第8章

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𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟴; 𝗆𝗂𝗑𝖾𝖽 𝗏𝗈𝗅𝗅𝖾𝗒𝖻𝖺𝗅𝗅

—No- —maldición no podía articular una palabra decente teniéndola tan cerca. Podía oler las cerezas proveniente de su cabello, ¿cómo era posible si acababan de salir de un entrenamiento? Debía estar toda sudada, igual que él.

—¿Uh? —Ella dirigió su mirada hacia él, esperando que completara lo que iba a decir y así por fin dar pie a una conversación.

—Novata.

Kumi se detuvo acentuando el ceño fruncido en su rostro, el azabache volteó ligeramente hacia ella dando unos cuantos pasos más antes de detenerse. A esa distancia podía disimular sus nervios.

—Eres una novata, ¿no es cierto? —Habló Tobio con seriedad apreciando los orbes olivos, trató de imaginarse a Hinata en el lugar de la castaña para reprenderle pero no funcionaba para nada, aún estaba nervioso pero su control de eso iba bien—. ¿Cuánto tiempo llevas jugando voleibol? ¿Dos meses? ¿Tres? ¿Si quiera sabes que debes calentar bien antes de hacer servicios como ese?

Habían pasado veinte minutos en completo silencio, él siguiendo su paso sin saber muy bien a dónde se dirigían, no había tenido la valentía de preguntarle dónde quedaba su casa después de que prácticamente la entrenadora de su equipo la obligara a dejar que él la acompañase. Tal vez estaba incómoda.

Y entonces se le ocurrió una forma de romper el hielo, muy a su estilo.

—¿A quién llamas novata, Tronco-kun? —habló la Ushijima suavizando su expresión—. Ninguno de ustedes, frutitas, pudo con un servicio mío.

Frutitas —repitió Kageyama en su mente evitando sonrojarse— es muy linda diciendo frutitas.

Pero no podía negar lo que había dicho.

—No apuntaste a Nishinoya-san —volvió a hablar Tobio tragando saliva y preparándose mentalmente para recibir un golpe— así que no sabemos si nadie en realidad puede.

—¿Así es como Karasuno juega voleibol? —preguntó ella con un cierto tono de ironía y diversión—. ¿Acaso esperan que el rematador contrario decida quién de su equipo recibe el balón?

Un flashback de Oikawa-san cruzó por su mente en ese partido donde su poderoso servicio le quitó cinco puntos seguidos. La puntería y precisión de Kumi podían equipararse con la de su senpai aunque estaba seguro, con tan solo verla haciendo diez servicios, que la técnica de ella era superior.

Un segundo antes de golpear el balón, sus miradas se cruzaban y después del tercer remate de su parte que no pudo recibir, dedujo que en esa milésima de segundos ella decidía a dónde dirigía su golpe y cuánta fuerza requería para llegar a la distancia que tenía planeaba, no hubo vez en la que no acertara.

Kumi sonrió al notar su rostro de concentración. ¿En que piensas Tronco-kun? —se preguntó.

—Cla-Claro que no —respondió el ojiazul al ver su brillante sonrisa— nos sorprendiste. Eso es todo, a la próxima responderemos.

—¿A ti también, Tobio-kun? ¿A ti también te sorprendí? —preguntó la Ushijima. Él volvió a tragar saliva antes de asentir con las mejillas rojas, lo había llamado por su nombre, en cualquier momento saldría corriendo de lo nervioso que estaba—. ¡Genial! ¡Aún tengo muchos trucos para seguir sorprendiéndote, Tronco-kun!

𝗺𝗶𝘅𝗲𝗱 ━━𝖪𝖠𝖦𝖤𝖸𝖠𝖬𝖠 𝖳𝖮𝖡𝖨𝖮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora