RIMA

Capitulo 12

RIMA:

Este lunes tenia muchos pacientes que atender, Mathew se encargo de llevarme al trabajo y me dijo que haría que mis cosas llegaran a mi casa hoy. En pocas palabras hoy estaba feliz, entre al hospital , como siempre la gente corría de un lado para otro, y una sonrisa no tardo en aparecer en mi cara al ver a Laura corriendo hacia mi .

Rima, te he echado mucho de menos -me dijo abrazándome fuertemente.

Yo también -le dije devolviéndole el abrazo.

Comenzamos a caminar y Laura como siempre hablaba sin cesar me conto todos lo chismes que circulaban en el hospital, lo típico, me pregunto por el guardaespaldas y le tuve que contar todo lo que me había pasado durante estos últimos días.

Y así comenzó el lunes con mucho trabajo, muchos pacientes y operaciones quirúrgicas.

Al medio día, me encontré con James, me hizo un montón de preguntas así que también le tuve que contar todo, su cara estaba roja de furia, le tuve que calmar con el echo de que ya era libre y que se había acabado ya. Comimos juntos y me comento varias cosas sobre su hija y sobre como habían sido estos últimos días ,también comentamos varios casos de pacientes intentando encontrar soluciones entre ambos .

Cuando el reloj marco las 8 de la tarde salí del hospital, estaba ansiosa por llegar a mi casa y tirarme en el sofá, aunque pensado en lo desordenada que debía de estar me desanimaba un poco. Cogí un taxi y le di mi dirección, por la ventana podía ver como la gente pasaba de manera apresurada como un rollo fotográfico se tratase.

El taxista era un hombre que rondaba entre los 50 y 60 años, un hombre muy agradable, me conto muchas historias graciosas de sus nietos y de lo difícil que eran los niños de hoy en día.

Al llegar a casa abrí la puerta , pero todo estaba en su sitio no había ningún tipo de desorden , me dirigí a mi habitación y toda mi ropa estaba en su sitio .El echo de que puedan entrar a tu casa sin necesidad de llaves , era algo aterrador pero conociendo a Mathew.

Me despoje de mi ropa y me puse algo cómodo para estar en casa.

De pronto escuche como la puerta principal se abría, me altere y cogí un pequeño bate que tenia detrás de la puerta. Me dirigí cuidadosamente para ver quien era, un hombre llevaba unas bolsas en la mano sin pensarlo dos veces y con toda la fuerza que tenia le di un golpe en la cabeza; el hombre callo rendido ante mis piernas y las bolsas que llevaba se soltaron de su mano, de pronto pude observar que era ropa, era mi ropa.

NO PUEDE SER, NO PUEDE SER. Intente sanar un poco al hombre, cogerlo era imposible era un hombre demasiado fornido. Estaba un poco alterada y lo único que podía hacer es llamar a Mathew ya que era uno de sus hombres:

Hola, emmm, Mathew soy...-le dije tartamudeando.

Se quien eres – me dice cortante -al parecer me echa de menos señorita

HAHA, que gracioso eres -le dije con sarcasmo -acaba de entrar un hombre a mi casa, le golpee y creo que es uno de los tuyos.

¿como?, se puede saber porque golpeas a un hombre-me dijo

Tal vez, porque entro a mi casa sin tocar la puerta-le dije

Bien, tu eres medico despiértele- me dijo- voy para ya

Esas fueron sus ultimas palabras antes de colgarme, me senté en el sofá, solo podía esperar.

Pasaron como unos diez minutos , el hombre se comenzó a mover y al ver que había recuperado la consciencia ,le pedí que me ayudase a llevarle hasta la habitación , con toda la fuerza que tengo le ayude a acostarse en mi cama, le puse un paño y le limpie la pequeña herida .

Unos golpes en la puerta interrumpieron en el silencio , me dirigí a la puerta principal y cuando la abrí , allí estaba el, tan perfecto como siempre .Era de esos hombres que no podían pasar desapercibidos , una sonrisa asomaba por sus labios , el sabia el efecto que causaba en las mujeres y que yo no era una excepción.

Puedo pasar señorita Rima , oh me va a golpear también-me dijo burlonamente.

Le sonreí con sarcasmo y me aparte de la puerta para que pudiese pasar.

Esta en mi habitación -le dije -aunque ya esta consciente.

Mathew entro a mi habitación y me cerro la puerta en la cara, perfecto, me quede afuera intentando controlar el impulso de entrar y de darle un golpe con el mismo bate. Espere fuera y escuche como unos pasos se acercaban a la puerta dejándome ver al hombre que había golpeado

Señor lo siento mucho, creía que era algún...-sin dejarme acabarla frase, el hombre asintió y solo me dijo-no se preocupe señorita, es mi culpa por entrar así en su casa- y sin ninguna palabra mas se dirigió hacia la puerta y se marcho.

Mathew seguía en mi habitación y cuando entre estaba mirado fijamente mi ventana, con una mano en mi cintura me dispuse a mirarle intentando averiguar en lo que estaba pensando este hombre.

Señorita Rima, creo que esta es nuestra despedida-me dijo mirando aun la ventana-no dude en llamarme si necesita algo.

Se giro y me miro directamente a los ojos -me hubiese gustado conocerle en otra situación, parece una mujer interesante -en ese momento sentí como mis mejillas comenzaban a calentarse .

Gracias, supongo-le dije un poco tartamudeando, su comentario me había dejado descolocada.

Se acerco hacia mi y me miro fijamente con esa sonrisa que lo caracterizaba y me dijo:

¿Le pongo nerviosa, señorita Rima? -me dijo

Engreído -dije en voz baja

¿Perdon no la he escuchado? -me dijo acercándose aun mas

Engreído, egocéntrico y estúpido -le dije en voz alta, en ese momento  mirarle a los ojos fue el mayor error que pude cometer.