- ¿Cómo están los chicos?
— Ah....
Me saca de mis pensamientos por un momento.
— Layla... ¿qué tanto piensas?— Se levanta para colocarse al frente mío.— Tierra a Layla.
— Ya basta, me harás reir.— le sonrío.— ¿cómo logras que cambie de humor?
— Un mago nunca revela sus secretos.- Su aire de grandeza se puede notar desde muy lejos.
— Me preguntaste por los chicos ¿verdad?
— Así fue, ¿qué es de sus vidas?— Se sienta en el césped para escuchar las palabras que saldrán de mis labios.
— Ellos... Ellos te extrañan mucho, ya nada es igual desde que te fuistes.— Coloco mi cabeza en mis rodillas como si fuese una almohada para poder observarlo con más detenimiento.
— ¿Puedes mandarle un mensaje de mi parte?
En ese momento quedé en blanco, nunca antes me había pedido algo así. No sé si tenga el valor como para conceder lo que desea.
— Me tomarían por loca.— Me empiezo a reír.
— ¿Es que acaso uno no puede mandar un simple mensaje a sus seres queridos?
— Ese es el detalle, no sé cómo podrían reaccionar ante tal situación.
Rechino mis dientes, mucho más rápido. En estos momentos mi rostro de debe ver tan estúpido.
— Tienes razón, creo que no mido la situación del asunto.— se ríe a carcajadas y se tira en el césped como si fuese una cama cómoda.
— Es la costumbre sabes, apenas me estoy acostumbrado a todo esto.
— Por favor... no te vayas. Todavía queda un poco más de tiempo, no me dejes sola.
— No llores mi querida flor, esa tristeza no va contigo....
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El prado del olvido. ©️
Randomcada noche Layla se recuentra con su mejor amigo en el prado del olvido, donde recuerdan sus más hermosos momentos de lo que una vez fue, ese mágico lugar para los dos.