CAPÍTULO 15

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No pudo pegar ojo ni un minuto en toda la noche, sus nervios no la dejaron.

—¡Sakura! —tocó una vez más la puerta de papel, no dijo nada, sabía que debía de comportarse bien con Kane, debido a que él es el que la guiaría para evitar el ataque a Konoha, pero simplemente ahora no tenía las energías suficientes como para obligarse a fingir tranquilidad cuando sentía lo opuesto a eso.

—¿Sakura estás despierta? —abrió la puerta y entró.

Ella cerró los ojos para aparentar que seguía dormida, aprovechando que no se había movido de su sitio.

Sintió como una mano del chico le acariciaba suavemente el rostro.

—No sabes cuanto te quiero Sakura... —susurró.

¿Qué estaba haciendo? Ella no quería jugar con los sentimientos de las personas, y mucho menos de esa manera, ilusionándolo para luego clavarle un puñal en la espalda. No era ella.

A pesar de que dependiera toda una aldea de ella, no podía utilizar a un chico que sufrió demasiado, tal vez si le hablaba...

—Kane... —susurró abriendo los ojos, pestañeando un par de veces

—Perdona, te he despertado —el chico retiró su mano

—Kane —volvió a llamarlo, sentándose, las manos le temblaban, ¿estaría bien contarle su verdadero plan?, ¿eso era una locura?, ¿él entendería?

—¿Qué pasa Sakura? —

—Te qui... —se calló unos segundos, sentía un miedo crecer en todo su estómago, estaba por arriesgar mucho —Te quiero contar algo —dijo sin verlo a la cara

—Dime —apretó los puños sobre la manta que aún tapaba sus piernas

—¿Es sobre Akatsuki? —volvió a hablar al ver que la chica se quedó muda, ella no respondió —No te preocupes, yo mismo haré que hables directamente con su líder —tomó una mano de la Haruno, apretándola sutilmente. 

—¿Sakura? —preguntó preocupado al sentir como la mano de la kunoichi temblaba y lo veía con unos ojos que lo inquietaban.

—Kane yo... —su corazón comenzó a latir muy fuerte, no lo soportaba

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—Pain atacará Konoha dentro en unos días —los otro cuatro integrantes que estaban sentados en una mesa de piedra escucharon atentamente al enmascarado —¡Sasuke, es nuestra oportunidad, el chiquillo aportará la fuerza política, poder y política, tenemos todo para destrozar a la aldea y la verdadera Konoha! —

—¿Qué hay de Danzo y los demás ancianos? —habló fríamente apoyándose en la mesa y recostando su mentón en sus manos entrelazadas.

—Ahora ellos se encuentran en una reunión con los demás Kages, no sería inteligente ir por ellos en este momento —

—Hablas como si fuéramos parte de un mismo equipo, cuando no lo somos —ante lo dicho por el otro Uchiha, Tobi formó una risa burlona detrás de la máscara.

—¿Por qué no estarlo?, tenemos un mismo objetivo después de todo —la única mujer de la mesa se levantó colérica

—¡Porque por tu culpa casi el jinchuuriki del Hachibi nos hace picadillo, y ni siquiera cumpliste tu promesa! —lo apuntó con el dedo índice luego de gritar hasta casi romperle los tímpanos a todos.

—Karin —el Uchiha menor la regañó viéndola de reojo

—Jajaja —rio sonoramente el enmascarado —Las mujeres cambian cuando se enojan, Karin eres más escandalosa que esa tal Sakura —dijo dirigiendo su mirada a Sasuke, para ver lo que quería encontrar en la expresión del chico, y no lo defraudó.

La mirada de Sasuke pasó rápidamente de la Uzumaki hacia el enmascarado con el ceño fruncido, desde la noche anterior que le había preguntado sobre una chica con cabello rosado, no le había dado buena espina.

—Veo que conoces a la chica de la que hablo, ¿no, Sasuke? —su voz se hizo más profunda 

—Tsk —sabía que ese hombre planeaba algo y no estaba en sus planes caer en una trampa suya

—Ya sabes, cabello rosa, ojos jade, me pregunto... ¿Cómo se sentirá el apreciar esos ojos mostrando dolor, pánico, angustia? Su piel clara manchada por la sangre, a ella le queda muy bien el rojo —

—¡Aaaah, creo que yo también la conozco! —la Uzumaki miró mal al peliblanco por interrumpir tan estrepitosamente el momento donde todos prestaban atención a Tobi —¿Es la misma Sakura, Sasuke? —le preguntó confiadamente al pelinegro que lo vio como si acabara de cometer una gran tontería.

Obito sonrió al ver la mirada afligida del Uchiha, sabía que ahora sí tendría un has bajo la mano en caso de que Sasuke quisiera traicionarlo.

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—¿Y bien? ¡De qué querías hablar! —miró al hombre con una máscara de color naranja frente suyo, no podía mostrarse débil ante él.

—¿Sabes que cuando ataquemos Konoha también mataremos a Naruto para obtener el Kyubi? —la chica tragó con dificultad, eso lo sabía de ante mano, Akatsuki iba tras los jinchuurikis, y su mejor amigo era uno.

—¿Aún así seguirías del lado nuestro, Sakura? —preguntó en tono burlón viendo claramente las expresiones de la chica, demostraban  que todo lo que estaba haciendo no era porque hubiera desertado de Konoha, aún así le daba igual lo que ella planeara en defensa de su aldea, la pelirosa era una pieza más importante para controlar al Uchiha.

—Es el camino que yo elegí —y aunque sonó convincente, él no le creyó, no era estúpido como el chiquillo que tenía embobado la pelirosa.

—Entonces, ¿no te interesa a unirte a Akatsuki, Sakura? —sonrió por debajo de la máscara, todo estaba saliendo mejor de lo que había imaginado.

—Es justo lo que le iba a pedir al líder de Akatsuki —la Haruno formó una sonrisa confiada. Su misión estaba yendo por un buen camino.




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