Jin Rulan era solo un niño que no sabia que hacer, estaba tosiendo flores desde hace meses.
¿Iba a morir acaso?
Estaba aterrado y su familia igual, no sabían que hacer.
|| Hola cambie el banner porque el otro se murio, no se donde lo deje, y perdon gente bella pero estaba con un bloqueo y estudiar me hace peor ;(
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Habían pasado unos pocos días desde la discusión de ambos adolescentes, y el de ropas amarillas tenia más claro que antes que se haría la operación, y hoy era el día que ansiaba, el gran día, su estomago se revolvía de los nervios, era normal.
Después de todo la operación era de alto riesgo.
En estos momentos estaba con Fairy, se encontraba abrazándola, se sentía como una despedida, sentía como temblaba y se aferraba al can.
El movimiento de la puerta lo hizo salir de sus pensamientos, era su tío, se giró para seguidamente sonreír de manera leve, su tío, no, su padre, su familia, él había estado junto a él desde siempre, él lo vio caminar, lo vio crecer, ambos unidos, siempre.
Ambos se miraron y solo se dignaron a abrazarse y el menor finalmente rompió en llanto, estaba protegido en esos brazos, los brazos más cálidos, los cuales siempre le hicieron sopa de raíz de loto cuando estaba triste, los brazos que siempre lo sostuvieron, amaba a su papá.
— ¿Ah? ¿Por qué estas llorando? —la voz tosca del adulto pero aun con algo de preocupación le hizo sollozar más.
— Tengo miedo, tengo miedo tío, no quiero morir, pero es probable que eso pase, tengo mie- —Fue interrumpido por el mayor el cual estrechó más al de marca bermellón a su pecho.
— Silencio, no digas esa clase de tonterías, tú vas a sobrevivir, yo no crié débiles, eres fuerte mocoso —el joven asintió y siguió aferrado al mayor de morado.
Solo permaneció en silencio, ambos abrazados disfrutando de la compañía de ambos, junto con el can el cual lamia la cara de ambos hombres, el de marca bermellón ahora estaba mucho más tranquilo, estar con su tío toda esa tarde le hizo calmarse, estaba listo, miró a los doctores y abandono el cuarto.
El de morado miraba a su sobrino irse y sonrió de manera leve levantandose de donde se estaba para caminar mirando desde a lo lejos a Wei Ying el cual solo lo saludo con su mano.
Ambos se alejaron sin mirarse otra vez, el de morado tenía una charla pendiente con un chico de Gusu.
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