Cap.24

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Sabia muy bien que el Chip venia de parte de su madre, pero eso solo significaba una cosa. Ella la estaría vigilando.

—Victoria, tu madre te tendrá mas vigilada—dijo, era algo que ya sabia, y quería evitar. Quería hacerle saber que conmigo no juega.

—¿Qué hago ahora?—pregunte.

El no respondió, reviso el Chip implantado en el celular, tenia una pequeña luz roja que parpadeaba.

—Creo que lo podrías tener cerca de ti siempre y así solo necesitare sacar este y meter el mio, pero necesito que tu mamá no se de cuenta y para eso quiero que tengas el chip de tu madre a donde bayas, a menos que algún día la quieras despistar, en ese caso solo déjalo lejos de ti.—

—Se siente raro tener a alguien que conozca tus pasos—dije.

"y aun mas raro cuando sabes que a aquella persona le gustas" pensé.

—Lo se pero es la única manera en la que puedo ayudarte—bajo su mirada, se veía triste, despistado.

—Lo entiendo—fue lo único que pude decir.

Nos quedamos en silencio hasta que el mesero llego con nuestros pedidos, comíamos y nos dábamos miradas y sonrisas discretas. Al terminar de comer el me hizo señas para ir a la playa, me quite las zapatillas y las agarre con mi mano para poder caminar mejor en la arena. El se quedo frente al mar mirando la luna que amenazaba con hundirse en el océano.

—Mi madre también podrá rastre arte—soltó de repente.

—¿Por qué?—mi voz sonó enojada, me relaje y espere su respuesta.

—No siempre estoy disponible y por mas que quiera estar para ti no siempre puedo, es su trabajo y se ofreció a poder cuidarte, solo es por protección—su voz sonaba tranquila, acogedora.

Asentí, era obvio que James no podría estar al pendiente de mi siempre, y era algo que ya no deseaba. Quería poder depender de mi misma, quería ser fuerte por mi y por todos.

—Vamos, se esta haciendo tarde—agarro mi mano y salimos de la arena, nos acercamos al carro pero algo parecía raro, el ambiente se había vuelto tenso. No habían mas coches cerca, las personas se habían desaparecido.

—James—susurre.

—Shhh—dijo alarmado.

Escuchamos el crujir de unas ramas y supimos que algo estaba mal.

—Corre—me ordeno.

Me quede frente a el sin pensar el alejarme.

—Escóndete vamos—

Corrí y cruce la carretera habían muchos arbustos y me escondí detrás de ellos, me asome y vi a James apuntando a todos lados con una pistola. Escuche un disparo, luego otro pero no venían de la pistola de James y ninguna bala lo había tocado aun. No sabia que pasaba, no sabia si aquello era un sueño. Otro disparo pero esta vez un cuerpo cayo del techo del restaurante.

—Victoria—Grito James

Salí de los arbusto y camine hacia el con miedo.

—¿Has sido tu?—pregunto, me agarro de los hombros y me apretó levemente.

—No—dije secamente.

Una persona de acercaba a nosotros con ropa negra, el rostro tapado. Su caminar era muy ligero así que solo podría tratarse de una chica.

—Quédate atrás de mi—Dijo James y encaro a la persona

—¿Quién eres?—pregunto

—No me recuerdas—dijo aquella voz familiar.

Corriendo El RiesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora