CAPÍTULO 03

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—¿Por qué tuvimos que venir a esta aldea en específico? —Se quejó un peliblanco sacando la mano de su capucha para tocar el agua que caía del cielo —. Siempre está lloviendo, es muy molesto.

—¿De qué te quejas pescado inútil? Si tú te conviertes en lo mismo, además siempre estás bebiendo agua, ahora solo tienes que estirar el  pico —le dijo molesta una pelirroja

—Sasuke-sama, ya está cayendo la noche, ¿deberíamos encontrar una posada para quedarnos? —Le preguntó respetuoso un pelinaranja bastante musculoso. El líder del grupo solo se limitó a asentir y entró a la posada más cercana.

—Cuatro habitaciones —Pidió seriamente a la dueña anciana del lugar.

—Lo siento muchacho, solo quedan dos habitaciones —Se disculpó la dueña.

—No se diga más, Jugo con el estúpido ese. —Apuntó al peliblanco que la miró indignado —. Y yo con Sasuke-kun —Karin se aferró al brazo del Uchiha.

—Vamos Jugo. —Le ordenó a su compañero después de soltarse de la pelirroja y dejar el dinero de las dos habitaciones.

—¡Ja! Tal parece tu Sasukito te abandonó, es una pena —se burló con ganas Suigetsu

—¡Cállate! —Karin le metió un gran golpe en la cara a Suigetsu, sin embargo, no le causó ningún daño debido a que este se convirtió en agua. —Tsk —"Esta oportunidad no se me va a escapar, llevo más de un año con Sasuke y no he podido hacer un movimiento que me acerque a él, pero esta noche será la indicada". Pensó la pelirroja agarrando la llave de su habitación.

—¡Eh! ¡Karin ábreme la puerta maldita loca, tengo frío! 

Escuchaba por lo lejos como los otros dos integrantes de su grupo discutían, y eso que las habitaciones no estaban nada cercas "Que ruidosos" pensó, aunque esa situación le recordó algo, a algunas personas de su pasado.

Hace ya meses había escuchado un rumor bastante raro para él sobre su compañera de equipo, él no lo podía creer.

"Una desertora, que buen chiste" pensó mientras se acomodaba mejor en el futón, al menos agradecía haber escogido a Jugo como otro integrante de su equipo, él era el relativamente más normal quitando que de vez en cuando se transformaba en un monstruo sediento de sangre, pero eso lo solucionaba con una mirada del sharingan.

Siempre lo escogía a él como compañero de cuarto por ser el más silencioso y menos metido en sus temas personales.

"¿Que abandonó Konoha por haber sido utilizada en una misión que puso en duda todo el sentido de su vida? No creo ni una sola de lo que dicen, Sakura, es discípula de la quinta Hokage, esa mujer es muy blanda con las personas cercanas a ella, nunca le daría una misión así a su alumna" pensaba mientras miraba al techo, la imagen de la chica pelirosa se le vino a la cabeza.

Desde esa vez que la vio en la guarida de Orochimaru, ya había pasado un tiempo y algo dentro de él anhelaba volver a ver su rostro, a sentir la tranquilidad que sentía cuando ella estaba cerca de él.

—¡Sa-su-ke-kun! —sus pensamientos se vieron interrumpidos ante un grito chillón y asquerosamente meloso.

Volteó su vista del techo hacia la puerta que ya estaba cerrada con la integrante femenina de Taka en una toalla con las manos en el borde esta.

—¿Qué quieres Karin? —le preguntó dejando de verla para enfocar su vista nuevamente a un punto fijo de la pared.

"Tal vez ahora te estés haciendo el frío Sasuke-kun, pero me tomé muchas molestias para dormir al estúpido de Suigetsu y sacar de aquí a Jugo" pensó decidida Karin que se acercó hasta el futón de Sasuke y se sentó a unos centímetros de él.

—Sasuke-kun ¿Por qué no hacemos la noche más divertida? El clima está muy frío y yo quiero calentarme —

—Lárgate Karin —le ordenó molesto por las insinuaciones de la chica, siempre hacía eso, pero particularmente hoy le parecía más molesta de lo habitual.

—No seas tan frío Sasukito, verás como nos subimos la temperatura ambos —Karin acercó su mano a la cara de Sasuke, pero cuando la rozó sintió una fuerte descarga de electricidad en todo su cuerpo que la obligó a separarse rápidamente de él.

—Lárgate de una vez Karin —la pelirroja al ver el sharingan en su jefe se asustó, se paró y se fue con la cabeza gacha al haber tenido esa reacción de él.

Cuando escuchó que los pasos se hacían más suaves, volvió a hundirse en sus pensamientos. No debía de estar pensando en su antigua compañera de equipo, la había dejado en esa podrida aldea para que no saliera lastimada en sus oscuros planes de venganza, y debía de enfocarse en ellos.

Ahora debía de ir en encuentro de Akatsuki, ellos le darían la información necesaria para atacar Konoha y vengar a su hermano, llegarían en un par de días por lo que había averiguado. 

Ya habían pasado un par de semanas desde que decidió quedarse en el castillo de Kane y lo que había descubierto la había dejado con la boca abierta, la historia de la familia de Kane, las atrocidades de Konoha, su aldea tan querida.

Sabía que en Konoha no todo era felicidad y justicia como querían dar a conocer, sabía que tenía partes negativas, pero nunca imaginó que tendría un lado tan podrido.

Kane le había confiado varias cosas de él, sin embargo necesitaba más información para evitar una guerra futura. Muchas veces el chico castaño había querido propasarse con ella, sin embargo de alguna u otra manera había logrado evitar cada una de las veces, aunque cuando se ponía cariñoso con ella en el día no podía apartarlo de un solo golpe a no ser que se quiera propasar.

Ya que un día que sorpresivamente la había besado mientras caminaban por las calles de la aldea de la lluvia, y ella lo apartó por casi tres días estuvo muy distante con ella y hasta temió que le pidiera abandonar el castillo.

Ahora que se había enterado que en unos días llegaría Akatsuki no podía perder la confianza de Kane o ella y su misión estarían perdidas.

PASAR TUS BARRERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora