Rencor parte 2.2 Liam

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-No, no me dijo nunca nada sobre ninguna carta y menos aún sobre que la habían amenazado. Si me lo hubiera dicho podría haberla protegido, no hubiera dejado que nadie le hiciera daño. No la salvé. Podría haber hecho algo por ella y no hice nada. Me siento culpable, tendría que haberme dado cuenta de que algo pasaba. Creí que no me podría ocultar nada y menos algo tan serio. Ahora no sé que pensar, quizás estaba metida en algo y  yo no lo sabía. A lo mejor tenía problemas con alguien y yo no lo sabía. Soy un idiota. Pero, igualmente ¿Qué pinto yo ahí? ¿Por qué me nombran en la carta? -dije triste, ya no pretendía disimular que sabía lo de la carta, sentía eso de verdad, claro que lo sentía, estaba triste. 

-Si no sabias nada de la carta no podías hacer nada por ella. No podías saber lo que estaba pasando -trató de hacerme sentir mejor- ¿Nunca la notaste rara? ¿Asustada, triste, o quizás distante...? -pregunto con un tono de concentración, iba pensando a la vez que hablaba. 

-No, nunca. Si me hubiera dado cuenta le hubiera preguntado que le pasaba al instante. Y es que no lo entiendo. Ella había estado triste mucho tiempo por su familia. Pero ya estaba mejor, la veía sonreír y reía a carcajadas. Creía que todo iba bien por fin. Que ya era libre de toda la pena. Pero veo que no. ¿Cómo alguien podía estar feliz cuando la habían amenazado? ¿Cómo se tiene tanta fuerza como para disimular que está pasándote algo así?- me sentía ¿confuso?  realmente no sabía como sentirme. 

-No lo sabemos. Quizás no se tomó en serio la amenaza. Quizás no era la primera que recibía y ya sabía como ocultar que estaba asustada. O tal vez no sintió nunca ningún miedo.  También puede ser que supiera quien se la había mandado. Pero es raro que no te dijera nada a ti nunca. O que si sabía quien la había mandado, nunca denunciara a la persona. En todo caso,  el trato era que ella solo podría vivir si rompíais vuestra relación. Tu también estabas implicado, pensamos que quizás te hubiera mencionado algo, pero vemos que no es así. - el hombre parecía irritado al no entender nada, y es normal que sintiera eso, en su lugar yo también estaría así. 

-Pues no. Nunca me dijo nada. Ni siquiera me dejó caer nada, ni una pista. Hizo como si nada le estuviera pasando. ¿Pero sabéis cuando se la mandó? Quizás no le dio tiempo a reaccionar o a disimular nada, quizás le llegó cuando yo ya me había ido a casa de mis padres, por eso no me di cuenta. O quizás nunca la abrió y no sabía que la habían amenazado.

-Sí, sí que la abrió. La encontramos abierta y arrugada. Así que sí la leyó y parece que no se lo tomó muy bien. Lo sabemos por qué ponía la fecha en la que se escribió la carta. Fue escrita tres semanas antes del homicidio. -confirmó el hombre.

- ¿Tres... semanas? ¿Me lo estuvo ocultando durante tres semanas? Dios mío... No puedo creerlo. ¿Cómo se supone que una persona oculta algo tan fuerte durante tres  semanas, y la persona que vive con ella no se da cuenta? ¿Por qué cojones no estuve más atento? ¡Joder! -grité enfadado.

-Bueno, no puedes culparte. No podías hacer nada. El hecho de que la mataran o no, no estaba en tu mano. El único culpable es la persona que cometió el crimen. -dijo en un tono suave y de forma cercana a mí.

- Sí que estaba en mi mano, yo tenía que ver con todo esto. Como no iba a estar en mi mano. -dije como una furia.

-Bueno, en parte sí es así. Pero ¿Qué hubieras hecho tú por tu parte? ¿Dejarla? ¿Hubieras roto tu relación por una carta y una amenaza que envió alguien anónimo?. -preguntó muy curioso el policía.

-No. ¡Claro que no! No la hubiera dejado. Pero podría haber estado con ella en todo momento, o podríamos haber hecho algo juntos. No sé el que pero algo.

Rencor y venganza (No confíes en nadie, todos saben mentir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora