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─Phichit cariño, he preparado tu comida favorita ─dijo mi madre sonriente─. Ahora ve y llama a tus hermanos y padre, él probablemente esté viendo la televisión.

─Si madre, eso haré ─. Salí de la cocina muy feliz, en busca de mi familia. Mis hermanos se encontraban jugando en su habitación y mi padre efectivamente estaba en la sala viendo las noticias como suele hacer. Una vez reunidos todos en el comedor y listos para comer, el timbre de mi casa empezó a sonar muy insistentemente, pero al parecer ninguno de mis familiares parecía importarle, lo cual era muy extraño en ellos.

─Phichit ¿puedes ir a ver quién toca la puerta?, por favor ─dijo al fin mi madre, por lo que me levanté de la mesa y me dirigí a dicho lugar. Después de abrir la puerta, me quede en shock al ver de quien se trataba.

─¿¡Seung?! ¿¡qué rayos haces aquí?! ¿Cómo sabes dónde vivo? ─pregunte un poco asustado e impresionado. Seung abrió la boca para responder, pero solo escuche un sonido extraño salir de esta.

─No comprendo nada de lo que dices ¿Esto es una broma de mal gusto? ─dije irritado, pero él seguía haciendo lo mismo.

Lo mire fijamente por treinta segundos que parecieron eternos, hasta que levanto su muñeca mostrando su reloj, el cual marcaba las 8:00 am en punto, volví a mirarlo fijamente hasta que capté el mensaje. Desperté de golpe y desorientado, busqué a tientas mi celular para saber qué hora era, afortunadamente eran las 6:00 am, era jueves y faltaba una hora para que sonara mi alarma, también tenía un mensaje de Yuri preguntado por mí, la escuela y por mis hámsters; al igual que otro de Guang el cual decía que se había cancelado la primera clase lo cual era genial, ya que tenía otras tres horas para dormir o no hacer nada. El cielo recién se aclaraba, la cuidad ya se encontraba en movimiento, así que decidí salir a correr un poco, a pesar de haber dejado de hacerlo. Después de teclear una respuesta rápida a mis amigos, me cambié de ropa, tomé mis llaves, teléfono, audífonos y salí de mi departamento.

Me dirigía a un parque el cual siempre estaba tranquilo por las mañanas, lo cual me gustaba ya que nadie me veía extraño por tener rasgos extranjeros o por intentar hacer ejercicio. Comencé a calentar y hacer estiramientos, minutos después comencé a trotar y luego a correr. Mi mente comenzó a pensar en el sueño que había tenido esta mañana, no entiendo porque Seung debe perseguirme hasta en mis sueños, quizá solo me siento nervioso porque lo veré hoy. Los dos días anteriores estuve tan tranquilo y preocupado por mis tareas que casi olvido que hoy lo vería, ¿Cómo debería hablar y actuar cuando este frente a él?, ¿debería llevarle algo de comer? ¿y si lo hizo solo para decirme que ya lo pensó mejor y quiere otro compañero? Eso y más atormentaba mi cabeza, tanto que no me di cuenta que había llegado al inicio de la pista de terracería, la gente iba y venía en las aceras, algunos establecimientos recién abrían y otros ya estaban atendiendo a sus primeros clientes del día, estaba pensando en visitar la cafetería donde trabajo y comprarme el desayuno, quizá lo tome ahí mismo. Seguía tan distraído que no me percate de una piedra que estaba en mi camino, supongo que es obvio lo que sucedió después ¿verdad? Caí horriblemente sobre la pista, llenando mi ropa y mis manos de tierra debido al impacto.

─Auch...─dije débilmente mientras seguía en el suelo.

─Esa sí que fue una caída, cielos chico ¿En qué estabas pensando? ¿Te encuentras bien? ─dijo un extraño mientras me tendía su mano para ayudar a levantarme.

─Yo... no lo sé, estaba distraído ─dije aceptando su ayuda.

─Bueno, espero que no recientas demasiado la caída ─comentó amigable. Al levantar la mirada y visualizar mejor su rostro, sentí que lo conocía de algún lado.

─Gracias ─respondí apenado─ Por cierto, ¿puedo preguntar cuál es tu nombre?

─Jaja creo que ya lo has hecho antes, así que mi nombre es Emil ─comentó divertido, después de oír su nombre y volver a mirar su cara, todo hizo clic en mi cabeza.

Más vale tarde que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora