╓Capitulo 4╖

2.1K 275 57
                                    

JiMin se sentó con pereza en el sofá, dejando que el idiota de NamJoon -Como le gustaba llamarlo.-Se sentara justo a su lado. No era que no amara al Kim, de hecho, era su amistad más cercana junto con TaeHyung y no sabía que haría sin ese par, ellos eran los únicos que podían comprenderlo a totalidad y que le abrieron las puertas de su casa cuando todos sus demás "amigos" le dieron la espalda.

No, así que no era eso, pero ¿Por qué llegar justo cuando estaba tan entretenido con su pequeño gatito? ¿Suyo? Sí, ya, suyo. Después de descubrir y aceptar esa atracción magnética que tenía por aquel minino, no le costó mucho decidir que cuando pudiera, hablaría con Jungkook y le pediría que no se vaya, que se quede en su casa a vivir con él; al fin y al cabo, JiMin podía cuidarlos a ambos, y sería como su novio, si es que se le puede llamar novio a un chico con orejitas y cola que no sabe decir más que cuatro o cinco palabras.

─ Oh, que feliz te ves de verme, Minie Ah.─ Sonrió NamJoon, molestando a JiMin como solo a él le gustaba hacerlo.─¿Te arruiné alguna conquista o algo así?

─No, NamJoon.─Gruñó JiMin, tirando su cabeza hacía atrás en el respaldar del sofá, cerrando sus ojos, soltando un aburrido suspiro de resignación.

─¿Entonces?

Cuando JiMin pensaba responder, a lo lejos se escuchó un pequeño maullido, junto con unos pasitos que lentamente bajaban las escaleras de la casa.

JiMin se estiró casi al instante, observando tiernamente como Jungkook bajaba, pegando sus manos a la pared para tener más cuidado, y estaba en una especie de posición defensiva, mirando fijamente al intruso, o mejor dicho, a NamJoon.

El Kim también volteó, pensando que quizás su mejor amigo había descubierto que ser soltero no era tan malo y que ya que se iba a quedar así toda la vida, se había comprado un gato, pero lo que vio le respondió completamente ¿Un niño? No, no cualquier niño; este pequeño era de esos juguetes sexuales que salieron a la venta hace cierto tiempo ¿Cómo no recordarlo? Si incluso él cuestionó su sexualidad cuando pensó que desearía tener a alguno de esos pequeños en su cama, gimiendo de placer.

─¿Qué...?

NamJoon no sabía bien que decir, volteó su cabeza hacía JiMin y este le dio una mirada de reproche, indicándole que se callara, y tampoco es que el Park fuera del tipo de persona que habla mucho.

JiMin se levantó del sofá y caminó hasta el pequeño de Dieciocho años, según se veía, mientras el pelinegro lo observaba sin poder creerlo.
¿JiMin se había follado a ese gato? Porque el niño apenas traía una playera puesta y definitivamente se la había visto puesta al Park algunas veces.

Por su parte, JungKook estaba igual o más confundido que NamJoon, él no era bueno con las personas, siempre le habían dado miedo, pero esto se debía únicamente a la cantidad de cosas que le habían hecho a él y a sus demás amigos de donde venía; así que con el tiempo había descubierto que no, los humanos eran malos.

Pero JiMin era diferente, JiMin era como un rayito de luz para Jungkook, él amaba a JiMin, por raro que suene, ese instinto animal hacía que su corazón agradecido sienta ganas de quedarse con JiMin, la única persona que le abrió las puertas de su casa y lo alimentó, además de que hace que sienta muy bonito cuando lo besa o cuando toca su cuerpo de esa manera.

─Hola amor. ¿Estás bien?─Park envolvió en un protector abrazo a Jungkook y este asintió con la cabeza, abrazándolo también, empezando a ronronear contra su pecho, causándole a JiMin una agradable sonrisa.

─Ven, tengo que presentarte a alguien ¿De acuerdo?─Intentó romper el abrazo para guiar al más pequeño, pero este lo abrazó más fuerte, demostrando que no se quería mover de ahí.

Neko Corporation『JIKOOK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora