Dulce melodía.

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— Al fin Llegaste.— Su rostro volteó a verme, mostrándome esa cálida sonrisa que se ocultaba entre la oscuridad.— Pensé que habías olvidado este lugar por conpleto.

— Jamás lo haría, sabía que estarías aquí.— Me acerco para sentarme en el césped y observar las luces de la ciudad.— Después de todo, es tú lugar favorito.

Lo miro a los ojos.


— Lo sé, fue aquí donde guardamos nuestros más valiosos secretos. Por eso lo hace tan especial para mí.— Me mira fijamente para tomarme de la mano y dirigirme la palabra.— Agradezco al mundo por juntarnos nuevamente Layla.

— Sí... yo igual.

Quito mis manos de las de él, para tomar mis piernas con mis brazos.

— ¿Te sucede algo?— Me pregunta desconcertado.— No quise incomodarte Layla.— Su cambio de expresión es tan melancólica.

— No es eso... créeme.— Suspiro melancolicamente.— Han pasado cuatro años desde lo sucedido. Es desconcertante.

— Créeme que lo sé, pero todavía sigo aquí. Tan sólo mira me. Pronto te olvidaras de eso.— Me toma por los hombros para darme un abrazo.

— Qué haría yo sin ti, te necesito tanto....

lo abracé con firmeza para no querer llorar.

El prado del olvido. ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora