Cap 9

239 17 0
                                    


La semana paso rápido, con Milo salíamos seguido a conocer nuevos lugares de Nueva York. Pero seguía completamente raro, no sonreía o me respondía cortante. Pasaba mucho más tiempo con Sasha, algo que me molestada demasiado.

- Hola July. – salude alegre por el teléfono.
- Cariño ¿cómo estás?
- Pues, rara ¿tú?
- Bien. – dijo dudosa. – ¿por qué rara?
- Milo se está comportando raro, nos juntamos, pero, es como si fuéramos completos desconocidos, como si estar conmigo fuera... una perdida de tiempo. O solamente le desagradará.
- ¿Dijiste algo? Quizá comenzó a sospechar.
- Si, hace unos días, en el puente Brooklyn. Entendió mal, intente arreglarlo, pero no me escucha.
- ¿Qué dijiste?
- Que de los errores se aprende. Y el entendió que había sido nuestra relación. Y comenzamos a discutir, desde ese día que se comporta extraño.
- ________, ¿segura que quieres seguir?
- July. – dije cansada. – no he hecho nada, creo que no seguirá en pie, si sigue así es mejor que nos separemos y no le vuelva a hablar.
- Bueno, pero quiero que sepas, que se están haciendo daño.
- Lo sé. – murmure triste.
- Dale, pero cambiando de tema, habrá un baile. – dijo emocionada.
- ¿si? ¿dónde?
- ¡Pues allá! Adam llamó a Logan y le pregunto consejos de chicos. – rió. – para poder invitar a alguien al baile.
- Espera... se lo dijo a Logan ¿y a mi no? – dije ofendida. – tendremos que hablar seriamente, ¡ni siquiera se quién es esa chica misteriosa!
- Jaja, está bien, cálmate. Y bueno, Logan me invito a ir.
- ¡Que bien! – dije contenta. – eso quiere decir, que volverán pronto.
- Si, en dos semanas, pero no quiero ir sola.
- ¿Cómo?
- Se puede ir en parejas o solo. Haya te designan parejas y todo, y bueno, podrías ir.
- No, claro que no, sabes que de los bailes, yo pasó.
- ¡Oh, vamos! Eso paso hace dos años, debes dejar el pasado atrás y vivir el ahora.
- Pero July, sabes que los odio.
- Irás, quieras o no.
- Eso lo veremos pronto. – susurre. – debo dejarte, tengo tarea de Química y Lengua.
- Está bien, yo también, las pequeñas vacaciones se nos acabaron. – rió. – adiós, te quiero mucho.
- Yo igual.

Suspire luego de lanzarme de espaldas a la cama. Por nada del mundo asistiría a aquel baile, ni siquiera estaba informada de que habría uno y aunque July estaba en lo cierto, aquello no podía dejarlo atrás, los bailes o fiestas a las que iba, siempre terminaban mal, o algo siempre pasaba y no quería volver a arriesgarme.

Miré la hora, las cinco con cuarenta y tres minutos. Mi barriga sonaba, tenía hambre, mi madre llegaba tarde los sábados y no quería cocinar.

Tome mi teléfono y algo de dinero para ir al McDonals más cercano. Y el único que había por aquella zona.

Al llegar pedí lo de siempre, solo que ahora, para llevar, no me sentaría sola en un restaurante que estaba casi llena de parejas.

El parque también estaba cercano a ese lugar y un poco de aire fresco no le hacía mal a nadie.

Risas y llantos de pequeños que corrían de aquí para allá. El sonido de algunos pajaritos y gente compartiendo feliz. Pero algo llamó más mi atención, en frente había una pareja, la mujer tenía acorralado al hombre contra el árbol, dejando ver solo la melena de él, una incomparable melena, que reconocería en todas partes.

Milo y Sasha se besaban, mientras sentía como mi corazón se partía en mil pedazos, no podía seguir viendo aquella escena, tome los restos y los tiré con furia en el cesto de desechos mientras me iba rápidamente a un lugar lejos de allí.

Sentí algo que se deslizaba por mi mejilla, toque mi cara y seque una solitaria lágrima, esto no podía estar pasando, no podía estar llorando, no de nuevo, no por él.
Sentí algo que se deslizaba por mi mejilla, toque mi cara y seque una solitaria lágrima, esto no podía estar pasando, no podía estar llorando, no de nuevo, no por él.

Comencé a retroceder, era un hecho, la historia se estaba repitiendo, él había llegado, pero no todo había quedado enterrado, estaba saliendo todo a la luz, atormentándome aquel pasado.

- ¡Ey! – dijo un chico con el que choque.
- ¿Adam? – pregunte girándome a él.
- ¡______! ¿Qué te pasa? – pregunto preocupado al ver mis lágrimas.
- No lo sé, llévame de aquí, por favor.

Mi estado: shock. No podía hacer nada, solo procesar una y otra vez a Milo besando a Sasha.

Adam me miró dulcemente y tomo mi brazo dirigiéndonos a su auto. En el camino no dijo nada, pues sabía que en ese momento, hablar era lo último que quería –podía- hacer.

- ¿Quieres decirme que ha pasado? – lo miré, nuevamente mi vista se nublo.
- Yo... otra vez él Adam, otra vez. – en su mirada había confusión. Respiré fuertemente. – Estaba en el parque, Milo y Sasha se estaban besando. Mi corazón se rompió en mil pedazos, Adam.
- Pensé... pensé que todo estaba olvidado. – susurro él.
- Estaba.... – murmuré. – no se que me ha pasado, lo reconocí inmediatamente. No creí que alguna vez se podría relacionar con Sasha, con gente como Meg nuevamente, pero me equivoque, sigue siendo el mismo. – dije con un hilo de voz.
- No deberías ponerte así, las personas son siempre igual, nunca cambian. – sonreí cínicamente.
- Lo sé, he tenido varias experiencias ya.
-Milo, puede que haya cambiado un poco, pero la atracción de un hombre a una mujer, jamás cambia. Sasha es una chica guapa, tu igual, ambas lo son. Pero se ve que le gustan las plásticas.
- ¡Que asco!
- No deberías dejar que te afecte.
- No puedo luchar contra eso.
- ¡Claro que puedes! – exclamo. – una persona no comete los errores dos veces.
- No te comprendo.
- Puede que con esté plan te vuelvas a enamorar, o ya lo estás, pero jamás te enamoraras como siempre.
- ¿Pero que pasa si nunca lo he dejado de amar? – admití.
- Te será más fácil.
- ¿Cómo dices?
- Espera a juntar cosas que te hacen daño. Lo de hace dos años, lo de ahora, de cuando lo haz visto luego de todo ese tiempo, la sed de venganza será cada vez más grande.
- ¿Qué pasa con mi corazón? – pregunte luego de un rato. – eso me hará daño, ya lo haz visto.
- Una pregunta, ¿qué pasa cuando alguien sufre por otra persona? Te dan ganas de pagarle con la misma moneda.
- Si.
- Entonces.... ¿no te gustaría hacer sufrir a Milo?
- Ya te lo he dicho Adam, claro que sí, pero si esto se me devuelve. Te mataré. – el rió.
- Está bien, pero recuérdalo, mientras más sufres, más sed de venganza tienes.
- Pero algo debes recordar tú también, todo se devuelve. – me miró.
- Si, pero está vez es a él, no a ti.
- Eso estamos por verlo.

- ¡Se estaban besando! No puedo creerlo, jamás pensé que Milo volvería a caer ante una arpía.
- ¿Qué esperabas? Es Milo, pero ¿por qué te afecta?
- No me afecta, solo estoy impresionada. – mentí.
- Eres una mentirosa de primera. ¿Estás celosa?
- ¡Claro que no! Solo estoy... impresionada. – repetí. – como te he dicho.
- Está bien, te creeré. – rió. – cambiando de tema. Logan tiene ya las entradas y tu mascará la deberás ir a buscar pasado mañana, a Central Park.
- ¿Será en Central Park?
- Si ¿asombroso, no?
- Si, eso creo.
- No te escuchas tan emocionada.
- No, claro que no, iré solo por ti. – bostecé. –
- Bueno dormilona, hablaremos mañana. Duerme bien, te quiero.
- Yo igual. – tiré el teléfono al sillón y camine a la cocina a buscar un vaso de leche.

La cortina de la ventana estaba corrida, dejando ver un auto negro y por el, saliendo un apuesto hombre. ¿Qué hacía aquí?

...

Patito Feo (Milo y tu) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora