no lo ago., no por ti James me importa y mucho, espero tu entiendas eso- me solté de su agarre y trate de caminar a paso firme.

Kuet se limpió los ojos. podría jurar que tenía una lagrima o talvez fue mi imaginación por efecto del alcohol

Corrí a buscar a James y lo vi hablando con mi mama, me imagine lo peor. Me quede inmóvil, ambos me voltearon a ver, ambos con un rostro serio. 

Corriendo El RiesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora