Siempre Tú

Promesa

Esto era el paraíso, el cielo en la tierra, una vista espléndida, contemplar las olas del mar que chocaban contra la arena, el viento húmedo que azota sobre sus rostros, la costa oeste tiene un amplio hotel que renta casas cerca del mar; Lan Wanji escogió una que era la más lujosa y apartada de los demás se encontraba cerca de una zona protegida por su amplia vegetación de especies en peligro.

-Lan Zhan es hermoso este lugar-- Dijo Wei Wuxian asomándose por uno de los balcones.

-Estamos celebrando nuestro primer mes juntos--. Lan Wanji posó una mano sobre la cintura del otro y lo acercó lentamente.

Viendo aquella escena Xie Lian y Shang Qinghua se miraron el uno al otro, se dieron la vuelta y en silencio fueron a dejar sus cosas en una de las habitaciones de aquel lugar.

-Creo que los incomodamos, nosotros también debemos desempacar--. Dicho esto, tomó a Lan Wanji de la mano y con la otra alzó su maleta para ir a la habitación principal la cual es la más grande en toda la casa.

Después de un rato salieron los cuatro a dar un paseo por la playa, vieron un par de tortugas marinas cerca de la costa se acercaron a admirarlas, estas estaban jugando entre ellas.

-No te parece esto muy hermoso Lan Zhan-.

-Por supuesto-. Lan Wanji tomó de la mano a Wei Wuxian, entrelazando sus dedos, aunque sus ojos no se apartaron del horizonte.

Siguieron en su caminata, se sentaron cerca de un pequeño muelle de madera que tenía un bote amarrado, esto le trajo recuerdos a Wei Wuxian de cuando era más pequeño y en un bote recolectaba semillas de loto junto a sus hermanos adoptivos.

Lan Wanji noto que Wei Wuxian no dejaba de ver aquel bote, la amplia sonrisa que surgía de este hizo que una idea brotara de su cabeza. - Wei Ying quieres subir al bote-.

-¿Qué? ¡Oh!, claro subamos-.

Ambos ya en el bote tomaron cada uno un remo, comenzando a alejarse un poco de la costa, veían a los otros dos sentados en la arena.

-Lan Zhan, sabes quede huérfano de niño, mi tío Jiang me crio junto a sus hijos y me trató como a uno más, estoy agradecido no solo con ellos también con Madam Yu aunque siempre me castigue, me dieron un hogar, un lugar a donde volver-.

-Los extrañas-.

Dejaron de remar en cuanto Wei Wuxian empezó a hablar, dejaron los remos a un lado, se veían uno frente al otro, el ambiente era perfecto, una zona tranquila lo único que se escuchaba eran las olas del mar que calmaba el corazón de ambos.

-Por supuesto, hace tiempo no los veo... Creo que tú también los has de extrañar, me refiero a tu familia-.

-Si los extraño, mi tío nos crio a mi hermano y a mi después de que mi madre muriera y mi padre, a él rara vez lo veo-.

-Lan Zhan ambos tenemos un pasado doloroso-. Aunque esas palabras parecieran tristes en realidad lo dijo con una sonrisa, se acercó al otro y le dio un pequeño beso en los labios. - Ahora, Lan Zhan nosotros nos cuidaremos mutuamente, aunque estemos separados de nuestras familias, juntos tu y yo formaremos otra-.

Esas palabras fueron como una melodia, las palabras se convirtieron en miel al entrar en sus oídos, se prometió a sí mismo que mantendría esa sonrisa en el rostro de su amado sin importar cuánto le cueste protegerá, cuidara y amara a este hombre siempre.

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Mientras tanto en la costa dos personas sentadas en la arena construían un pequeño castillo, parecían dos pequeños niños jugando mientras sus padres daban un paseo a solas.

-Shang es muy bonito este lugar, parece sacado de un sueño-- Xie Lian tenía pensado tomar fotos de aquel lugar y mandarlas a San Lang.

Shang Qinghua suspiro, hace bastante tiempo que quería salir de la rutina, estaba atareado por tantas cosas que tenía en mente y últimamente un rey de hermosos ojos azules aparecía en sus sueños.

-Sabes A-Lian e estado pensando en el plan de Shen, podríamos meternos en muchos problemas si nos descubren-- Dijo esto, si pensaba en otras cosas aquel rey no lo atormentaría más.

-Si no lo ayúdanos es capaz de hacerlo solo-.

Aquello era verdad Xie Lian conocía bien a Shen Qingqiu que, aunque pares a desinteresado por lo que sucedía en su alrededor era consciente que quería proteger a aquellos a quien quiere y Luo Binghe era alguien a quien cuidaría sin importar las consecuencias, no importa si debe meterse en un lío tan grande con tal de salvarlo.

No se dieron cuenta que habían pasado ya un par de horas desde que los tortolitos habían zarpado, la marea estaba subiendo haciendo que las olas derribaran el castillo que les tomó horas construir.

-Ya se tardaron-. Dijo Shang Qinghua levantándose. -Crees que tarden mucho, no alcanzo a verlos-.

Xie Lian se levantó y se metió un poco al mar buscando con la mirada al pequeño bote, sin éxito alguno retrocedió, aunque esto le preocupaba sabia perfectamente que Lan Wanji cuidaría perfectamente de su amigo.

-Quizá fueron a dar un paseo a solas y regresarán tarde, será mejor volver y pedir algo para la cena-- Xie Lian camino rumbo a la elegante casa.

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En un restaurante lujoso se encontraban Shen Qingqiu, Liu Mingyan, Liu Qingge y Hua Cheng reunidos en una mesa, había un aire de tensión, los cuatro, aparte de saludarse no habían salido más palabras de la boca de ninguno.

-Así que sales con mi hermana-- Liu Qingge tenía levemente el ceño fruncido, sus ojos no se apartaban de aquel joven de abrigo rojo.

Hua Cheng no se atrevió a decir algo, que pasaba si Shen Qingqiu le contaba esto a su gege, esta de manos atadas ¿Qué se supone que deba decir ahora? se maldijo internamente el haber aceptado.

-Hermano, mejor deberíamos hablar de otra cosa- Liu Mingyan noto la expresión oscura en el rostro de Hua Cheng temía que este dijera que no eran pareja y que sólo aceptó para obtener un favor de ella.

Shen Qingqiu estaba al tanto de que él era dueño de aquel casino en donde tuvo una muy mala experiencia, también es amigo de Binghe por lo tanto sabe de los negocios del otro, tendría que hablar con él para obtener más información para llevar a cabo su plan.

-Así que, Hua Cheng tienes algún lugar mmm no sé, en donde personas con los mismos negocios que tú se reúnen-- Shen Qingqiu dijo tranquilo y desinteresado, asumiendo que sería difícil sacar información de este.

-Personas con los mismos negocios que los míos, ¿Hay algo interesante en ello? - Hua Cheng jugaba con los cubiertos, mientras su mirada estaba fija en Shen Qingqiu.

-Claro, necesito respuestas y yendo a un sitio así es más probable que las encuentre-.

-Binghe podría explicarle mejor-.

Estas palabras pusieron nervioso a Shen Qingqiu, aunque supo disimular y desviando su mirada continuó hablando.

-Es acerca de A-Lian, no quiero meterlo en esto, pero siendo así no podré ayudarle-- suspiro y se recargo en el respaldo de la silla.

Observó cómo poco a poco el rostro de Hua Cheng se fue oscureciendo, como lo pensaba Xie Lian es su punto débil y si este se encuentra en peligro él no dudará en ayudarlo.

Los hermanos atónitos por aquella inusual conversación, se miraron y por un momento quisieron preguntar, eso no sucedió sólo vieron a sus acompañantes levantarse y salir a un pequeño balcón, ¿qué estarán hablando? ¿Desde cuándo se conocen?... Esas y más preguntas pasaban por la mente de ambos, ¡no se supone que estaban en una cita!