CAPÍTULO 13

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—No has cumplido tu parte del trato, ¿Por qué he de querer unirme a ti? —le respondió volteando a ver al hombre enmascarado que formó una sonrisa ante las palabras del Uchiha menor.

—¿Estás molesto porque no te di una bestia con colas? —el muchacho no respondió —En todo caso, no es buena idea que vayas a por Danzo, en estos momentos está con los kages de las aldeas y no creo que se despegue de ellos por un tiempo —

—No me importa, yo solo vengo a exigir lo que me pertenece —el sujeto enmascarado formó una sonrisa triunfante, las cosas estaban yendo según él quería.

—Me temo Sasuke, que en estos momentos no se va a poder —

—¡Tsk! —el chico estaba a punto de voltearse e irse de ese lugar, pero fue detenido por la voz del Uchiha mayor.

—Sin embargo, puedo ofrecerte algo más —

—¿Qué cosa? —el muchacho no parecía muy interesado y de eso estaba consiente Tobi

—Fuerza militar y política, sé que no es comparación con el poder de un Bijuu, sin embargo, ahora que los cinco kages están tomando medidas por que hay rumores de que Pain atacará Konoha. Sería una lástima que a las demás aldeas se les ocurra traicionar a la Hoja, ¿No crees, Sasuke? —el muchacho frunció el ceño

—No creo que tú tengas poder político en alguna aldea —se burló volteándose para irse.

—Tengo un títere que sí lo es, Sasuke. El muchacho cree que estamos de su lado y que lo ayudaremos, no es mi intención hacerlo, tiene un gran poder político en Kirigakure, sería de mucha utilidad usar su imagen. —al pelinegro no le agradaba mucho esa idea, aunque analizando todo, tenía más probabilidad de acabar con Konoha de ese modo. —Pero tendrás que unirte a nosotros, Sasuke, a Akatsuki —

—Si Taka ya dejó una vez Akatsuki, ¿Qué te hace pensar que volveremos? —se alejó

—Tienes mucho que ganar Sasuke —sin más que decir usó el Kamui para teletransportarse hasta donde estaba su títere.

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Una vez más no podía dormir, después de hablar con Kane, a penas pudo pegar un ojo para que en no menos de media hora se volviera a despertar aterrada por una pesadilla.

—El sharingan... —lo había visto tan grande y la aterraba tanto, estaba cubierto de sangre, Naruto estaba allí tirado junto a sus demás amigos, sus sensei e incluso sus propios padres.

Estaba al borde del llanto, había sido una pesadilla, sin embargo, se sintió tan real, el dolor en su pecho al verlos, la respiración dificultosa al no creerlo y la locura del saber que los perdió.

Unos golpecitos en el shoji hicieron sufrir aún más a sus nervios alterados, distinguió la silueta, era él.

—Pase —pudo decir a penas en un hilo de voz y el muchacho que se encontraba detrás del shoji se abrió paso entre las puertas de papel.

—Siento si te desperté Sakura —se disculpó el hombre ya sin ni una cicatriz en su cara gracias al ninjutsu médico de la kunoichi.

—No te preocupes, he tenido un mal sueño y me he despertado poco antes que vinieras —el muchacho asintió, parecía analizarla con su mirada —¿Qué sucede Daiki? —

—Quisiera hablarte un poco de mi jefe Sakura —Daiki tenía una cara de preocupación.

—¿Qué quieres decirme?—"¿sospechara algo" fue el único pensamiento que tenía.

—Él ha perdido a toda su familia y a todos los que amó, desde hace mucho solo nos tiene a nosotros como su ejército militar, aunque no lo quiera admitir ese tonto y yo somos amigos. Sé que él hasta hace poco solo traía a mujeres para pasarla bien, no se encariñaba con ellas, de echo no lo quiere hacer con nadie. —hiso una pausa y la pelirosa ya sabía por donde iba esa conversación y no l agradaba en nada.

—Daiki yo... —fui interrumpida rápidamente por el hombre musculoso.

—Sin embargo, aunque no sé del todo cuál sea su relación, sé que Kane se está abriendo contigo, no quiero que salga lastimado, ha sufrido mucho por lo que quiero pedirte algo —

Se hiso un silencio donde solo ambos se veían a los ojos.

—¿Qué cosa? —cada palabra que Daiki decía lastimaba a la chica, debido a que ella sabía que todo eso era verdad, y Kane no tenía toda la culpa de lo que estaba haciendo, de echo se parecía tanto a alguien que ella conocía...

—Kane me ha contado que también piensas atacar Konoha, te pido que no mueras en esa batalla, si en el caso que Kane lograra ganar la batalla posiblemente caería en la locura al ya no tener un objetivo, creo que sabes a lo que me quiero referir —dijo notando la mirada de Sakura.

La joven asintió y Daiki se paró con una sonrisa que devastó el corazón de la chica.

—Gracias —y con esa palabra el joven salió.

Sabía que estaba cometiendo el mayor error que una kunoichi con esa misión podría cometer. Empatizar con quien quieres engañar para salvar tu propia aldea. 

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—Has llegado antes de lo que esperaba, Tobi —dijo Kane al ver como el enmascarado aparecía detrás suyo en un remolino.

PASAR TUS BARRERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora