El castigo sobre los inocentes.

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Advertencia: Es un capitulo toca temas sensibles, no son totalmente explícitos. Sin embargo, se recomienda discreción.

Nota: Si eres una persona sensible a esto recomiendo solo leer la ultima parte. 

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La ley no escrita que es obedecida por los temerosos, valientes, cobardes, nobles, vasallos, guerreros, buenos y malos es, que quien se encuentra en la deriva al borde de la locura puede ser acribillado sin temor al juicio ajeno. Ciertamente es algo que la gente invento con los años, a fin de cuentas, todo inicio como metáfora y termino siendo un juego de palabras que se reacomodaron y cambiaron con el paso de los años.

Esto deja con una incógnita en la mente de estos cinco en esta lúgubre, fría, húmeda y nada acogedora celda en un dilema que posiblemente termine con la poca cordura que les queda por lo vivido en estos últimos días.

Primero fueron reunidos de manera un tanto peculiar.

El primero fue aquel abanico cayó al suelo por las prisas de querer su libertad arrebatada, saltando por la ventana de un tercer piso, habilidoso como solo es él, toco el piso de manera elegante como si fuese una hermosa garza descendiendo de los cielos para encontrar refugio en la incertidumbre de aquel jardín rodeado de bambús. Fue corriendo alejándose de la protección de esa mansión y termino siendo tomado por la espalda al segundo que puso un pie fuera de aquella reja.

Salir de tu encierro solo para encontrar tu final por un extraño, que al verte desorientado poso una de sus manos en tu boca impidiendo que hagas un sonido al sentir el filo de algo puntiagudo tocando tu espalda.

Fue llevado por la fuerza a un vehículo blanco con vidrios polarizados, no podía pelear, gritar o hacer cualquier cosa que altere a su atacante o ahí quedaría su cuerpo tirado en la cera de esta calle nada transitada. Por cuenta propia fue subido al vehículo y ahí hay más hombres a los cuales solo se les puede distinguir los ojos llenos de odio hacia él o solo es así el gesto que tienen siempre.

Tomaron ambas manos y las amarraron de manera tal que si hacia un solo movimiento de muñeca dolería bastante.

Con los ojos vendados y sin conocer el área por el cual pasaban se empezó a marear por el olor peculiar que llegaba a su nariz, su conciencia fue apagándose poco a poco hasta el punto que no se enteró como es que llego a este lugar para nada elegante o sofisticado.

Una persona encapuchada entro tomándolo del cabello y tirando hacia atrás, no dijo ninguna palabra solo se escuchaban pasos de alguien acercándose.

El silencio y aquellos pasos en aumento fueron una tortura para él ¿Cómo salir de esta situación? Porque no simplemente se quedó en cama ignorando al mundo... Taparon nuevamente sus ojos y fue arrastrado por orden de una voz desconocida.

Sus manos atadas fueron sujetadas por un gancho que colgaba del techo, entonces el silencio enloquecedor de nuevo ataco. Su cabeza estaba por explotar, quería que alguien le dijera exactamente lo que ocurría, sin embargo, todo fue un silencio.

Minutos después una voz gruesa, con un acento peculiar empezó a hablar.

<< Veo que te tienen bien atendido >>

Escucho decir de aquella persona, pero sin poder responder por la mordaza en sus labios solo hizo un sonido que altero el humor de aquel que se encontraba en la habitación.

<< Deberías callar. Al señor no le gusta los esclavos que no se quedan callados >>

Aunque al principio su voz era baja poco a poco fue aumentando la intensidad con la que salían sus palabras hasta que termino por gritar sin razón alguna.

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora