— ¿Trajiste lo que te pedí?- Pregunta Damián en modo curioso.— Recuerda que ya no sé cómo se juega
— Jaaaaaaa, no me digas.— Cruzo mis brazos muy seriamente.— ¿No que eras el experto en este juego?
Tomo mis manos y las pongo en mis orejas como forma de burla
— Al joven, hecho de trampa ya no se acuerda.— Le saco la lengua y guiño un ojo.
— ¿quién era la chica que lloraba cuando no ganaba por el don trampa?
Me arrebata las cartas de las manos, y ahora es él, quién se burla de aquello de lo que tanto me daba pena.
— ¡Por favor! Ya quemé esa etapa.
— Ya veremos mi queridísima llorona.
Empezamos a jugar nuestro juego favorito llamado UNO, en dónde el señor que está presente delante de mí. Escondía las cartas en su bolsillo del pantalón y otras veces las escondía debajo de su trasero con la silla. Se pondrán imaginar el olor que quedaba después.
— ¡Eres un tramposo! No vuelvo a jugar más contigo.— Les tiro las cartas.
— No me puedes ganar, ni en esta vida ni en la otra. Ahora soy yo quien te saca la lengua
— No te tolero, me voy.
Cuándo digo eso, en realidad no lo hago. Sólo empiezo un pequeño drama para mí conveniencia. Cómo toda chica que hace eso, no me lo nieguen ustedes también
— Layla, ven acá, sólo es una pequeña broma. No te pongas así.
Coloca un rostro lleno de puchero, sé cuándo le afecta algo o no. Pero en esta situación la tengo que manejar bien
— Veamos...— Me mira con detenimiento Thom.- Comamos un helado aquí.
— Eso es imposible, nada se vende por aquí. Es como buscar ese helado en un Sahara.
— Bueno, está bien. Entonces aquella rosa. La que tanto me gusta. Espero que te acuerdes todavía.
— Como olvidarla, si es tu favorita. Soy el único que lo sabe.
Desborda una gran sonrisa al saber tal secreto.
— Con eso estarás perdonado, pero eso sí. Yo la veo todo el tiempo. Pero no es lo mismo que alguien te lo dé, de corazón.
— Es un trato.
Una flor indomable, aquella que contra viento o lluvia no se caía. Así era ella
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El prado del olvido. ©️
Randomcada noche Layla se recuentra con su mejor amigo en el prado del olvido, donde recuerdan sus más hermosos momentos de lo que una vez fue, ese mágico lugar para los dos.