Neko Corporation『JIKOOK』

╓Capitulo 39╖

─ Bueno NamJoon, no sé qué hiciste, pero te debo la vida por traerme a mi hijo de regreso.

Somin apoyó su codo en el sofá y su barbilla suavemente sobre su mano, observando a JiMin jugar con MinGuk, dándole tiernos besitos en la pancita, mientras el pequeñito de ojos chocolates lo observaba y sonreía cada tanto, estirando sus manitos pequeñitas para tener contacto directo con el rostro de JiMin, acariciándolo, llenándolo de las pocas caricias que podían dar esos deditos tan delgaditos.

Según lo que JiMin había sospechado, los hombres no se llevaron a MinGuk por lo mismo que llevaba la gorrita de lana impidiendo que sus orejas se notasen, además de que su cuerpo estaba cubierto, por tanto su larga cola no se notaba, así que ellos fueron directo a su Jungkook, sin tomarle importancia al bebé que en realidad, si lo veían, debía de ser una mina de oro para ese desgraciado.

La idea de que MinHo no supiera de su hijo, significaba que la persona que fuera que le había dado la información, no tenía entre sus planes hacer prosperar a MinHo, de lo contrario le hubiera pedido más dinero a cambio de esa información adicional.

JiMin besó con ternura las mejillas de su pequeño en brazos, cuando escucharon el timbre de la casa de Somin, y todos se pusieron alerta. YoonGi gruñó en el regazo de NamJoon, mientras Somin se fue a abrir, sorprendiéndose de la chica que vio parada justo frente a sus ojos:
Mia.

─Buenas. ─Murmuró ella, claramente dudosa, jugando con la tira de su cartera. ─ ¿Se encuentra JiMin? Yo, uh, apenas llego de un viaje que tuve, recién me enteré de lo ocurrido por mi madre y tengo información que seguro él querría saber, claro... Si me permite pasar, lo busqué en el hospital pero me dijeron que ya le habían dado de alta y...
─ ¿Qué sucede?

Detrás de Somin apareció JiMin, con sus dos muletas, ayudándole a no apoyar su pierna en el suelo, observó a Mia, eso no le hizo ningún bien, en los ojos almendras de la chica pudo encontrar la hermosa mirada que aún recordaba de su niño, fue demasiado para él.

Evitó la mirada de la joven, que ahora tenía el cabello de color rojo. Ella mordió su labio, sin saber bien que decir o hacer, aparte de entrar a la casa cuando Somin le cedió el paso.

─JiMin, yo... Realmente siento lo que ha pasado, cuando mi mamá me contó, me dijo que lo sentía que ella...

─ ¿Lo sentía? ─JiMin olvidó por un momento el mal de su corazón, enfocándose en la chica de nuevo, observando a Mia retroceder lentamente, de seguro la mirada que le lanzó no fue para nada agradable.
─ ¿Cómo sabes que ha pasado aquí, Mia? Esto no salió en las noticias.

─Lo sé. ─Afirmó ella, con más seguridad. ─ Por eso te digo que tenemos que hablar.

Pasados unos minutos, JiMin guió a Mia a la sala, donde se encontraban NamJoon y YoonGi besándose, ambos se comportaron después de eso, aunque eso no estaba entre los planes del pelirrojo minino, hasta él sabía que no podía comportarse de esa forma y presumir que todo andaba muy bien con NamJoon cuando aún tenían que encontrar a Jungkook para traerlo de regreso con ellos.

Mia se sentó con cuidado, sin dejar de presionar su cartera entre sus manos, hasta que todo se volvió silencio y ella supo que tenía que hablar, que los dos chicos de más y Somin no se moverían de ahí.
Y era así, nadie dejaría solo a JiMin nunca más.

─Quiero primero dejar en claro que yo estaba de viaje todo este tiempo, me fui a ver a mi padre, nuestro abuelo falleció hace un mes, entonces lo acompañé desde tiempo antes, para estar a su lado. ─JiMin asintió, hace un mes, el mismo tiempo que él había estado internado en el hospital. ─ La cosa es que cuando volví, la casa que comparto con mi madre era un completo desastre, la encontré a ella al borde de... No lo sé, estaba tomada, JiMin ella... ¿Sabes? La última vez que la vi de esa forma fue con la muerte de mi hermano, ella parecía que le habían roto el corazón y me dispuse a preguntarle cuando la tuviera sobria. Después de eso, ella, ya estable, me contó lo que sucedió con el lugar donde ella trabajaba.