15

28 2 0
                                    

Hoy es 14 de febrero, un día comercial más que uno festivo, y a pesar de que las personas conocen perfectamente que todo rastro de chocolate, peluches o flores es más caro que el resto del año, aun así, guardan con pendiente esta fecha, ¿Qué tiene de especial? No lo entiendo, a veces pienso que es un acto hipócrita, parejas mintiéndose e hiriéndose mutuamente y amigos traicionándose por la espalada, escalando a costillas de otros, todo es tan repetitivo y cliché.

Caminaba tranquilamente con Otabek, desde que ambos nos conocemos nunca nos dimos algún presente por este día, pero ahora escuchar a Otabek preguntarme que es lo mejor para regalarle a Yuri me hace querer responder al azar, es decir, ¿Cómo sabre que le gusta al novio de mi mejor amigo? Ni siquiera lo conozco bien.

─Otabek ─dije mientras él me miraba ─. Estoy seguro de que cualquier cosa que hagas por Yuri, él la amara, así sea una comida hecha por ti o una tarjera, no lo sé, solo debes ser creativo y sincero, ¿ese es el punto cierto?

─Me sorprende que sea tu único amigo a veces ─dijo riendo─ Das buenos consejos y no eres ruidoso ─puse los ojos en blanco─. Bien quizá seas muy seco y terco a veces, y otras también te comportas insufrible y...

─Gracias amigo ─dije con sarcasmo antes de que continuara hablando─. Me gustaría quedarme a ayudarte a pensar, pero debo reunirme con Phichit en la biblioteca.

─¿Hasta cuándo admitirás que te gusta? ─pregunto sereno.

─No quiero comportarme como un idiota hormonal sabes, tampoco quiero perder mi tiempo, como sea, debo irme, te veo después.

Me encamine a la entrada de la biblioteca, viendo como todo eran flores y corazones, parejas tomadas de la mano, otras besándose intensamente, y todos cargando con algún regalo o flores. Entre toda esa multitud absorbida por el consumismo divise a Phichit a punto de tomar el elevador, me apresure a alcanzarlo.

─Llegas temprano ─comente neutralmente, Phichit dio un salto.

─¿De verdad? Creí que era terriblemente tardé ─dijo con una risa nerviosa─ Mmm... deberíamos subir─. Ambos tomamos el elevador, el cual para nuestra suerte fue solo para nosotros.

Cuando el elevador se abrió en el segundo piso, la biblioteca estaba llena de parejas en silencio demostrando su amor o estudiando juntos. Me sentí un poco incomodado y parece que Phichit se sentía del mismo modo. Entramos lo mas pronto posible a la sala de estudio, yo me mantuve serio todo el tiempo, estaba tan concentrado en crear una melodía que me sentí un poco frustrado porque no se me ocurría nada bueno, Phichit parecía perdido en sus pensamientos, estaba haciendo garabatos en su cuaderno, de vez en cuando dibujaba un corazón, ¿Por qué no me sorprende? Parece que él siempre ha sido así.

El tiempo de nuestra reunión de trabajo estaba por terminarse, Phichit cada vez se ponía más nervioso e incómodo, aunque no estaba seguro de cual emoción predominaba más en él. Pronto comenzó a guardar sus cosas con más rapidez de la usual, quizá tenía planes, pensar eso me hizo sentir un poco raro. Estaba por hacer lo mismo cuando de pronto Phichit tendió una pequeña caja frente a mí.

─Feliz catorce de febrero, supongo ─dijo en un susurro cerca de mi oreja, haciéndome sentir cosquillas─. Me iré primero, tengo cosas por hacer nos vemos luego.

Y así, él se fue como alma que lleva el diablo, desapareció lo más pronto que pudo de la biblioteca. Ahora entiendo porque estaba actuando extraño, todo el tiempo se sintió nervioso por esta pequeña caja y no por las demás personas.

La caja estaba envuelta un papel color marrón y con un listón color rojo, simple pero elegante de algún modo se me escapo una risilla. Sin pensarlo más quité el listón y abrí aquella caja, esta tenia paletas chupa chups de diferentes sabores. ─Si hubiera sabido que me darías un regalo habría preparado algo ─pensé. Terminé de guardas mis cosas y me fui para continuar con mis clases.

Más vale tarde que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora