Siempre Tú

Extra: Cuidar de ti (1)

Lan Xichen es el hermano mayor de Lan Wanji al cual protege, cuida y adora, sin embargo, también espera que algún día su pequeño hermano encuentre el amor y para eso él debe de independizarse. Lan Xichen como buen hermano convenció a Lan Wanji para vivir con sus amigos en los departamentos que ofrecen en el campus para los estudiantes.

Siendo sinceros él conoce a sus amigos desde años atrás, fueron encuentros extraños, pero cada uno de ellos es valioso a su manera.

El punto de todo esto es que el joven Mobei Jun, siendo el heredero del Imperio de hielo, una empresa de guardaespaldas, es un trabajo difícil para un joven de esa edad, siendo que Mobei Jun es alguien centrado, capaz de enfocarse en un caso en específico. Así que en el momento que recibió una llamada alarmante de él, opto por no decirle nada a su hermano menor, que disfrutará ese día con su pareja, él estará bien.

-- Xichen ¿Estás seguro de esto? – Lan Qiren parecía presentir algo malo de lo que estaba por suceder, se podía ver en su mirada el miedo por su sobrino.

- Tío, no debería preocuparse – Lan Xichen siempre ha sido sereno y calmado –Hice que no hubiera personas de más el día de hoy. El Imperio de hielo enviara a personas-

Momentos después salió de la oficina de su tío, en uno de los pasillos fue que empezó a escuchar disturbios en la entrada, dando la señal que más temía. Fue de inmediato de regreso con su Tío, también ahí se encontraba su padre.

Para Lan Xichen todo fue tan rápido en un instante, solo pudo mandar un mensaje a Lan Wanji, pidiendo que no regresara por el momento.

Los refuerzos del Imperio de Hielo al fin llegaron, un suspiro apresurado salió de los labios de Lan Xichen que se fue al lado contrario de su tío para despistar a los intrusos. Llegando a su auto fue que se dio cuenta que estaba completamente solo ¿En qué momento se separó de los guardaespaldas? Eso no importaba en este momento. Arranco el auto lo más pronto posible temiendo que alguien empezara a seguirlo.

Para su mala suerte se cumplió, un par de autos lo empezaron a seguir, temiendo por lo que pudiera pasar se desvió por calles poco transitadas. Hasta que una camioneta blindada se frenó frente a su auto, quiso dar marcha atrás, sin embargo, ya tenía compañía del otro lado.

Personas encapuchadas salieron de las camionetas negras con vidrios polarizados, ¡Era su fin!

Un par de hombre armados frente a su auto le gritaron que saliera del auto y que se arrodillara en el suelo. Eso era todo, estaba completamente perdido, su muerte se sentía cerca.

Se arrepentía de no poder presenciar la boda de su hermano, quería estar presente en esa gran celebración, pero ahora...

¡¡ALTO!!

¿Qué fue eso?

Una nube espesa como la neblina de un día de invierno empezó a salir, un hecho meteorológico un tanto extraño. Los tipos a su alrededor se alteraron un momento, pero Lan Xichen lo vio como una oportunidad para salir de ese lugar, estaba seguro que si no lo hacía ahora moriría.

Agradeció mentalmente a la persona o personas detrás de aquella neblina, aunque su celebración no duro mucho, ya que alguien lo delato y empezó a seguir.

A lo lejos se percató que un autobús estaba a punto de salir, el destino era... ¡Qué más da! Su vida está en peligro, ya después se le ocurrirá algo.

Una vez a salvo en aquel autobús se dio cuenta de algo, no tenía cartera, identificación o algo que le fuera útil, hasta su teléfono desapareció. Aún con todo eso Lan Xichen sonrió.

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Un par de horas después estaba en alguna extraña ciudad a un par de horas de su ubicación anterior, estaba confundido y herido. Aunque ciertamente esa herida no era tan profunda como para matarlo, si no se atendía a tiempo podría desfallecer con la pérdida de sangre.

Un pequeño niño de uno 5 o 6 años se le acerco y viendo que este tenía sangre dio un grito alertando a las personas a su alrededor, esas personas lo confundieron con algún ladrón, siendo honestos estaba todo desalineado, sudado, pero seguía siendo alguien hermoso a la vista de algunas mujeres que estaban cerca.

Salió corriendo de ese lugar, alertando a los policías cercanos que empezaron a seguirlo. Se encontró con un parque que era bastante extenso, sin energía se detuvo en un lago dentro de aquel parque. Se limpió con cuidado la zona de la herida y se arregló un poco, viéndose a través del agua, jamás imagino que huiría de los policías en algún momento...

"Parezco un asesino, ¿Por qué diablos hui de esa manera?... Oh Wanji espero que estés a salvo" Pensaba cuando una pequeña niña se le acerco, ofreciéndole el emparedado que sostenía en sus pequeñas manos.

- Toma – Dijo la niña acercándose a Lan Xichen.

- No tienes miedo de mí – Dijo en voz baja para no asustar a la pequeña.

La niña negó con la cabeza, y cuando Lan Xichen tomo el emparedado salió corriendo. Ahora en completa soledad se dio cuenta, el sol se estaba ocultando y él tenía que pasar la noche en aquel parque.

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Los rayos del sol fueron un alivio para Lan Xichen que se froto las manos para entrar en calor, fue una noche horrible y ni a su peor enemigo le desearía algo así. Se levantó del pequeño lugar debajo de los arbustos que uso como techo para no congelarse.

Cuando un pequeño perro se le acerco y comenzó a jugar con él. Por un momento sus problemas desaparecieron, hasta que un joven de sudadera morada se le acerco buscando al pequeño perrito juguetón.

- Discúlpalo, aún es un cachorro – Dijo aquel joven de tez radiante y ojos llamativos.

- No te preocupes, es muy lindo – Dijo Lan Xichen sintiéndose algo mareado, sosteniéndose del árbol cercano.

- ¿Estás bien? ¿Quieres que llame a alguien? – Cuando sus ojos se enfocaron en la herida en un costado se acercó más a él y lo tomo del brazo.

- No, No me siento bien, pero tampoco puedes llamar a alguien... Me están buscando – Explico brevemente Lan Xichen, sintiendo como sus piernas se debilitaban.

- Eres una clase de criminal – Retrocedió aquel joven.

- No, pero quieren matarme y también a mi familia –

- Te llevare a un hospital –

- ¡NO! – Se alteró Lan Xichen tomando ambos brazos de aquel joven siguió hablando – Nadie puede saber dónde estoy-.

- Esta bien, pero déjame cuidar de ti – Dijo posicionando su mano en la frente de Lan Xichen y notando que este ardía en fiebre.

- ¿Cómo... Cómo te llamas? – pregunto con dificultad.

- ... Cheng – Fue lo único que entendió, después de eso todo se volvió negro.