cap.25

448 33 7
                                    

Kurt había cerrado los ojos, creí que tal vez todo había acabado. había sido mi culpa por no hacerle caso, por ser tonta e idiota. de haber dejado de actuar como una niña el no estaría herido, el solo quería que yo no me manchara las manos, no de esa manera.

—Vamos hija—Escuche decir a mi madre. su voz se escuchaba lejana, aunque estábamos aun en el almacén, solo habían cuerpos sin vida y mis tíos, mi madre aun no me lo decía pero era algo que ya sabía de sobra. Mire atrás, el cuerpo de Kurt seguía en el piso y mi madre alado de el. Había perdido la conciencia y lo llevarían al hospital, aquel hospital que se está convirtiendo en mi segunda casa.

—Vamos Victoria— dijo desesperada.Los hermanos de mama metían a Kurt en el coche, solo se subió uno en frente para manejar, los otros se quedaron para borrar evidencia. mi madre hablaba con su hermano mientras yo estaba en la parte de atrás acariciando la frente de Kurt, pronto estaríamos en el hospital pero el ya había perdido mucha sangre."No llores" me grite por dentro. todo debía salir bien al final ¿no?.el coche paro por completo, mi tío se bajó del auto y mamá del otro lado, abrieron las puertas y me baje del coche y vi cómo se apuraban a sacar a Kurt, se lo llevaban los doctores en una camilla, pronto desapareció de mi vista para cruzar las puertas de la entrada al hospital.

—¿Te quedaras ahí parada?— mi madre tenía los ojos rojos, su maquillaje estaba corrido, se notaba molesta consigo misma, incluso conmigo.

—¿a dónde vas?— pregunte.

—A la casa, no aremos nada hoy. te llevare para que te bañes y luego vendremos de nuevo— respiro hondo

— Tengo el número de Fernando, le dije que me avisara de cualquier cosa—. Asentí. Regresamos al coche, esta vez ya no estaba el hermano de mi madre. Mi madre condujo, al llegar a la casa no dijo ni una palabra, solo se metió a su cuarto a bañarse.Me quede quieta, aun no lo creía, si Kurt moría...no podía ni pensarlo. sería mi fin. Entre a mi habitación y me quede congelada en la entrada.

 Todo estaba desordenado y tirado a propósito, las paredes tenían escrito con aerosol rojo palabras como: ZORRA, PUTA, LAS PAGARAS UNA POR UNA.no sabía quién era, no conocía a alguien que me quiera dañar en estos momentos, solo el señor al que Kurt mato.Camine hasta el cuarto de mi madre y entre sin tocar, ella estaba envuelta en una toalla y noto en mis ojos que algo estaba mal.

—¿Que ha pasado?—pregunto. no respondí, la abrase fuerte y cerré los ojos.

--¿Hasta cuándo parara esto mama?, hasta cuando— grite en su hombro. ella paso su mano por mi espalda y me tranquilizo.

—Kurt estará bien ya lo veras— me dijo. negué con la cabeza y agarre su mano.

—Alguien ha entado a la casa— le dije. Llegamos a mi habitación y ella vio todo con horror.

—Nos tenemos que ir de aquí— miraba todo con detalle, como si quisiera buscar pistas de la persona que hizo eso, pero no había nada.me sentía como un animalito indefenso sin poder hacer nada, todo se salia de mis manos, me quedaba sin fuerzas, Kurt me dejo sin ánimos y con muchas preocupaciones.

—Ya no puedes estar aquí, no quiero que parezca que huyes pero no me queda opción, hablare con Nora—mi madre salió de la habitación a paso velos y entro al suyo.me di una ducha rápida y me puse un pijama rojo que era solo una blusa de tirantes y un short de tela ligera.

Busque a mi mama por toda la casa y no la encontré.

—¡MAMÁ!—grite y la puerta de la casa de abrió, di un brinco por el susto.

—¿Qué pasa?— Pregunto.

—¿Qué haces afuera?—ella me sonrió de lado.

—La mama de James te tendrá en su casa por un tiempo mientras dejan de pisarte los pies, su esposo sabrá cuidar de ti, James también— dijo convencida.

Corriendo El RiesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora