¿Hasta que el divorcio nos separe? [Nejiten]

Capítulo 17

Pasaron los días y los meses.

El embarazo de Tenten seguía en seguimiento por Stunade.

Cuando se le confesó la verdad a la mayor, ella se vio más aliviada en conocer mejor las razones externas de su aborto pasado. Sin embargo, descubrió también que el tipo de sangre de Tenten, O- , era una advertencia.

Por lo general, podría promover al aborto en los determinados meses de más desarrollo entre el 4to y 5to. Ella explicaba que durante la formación del feto, la sangre de la madre casi nunca se mezclaba con la del bebé, cuando ocurría, podría significar un problema.

Si el bebé era Rh+, independientemente de su tipo de sangre O, A, B Y AB, el Rh - de la madre lo podría ver cómo una amenaza, ya que no comparten la misma compatibilidad sanguínea.

Al parecer, como soy Rh+ , el bebé tiene un 50% de probabilidad de ser también Rh+.

Ella explicó que la posibilidad de que haya ocurrido una hemolisis en el feto, provocó la aceleración del aborto. El fármaco pudo haber influido en aquel entonces, pero el  cuerpo de Tenten respondió muy rápido a la necesidad de rechazar el feto, por lo que indicó que su tipo de sangre, Rh -, podría ser otro indicio oculto que provocaría un futuro aborto más adelante si no se trataba con inmunoglobulinas especiales.

Es decir, un tratamiento especial que desactivé la necesidad de la madre de atacar al feto si llegase a ser incompatibles.

El tratamiento idóneo es inyectarse inmunoglobulinas durante cada mes para que pueda vivir un embarazo óptimo.

Por otra parte, después de la separación de Kiba, yo fui el que siempre estuvo allí en acompañarle a los exámenes prenatales.

La primera vez que se inyectó, Tenten se inquietó, y muchas veces llegó al punto de alterarse como la última vez. Temblaba por volver a imaginarse sufrir otro embarazado fracasado.

Le expliqué que eso no iba a suceder, ya estaba en tratamiento, y debía tranquilizarse por el bien del niño.

-- Relájate -- Le propuse -- Todo lo que sientes. Se transmite directamente al bebé --

Ella respiró profundo, pero parecía costarle recobrar la calma -- Siento que... No puedo... Cada vez me pongo más nerviosa a medida que el embarazo transita... --

-- Respira profundo y luego borra cualquier pensamiento indeseable. Drena esa energía --

Ella intentó hacerlo de nuevo, pero había algo que no la dejaba tranquilizarse del todo. Su pierna se volvió más inquieta. Hasta el punto que no parecía controlarlo.

-- ¡Neji! -- De pronto gritó, cómo teniendo una especie de idea inesperada -- Meditación. Ayúdame a meditar. Eres muy bueno en eso, por favor --

No me pareció descabellada la idea. Incluso, vagamente ya había recorrido por mi mente. Sin embargo, la idea de llevarlo a la práctica, sí se me complicaba.

Cuándo éramos más jóvenes. Ella nunca se concentraba. Siempre le decía que la clave para meditar era conectarse con su yo interior y desintoxicar la mente de los problemas.

Cuando intentaba recobrar la serenidad de sus pensamientos, terminaba destruyendo la paz adquirida al quejarse de que estaba aburrida.