Cap.11

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Lleve a james a mi cuarto, mis piernas temblaban, no sabía que decirle, él lo había escuchado todo. ¿Qué carajo aria?.

Abrí la puerta de mi habitación y lo deje entrar, cerré la puerta detrás de mí. James se recostó en la cama y me miro con seriedad. Tenía que cuidar cada palabra, ahora lo sabía.

-¿y bien?- dijo James desesperado. Me moví inquietante, mi boca no se abría y mi lengua no luchaba por moverse.

-¿No dirás nada?- su voz es seca, hiere.

-Yo…James, esto, estuvo mal lose. Cuando te dije que si, en realidad no lo sentía. Si te quiero pero no estoy segura de que esta relación sea seria.

El toma mi mano y me acerca a el, quedo entre sus piernas, toma mi cintura y me deja caer sobre su cuerpo. Estamos recostados, el sobre la cama y yo sobre el, siento su aliento en mi rostro, sus labios chocan con los míos y los atrapa por completo.

-Segura de que no sientes nada por mi

-Nunca dije eso- lo corrijo

-Que sientes en realidad Victoria, porque hace mucho que comencé a dudar de que tuvieras sentimientos. – sus palabras son duras, me golpean como roca. Intento alejarme y sus manos aprietan mi cintura.

-Déjame, no sabes nada, si tengo sentimientos.

-Estas traicionando a tu madre, te acuestas con Kurt a sus espaldas, me dices que me amas y de una vez te digo. Que bien sabes fingir, por un maldito instante creí que era cierto.

-Si te quiero- le digo- pero no como quisiera.

Me gira, ahora el está sobre mí, mira mis ojos. Su mano recorre mis piernas.

-No quiero saber más de ti Victoria, ya nada. Y cuídate porque un día de estos le contare todo a tu madre.

-No puedes, James no.

-Lo are, eres una zorra, dudo que alguien se enamore de ti, eres loca, estúpida, Victoria tal vez soy el único hombre que te aria caso, Kurt solo te quiere para sexo, solo eso…el ama a tu madre.

Mis lágrimas salen, el me suelta y se levanta, se pone frente a la puerta y yo me siento en la cama. El gira la perilla y antes de irse me susurra. “Zorra”. Azota la puerta y eso a sido todo. Me acuesto en la cama y sostengo mis piernas con mis brazos atrayéndolos a mi pecho, ningún hombre aparte de mi padre me había lastimado tanto. James era mi mejor amigo pero ahora es mi enemigo. Tengo que callarle la boca, para eso necesito de Kurt, odiaba la simple idea de recurrir a el, pero esto nos interesa a ambos.

Escuchaba golpes leves en mi puerta, abrí los ojos y toda mi habitación estaba oscura, no recordaba haber cerrado mis ojos y a verme dormido.

-Victoria, estas hay?- escuche la voz de mi madre.

-Si, estoy aquí ¿Qué pasa?- le dije, me talle los ojos, busque con mis manos el interruptor alado derecho de mi cama. Encendí la luz.

-Nada en realidad, solo quería saber si bajarías a comer, hice tostadas- se quedó esperando mi respuesta.

-Claro, ahora bajo mama, Gracias- escuche sus pasos alejándose, me levante de la cama y me mire al espejo, tenía los ojos rojos, y mis ánimos no eran buenos.

Me dispuse a salir de mi habitación, no sin antes haberme lavado el rostro. Baje las escaleras y me senté frente a la mesa, Kurt no estaba y por primera vez, lo necesitaba.

-Mama, Kurt no comerá con nosotros hoy?- Le pregunte, ella se acercó a la mesa, llevaba en sus manos un plato con algunas tostadas en el.

-No cariño, Dijo que no estaría en 4 días, fue a un viaje de trabajo, tiene suerte. Si el contrato sale bien, podría ganar mucho- comenzó a servirse tostadas.

Me quede pensando, yo no tenía cuatro días, en cualquier momento James le podría decir algo a mi madre.

-¿Kurt estará disponible en su celular? Cierto- le pregunte, ella me miro con el ceño fruncido.

-Claro, ¿Lo necesitas?- me miro atenta.

-Si, es para una tontería en realidad- le dije con nervios.

-Bien, ahora come, llevas tu plato al fregadero y te vas a tu habitación.- comenzó a marcharse pero se detuvo y me miro.

-Oye victoria, el señor Frank me dijo que no has ido a sus clases de piano. Hablamos mañana de acuerdo- y se subió a su cuarto. Ahora si estaba en problemas, no sabía que excusa poner.

Termine de comer, lleve mi plato a lavar y subí a mi cuarto, me quede pensando, todo me podría salir mal.

Por fin agarre mi celular y busque el número de Kurt, apreté llamar y comenzó a sonar.

-¿Si?- escuche tras el teléfono, no era Kurt. Era la voz de una chica, no una mujer…de una chica.

-¿Quién eres?- le pregunte

-América, y tu-  me pregunto.

-Victoria, ¿Me podrías pasar a Kurt- ella se quedo un rato muda, me comencé a preguntar si seguía hay.

-Tu, tu eres Victoria- dijo como si no se lo creyera

-Si, que tiene ¿Me conoces?- ella no respondió, a lo lejos escuche como alguien decía su nombre, luego escuche a Kurt.

-¿Quién habla?- dijo casi gritando.

-Victoria- dije de igual manera, el aclaro su voz y suspiro.

-Te dijo algo la chica con la que hablaste-

-No- le respondí

-Bien, que querías- me dijo

-Tenemos un problema con James, el le contara todo a mi madre- no se escuchó alguna respuesta de su parte, solo silencio.

-Estaré mañana en la tarde en tu casa, no vuelvas a hablar de acuerdo- me advirtió.

-Quien era aquella chica- intente sonar seria, pero no podía.

-Nadie de tu interés, hasta mañana- y colgó. Me dio curiosidad saber más sobre esa chica llamada américa, pero solo sabía su nombre y eso no ayudaba mucho, casi nada.

A las tres horas, después de haber hablado con Kurt me llego un mensaje de un número desconocido. Decía “Te extraño Vic atte.: A”. le di mil vueltas al asunto, pero no sabía quién era, le mande mensaje a las personas que conocía y que su nombre comenzaba con A, pero nada. Y el número del cual me mandaron el mensaje no me respondía. Al final lo deje todo por la paz. Eran las 2:26 am. Y yo no tenía sueño. Mi teléfono sonó.

-Hola ¿Quién habla?- no me contesto nadie, solo escuchaba la respiración de aquella persona.

-Hola Vic- dijo una chica, pero no cualquier chica, era la misma de hace rato, era America, su voz era fácil de reconocer.

-¿Qué quieres?-  le pregunte

-Solo escuchar tu voz, recibiste mi mensaje…te extraño- me dijo, parecía sincera.

-Pero qué carajo, yo no te conozco, como me vas a extrañar- estaba comenzando a enojarme, que le pasaba a esa tipa.

-Pronto lo sabrás todo, estoy contando los días para que todo salga a la luz, tengo que colgar pero Victoria, yo soy buena tienes que confiar en Kurt, sé que es duro y parece malo pero no lo es, te quiero adiós- la tipa colgó y yo quede con un montón de dudas… tenía que hablar con Kurt ahora mismo, pero esperaría hasta mañana.

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Perdón por la tardanza, se había borrado mi archivo y pensaba dejarlo todo así, pero no puedo c: 

la novela sigue.

Corriendo El RiesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora