╓Epílogo╖

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TRES AÑOS DESPUÉS.

『══════💜═══════』

─ ¡Minie! ¡Minie! ¡Minie!

─ Mmm.

Solté un ligero gemido de disgusto cuando escuché esa hermosa, ronca pero en este momento fastidiosa voz llamándome. Recordaba haber cerrado los ojos hace menos de cinco minutos y ya me despertaban como si fuera de mañana, merecía descansar al menos hasta el los tres mil cinco o yo que sé, alguno por ahí.

─ ¡Miniiiieeee!

─ Ya, ya, estoy despierto, mira.─ Sonreí aún con los ojos cerrados, sabiendo muy bien que él se encontraba mirándome, como si buscara alguna señal en mi rostro que confirmara mis palabras.

─ No despierto.

─ ¿Sabes, Jungkook? Extraño cuando no podías hablar y te dormías en mi pecho hasta las doce del mediodía ¿No quieres volver a esos días, bebé?

Reí apenas escuché un ligero gruñido por su parte, luego como la cama se movía, así que abrí mis ojos tan rápidamente como pude cuando lo vi levantarse de esta, meneando su larga cola de lado a lado, removiendo cada uno de sus cabellos perfectamente despeinados.

Desapareció al doblar fuera de la habitación y solté un suspiro, sentándome al fin en mi cama, estirando mis músculos para admirar como los cálidos rayos del sol dejaban en claro que no había dormido tan poco como me imaginaba, quizás era el medio día o algo más.

No tuve que esperar ni cinco minutos cuando Jungkook volvió a entrar a la habitación, él no había cambiado nada, absolutamente nada. Mi pequeño continuaba igual de adorable que siempre, con esa sonrisa deslumbrante que dejaba admirar sus preciosos ojos media luna y las orejitas felpudas moviéndose ante cualquier corriente. Sus ojos almendras brillaban.

La única diferencia de antes a ahora, es que esta vez Jungkook cargaba a un precioso pequeño en sus brazos, MinGuk estiró sus manos hacía mí, moviendo sus casi castañas orejas mientras se intentaba lanzar desde los brazos de su papá a la cama.

Jungkook no lo permitió hasta que estuvo lo suficientemente cerca y entonces recibí gustoso a nuestro pequeño de ojos claros. MinGuk se me acercó hasta que rozamos nuestras narices como saludo y después de menear su larga cola, se frotó contra mi pecho abrazándome con todas las fuerzas que poseían sus pequeños bracitos.

─ ¡Papá Minie!─ Dijo con un muy alegre tono, comprendí mejor el plan de Jungkook al traer a nuestro hijo, él siempre lograba despertarnos, no es por presumir pero tiene baterías incorporadas y son interminables, no dudaba que MinGuk se corriera todo el largo de la playa y aún deseara jugar a las luchas conmigo.

─ ¿Dormiste bien, campeón?

─ Nop.─ Me respondió casi al instante, haciendo un gesto lleno de disgusto.

─ Ruido.─ La forma como MinGuk no sabía pronunciar la "erre" y que la nombrara como una "ere" era también muy tierna, aunque debía admirar que de no ser por eso, hasta diría que podía hablar mejor que su padre.

─ ¿Ruido? ¿Fue mi culpa, entonces?

─ Síp.

La sonrisa orgullosa en el rostro de mi hijo me hizo sentir más que feliz, escuché atentamente como me contaba o se quejaba sobre su falta de sueño mientras Jungkook se acercaba y me permitía robarle un largo beso, dejando que MinGuk nos llame la atención con el pasar de los segundos, era normal, él odiaba cuando lo ignorábamos.

Neko Corporation『JIKOOK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora