MI "BFF" | BTS

cap 68 Durante el tiempo

Los primeros días de clase han sido normales pero no me gusta irme y venirme sola bajo el sol de la tarde. Tengo que pedirle a papá una sombrilla.

Luego de una semana ya tengo mi sombrilla, algunos me miran raro porque soy la única adolecente que usa una, ya que "solo la usan las personas mayores si es para el sol"; que tontos, pero no importa, el sol es muy fuerte, no me quiero quemar y sudar más.

Lo bueno es que ya vienen las épocas de lluvia.

—me encanta que nuestro profe guía nos de química—anuncia Lisa a mi lado.

—pero si tu odias esta clase—le reprocho.

—pero si hay alguna posibilidad de química entre los dos si me gusta.

Suspiro—eso no te lo discuto—es que esta buenísimo.

Antes de babear siento cómo me apuñalan con algo- tal vez un lápiz -en la espalda y me giro para encontrarme con el de cabello dorado oscuro.

—oye, ¿ya empezaste otra vez? Jimin.

—estoy aburrido.

—pues diviértete de otra forma

—oblígame—me reta.

Estoy empezando a reconsiderar si no me cae mal.

—si eres fastidioso—le digo y me vuelvo.

—y tu que te enojas de nada—dice y me vuele a pinchar. Me estremezco con la puntada en mi columna.

—ya, deja de fastidiarme—él rie—¿que tiene de divertido?

—tu, tu forma de molestarte es divertida—sonrie—y más cuando arrugas la nariz

—no lo hago.

—si lo haces.

—que no.

—ay, cállense de una vez, el profe puede volver en cualquier momento—interviene Lisa.

—¿y tu por qué te metes?—le contesta el gruñón de Jimin mirándola con esos ojos fulminantes que siempre usa.

—porque si.

—no estaba hablando contigo.

Miro su pelea—ya basta—salgo—y tu deja el fastidio—le advierto a Jimin y de alguna forma extraña de la vida me hace caso.

Recuerdo que justo ahora no tiene amigos en el salón y quizás por eso me ha "hablado".

..........

Tengo hambre pero no tengo dinero para comprar algo en la cantina así que espero paciente a que el comedor dé alguna merienda como en todos los recesos.

Por fin abren.

—¡si!, ¿quieres venir conmigo Melissa?

—no, gracias. Prefiero comprar algo.

—¿y tu, Adan?

—no se...

—bueno, si no tienes ganas entonces toma lo que sea que vayan a dar y me lo das a mi.

—¿Cómo haces para comer más que yo? Eres un hoyo sin fondo.

—¡si, vamos!—lo tomo de la mano y corremos al comedor.

Las señoras y señor del comedor han preparado arepitas dulces y eso me gusta mucho, pero solo es una por persona y no es justo, la mayoría no come aquí y siempre sobran; me pregunto que harán con las sobras, creo que se las agarran; por algo están tan gordas.