Patito Feo (Milo y tu) Adaptación

24

Ya eran novios, la apuesta estaba completamente ganada, sólo faltaba el día del baile para obtener a Claire y los tres mil dólares.

- ¿Qué te dijeron? – pregunto Milo, cuando _________ se giro luego de haber guardado el teléfono en el pequeño bolso azul conjunto con el vestido.
- Pues, que no hay problema. – _________, miro al suelo, su madre estaba con otro hombre, esa voz que se había escuchado allí no era la de su padre.
- ¿Qué sucede? – saco a ________ de sus pensamientos.
- Nada. – contesto ella aun sin mirarlo, le dolía saber que su madre le era infiel a su padre. Pero no podía sacar conclusiones aun, si no era lo cierto.
- No te creo. – levanto del mentón la cara de ________ y pudo ver pequeñas lágrimas resbalar por sus mejillas. Se veía completamente adorable con todo su pelo mojado y alborotado, sin una gota de maquillaje, sus ojos cristalinos y el pequeño rubor que había en sus mejillas. - ¿Qué sucede?
- Mi madre. – dijo con hilo de voz, aguantando el llanto. –
- ¿Qué pasa con ella?
- Estaba con otro hombre. – su voz se quebró y ya no pudo aguantar más, abrazo a Milo y lloro en su hombro, él la atrajo más con sus brazos, dándole la confianza y apoyo que necesitaba en este momento.

_________ solo lloraba abrazada a Milo, mientras él se meneaba lentamente de un lado a otro, tratando de tranquilizarla. Lloraba desconsoladamente y la entendía, habían hablado semanas antes de sus vidas y ella le había contado la relación de sus padres. Era una chica la cual sufría y demasiado, y él estaría por aplicarse a ese sentimiento.

Camino con ella aun abrazados y entro a una de las habitaciones, donde se recostaron ambos, estaría con ella hasta que parará de llorar y se durmiera tranquilamente. __________ tenía su cabeza apoyada en el pecho de Milo, no solo lloraba por la infidelidad de su madre, si no por todo. También lloraba de alegría, al fin era la novia de Milo y ya no lo podía ocultar, se había enamorado completamente de él, de su personalidad, ojos, sonrisa, cabello, absolutamente de todo lo hermoso que tenía Milo Manheim .
La respiración de ________era calmada por lo que Milo supo que estaba completamente dormida, aún con ese mojado vestido, pero la dejaría dormir y luego le daría algo para que no se enferme.

Se dispuso a salir cuidadosamente de la cama. Beso la cabeza de ________, y se trato de levantar, pero las manos de _______ lo sujetaron fuertemente.

- No te vallas. – le pidió _________, mirándolo a los ojos. – no me dejes sola por favor. – murmuro.
- No lo haré. – sonrió besando los labios de __________.

Ella no había estado dormida, solo se había tranquilizado y ahora solo pensaba en ellos.

El beso al igual que antes se intensifico, y ambos se besaban dulce y apasionadamente. Se estaban demostrando todo el amor que tenían, en tan solo un beso.

Milo se subió encima de _________ cuidadosamente. Y comenzó a subir el vestido que le llegaba a medio muslo. Acariciándole las piernas de arriba hacía abajo, causándole escalofríos por todo el cuerpo a __________. Ella se divertía besando con pequeños, húmedos y sonoros besos el cuello de Milo.

Milo paso una mano por la espalda de _________, separándola un poco del acolchado para poder bajarle cómodamente la cremallera del vestido. Pero antes de comenzar a hacerlo. Se separo de ___________ y la miro.

- ¿Estás segura, princesa? – pregunto respirando agitadamente, __________ solo lo miro, analizando lo que podía pasar y en respuesta, lo beso, diciéndole con eso, que lo amaba y le encantaría darle lo más preciado que tenía a él.

Milo comenzó a bajar la cremallera del vestido azul, lentamente. Mientras daba pequeños besos en el cuello de ________. Una vez toda bajada la cremallera, Milo comenzó a bajar los tirantes lentamente deshaciéndose de está prenda, que en este momento incomodaba.

La desnudó. Sin dejar de besarla. Ella le quito la camisa y los pantalones. Tuvo el placer de contemplar el bello cuerpo de Milo. Era completamente perfecto.
Milo sonrió y volvió a besarla, colocándose entre sus piernas. Sólo faltaban los boxer de Milo, para que ambos estuvieran completamente desnudos.

En un rápido movimiento ella fue la que llevó el mando de la situación y quedo encima de él. Besándolo, acariciándolo, sintiendo el placer, con el, con Milo.

Milo desde allí tenía una asombrosa vista de la hermosa mujer que era _________, así, desnuda, mostrando su bien formado cuerpo, sus mejillas ruborizadas, su cabello despeinado y alborotado era la mujer más bonita; perfecta que había visto en toda su corta vida.

_________ estiro su mano hasta tomar el elástico del boxer de Milo para comenzar a bajarlo, pero unas manos la detuvieron. Milo tenía que estar seguro de que _______ quisiera dar este paso tan grande y con él.

- _______..____. – respiro agitadamente. – no quiero hacer algo que tu no quieras. ¿Estás segura?
- Si Milo. – sonrió _______. – quiero dártela a ti, quiero que seas el primero.
- ¿Por qué? – pregunto. –
- Porque te amo. – lo beso, y Milo, ya estaba seguro, él también quería darle a ella lo más hermoso que tenía. ¿Por qué? ¡joder! Ya no podía esconderlo más, la amaba, estaba completamente enamorado de _______, patito, su apuesta. Estaba enamorado, de su apuesta.

Milo se posiciono arriba de ella, ayudándola a deshacerse de esa pequeña prenda que cubría el cuerpo de Milo. ________ abrió un poco las piernas para una mejor posición para Milo y él, lentamente entro en ella.

**

Las respiraciones estaban calmadas. Ya no era virgen, estaba enamorada y todo eso, era de él. Su virginidad, su corazón y su alma eran solamente de él, de Milo. Él chico que le había cambiado la vida, que la había hecho mirar la vida de otra forma, él chico que se había robado su corazón.

- Gracias. - _________ levanto la cabeza.
- ¿Por qué me das las gracias?
- Por todo lo que haz hecho por mi Milo. – lo miró a los ojos. – por hacerme sentir respetada y amada. – Milo sonrió, a medias. Ahora si que era una completa basura. Pero ya nada importada, solo ella. Le importaba una mismísima m¡erda la apuesta, Meg, todo. Estaba enamorado, de la chica más espectacular que pudo conocer. Y eso era lo único que importaba.

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