Siempre Tú

Despedida

Mobei Jun caminando en aquel sótano donde se encontraba aquel tipo que llevaron hace días, estaba impaciente llevaba bastante tiempo con el interrogatorio, pero, por más que lo golpeara, intimidara o torturara aquel no hablaba. Esto ya era de por sí una situación molesta, pero se volvió peor cuando él empezó a decir cosas sin coherencia.

-Sabes, es muy hermosa-.

Mobei lo volteo a ver, su expresión era ilegible, de cuando acá le preguntó acerca de su vida, eso no importaba para que hablar de algo así. Él quería respuestas de aquellos infiltrados y traidores escondidos entre su gente.

-Es soberbia, cruel, despiadada, inteligente y sobre todo insistente-.

Estas palabras dejaron de parecer algo normal ¿A quién diablos está describiendo? Se refería a su amante, su madre, hermana o sólo a alguna belleza que lo rechazo.

-Te destrozara, como tú lo hiciste con ella-.

Ya no podía más quería saber a qué se refería, lo tomo por el cuello y con tono agresivo exclamó -¿De quién estás hablando?.... Vamos, ¡Habla! -.

El joven cerró los ojos era como si esperara el momento perfecto para despedirse de esta vida, su advertencia ya la dijo entonces ¿Pará qué seguir viviendo?

-No te mataré si eso es lo que estás esperando-- Mobei lo arrojó al suelo y se dirigió a la salida.

Antes de irse escucho al otro decir - Es mejor que nunca ames a nadie o ella los matara-.

Una fuerte risa inundó todo el lugar, su cordura en este punto era cuestionable. Será mejor solo ignorar sus palabras.

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-Entonces, ¿te gusta aquel joven o solo lo admiras? - Xie Lian tenía curiosidad.

Hace tiempo llegó con Wei Wuxian del casino y este les contó de cómo Shang Qinghua estaba babeando por un príncipe (Como le llamaba Shang Qinghua), claro está que él negó eso, dijo solo estarlo admirando.

-Xie, solo lo he visto un par de ocasiones y una vez fui golpeado por él... ¿Cómo me gustaría alguien como él? Solo es admiración, es el tipo de hombre que yo quisiera ser-.

Xie Lian se empezó a reír, vio que las mejillas del otro comenzaron a ruborizarse en cuanto mencionó al ahora llamado rey de hielo.

-No te rías, es verdad lo que digo-.

-Te creo-. Dijo levantándose del sofá -Vamos, A-Xian dijo que quería hacer vóleibol playero-.

Era el último día que estarían en la playa; su estadía fue de una semana, la cual tuvieron libre de escuela y al día siguiente tenían que tomar un vuelo de regreso, así que estuvieron divirtiéndose en la playa todo el día.

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A la mañana siguiente Shen Qingqiu salió de compras sólo, fue a varias tiendas a comprar artículos para su próxima misión, no tenían que esperar más tiempo para actuar pues la información que le fue otorgada por Hua Cheng fue el detonante para que el interés en el aumentará.

Una vez terminadas las compras fue a visitar a Liu Qingge quien hace días estaba disperso según el <entrenando> y desde su salida a cenar no se habían visto, esto ya se había vuelto rutina entre ellos, a veces hablaban y a veces no.

Tocó a su puerta y lo que vio lo dejó impactado, Liu Qingge estaba haciendo maletas y su residencia estaba casi vacía ¿Se iba a mudar y no le mencionó nada?

-¿Qué son estas maletas?-.

-Lo olvidaste, iré a una competencia internacional-- mientras hablaba Liu seguía empacando.

-Cierto, no habías dicho que aún no era seguro -.

-Hablaron ayer, fui aceptado para competir y lo más probable es que sea algo de meses por eso algunas cosas se quedarán en la residencia de mi padre-.

-No me dijiste nada-. La voz de Shen se estaba entrecortando, un sentimiento de confusión y angustia crecía dentro de él y un nudo en la garganta se empezó a formar.

-Te lo iba a decir en cuanto terminará aquí, aunque llegaste antes-- Unos ojos llenos de melancolía y un próximo llanto se avecinaba. -Tal vez llegues a odiarme, no te culpo... Sabes cuánto amo competir y demostrar mi fuerza, no lo diré con rodeos así que debemos terminar nuestra relación, seguir juntos seria impedir tu felicidad y no quiero hacer eso-.

Por un instante pareció que la mano de Shen se cerró completamente dejando sus nudillos blancos de la fuerza que aplicó.

Se tranquilizó y suspirando camino hasta él -Entiendo, te deseo suerte en la competencia-.

Shen Qingqiu lo acompañó hasta el aeropuerto y ahí se despidieron dándose un último beso, el cual fue tierno, sus labios suaves sintieron un ligero sabor salado cuando lágrimas brotaron por parte de ambos, era el final de su historia, se querían, pero, era cierto que estando lejos su compromiso para mantenerse unidos se viera afectado, era mejor terminar en buenos términos.

Un avión alzándose en vuelo marcó el adiós, deseando la felicidad para el otro.