╓Capitulo 11╖

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A la mañana siguiente, JiMin cumplió con su promesa y dejó que JungKook durmiera incluso siendo ya las doce del día, él no podía estar de mejor humor, sentía de alguna forma que todo su cuerpo había liberado una tensión tan inmensa y no cabía dudas de que había sido así, literalmente.

Observó el cuerpo durmiente de su pequeño minino y acarició sus cabello despeinado, sintiendo los brazos de JungKook abrazarlo con más fuerza por la cintura, causándole una suave risita.

Se acercó para besarle esa melena al menor, cuando escuchó el sonido proveniente de su celular, soltando un gruñido de fastidio. Él se soltó lentamente de los brazos de JungKook aunque en realidad el gatito luchó un poco pero al final terminó cediendo, abrazando una de las almohadas como si se tratase del recuerdo de JiMin. El mayor tomó el teléfono y observó el nombre de uno de sus mejores amigos en la pantalla, sonriendo un poco, sí, no había forma de que su bonito día se arruinara.

─ ¿SeokJin?─ Preguntó, aunque estaba muy seguro de la respuesta.

─ JiMinie, hola. Siento estarte llamando recién, desde ese día que hablamos no sé nada de ti y me quedé un poco preocupado, pero todas las obligaciones, ya sabes.─ JiMin asintió, aún sabiendo que

SeokJin no podía verlo.

─Sí, está bien. Igual no es nada preocupante, amigo. ¿Tú cómo has estado?─Park volvió a la cama, empezando a repartir caricias por la zona de las orejas felpudas de JungKook, logrando ligeros ronroneos por parte de este.

─Bien, por suerte. ¿Sabes? He estado pensando en algo y creo que eres la persona indicada para preguntarle sobre el tema. No es que quiera que me digas que hacer, solo necesito un consejo, sé que si llamo a NamJoon lo más probable es que...

─... Se ría de ti, sí. Entiendo.

Ellos tres eran amigos de hace mucho tiempo, sí, pero sin duda entre ellos compartían unas personalidades totalmente opuestas. SeokJin y NamJoon eran como las dos caras respectivas de una moneda, algo tan curioso, porque mientras SeokJin se comportaba como la típica persona amante de los sentimientos y de la paz, para NamJoon el mundo era tan caótico que de no ser por el arte, seguro hubiera terminado siendo uno de esos drogadictos que se mantuviera a base de vivir de casa en casa entre JiMin y SeokJin.

Pero aunque ambos sabían que dentro del Kim había un corazón de oro, éste lo cubría con tantas capaz que la metáfora de Shrek no estaba tan alejada de él.

─Bueno, y dime ¿Qué ha pasado?

─ Es... Un poco complicado ¿Sabes? He estado, uhm, bueno.─SeokJin tartamudeó, sin saber muy bien por dónde empezar, mientras JiMin se acomodaba mejor en su cama, dejando que JungKook volviera a la tarea de abrazarlo por la cintura, con una ligera y calmada sonrisa en esos tiernos y delgados labios.

JiMin sonrió orgulloso cuando notó que aún se veían algo rojos, quizás por las veces que el pequeño los había mordido la noche anterior. JiMin tosió, esperando que SeokJin comprendiera la indirecta y continúe.

─Es que últimamente he estado viendo en los periódicos algo sobre un niño, de esos de Neko corporation ¿Recuerdas?─ Todo su cuerpo se tensó y de nuevo se encontró estúpidamente asentando con la cabeza, aún sabiendo que SeokJin no lo vería.

─Claro que lo recuerdas, nosotros solíamos hablar mucho de eso hace años.─Rió el Park, sin imaginarse lo rígido que estaba JiMin en ese momento.

Neko Corporation『JIKOOK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora