Cap 4

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La camarera llegó, _________ tomo lo que había pedido y salió disparada de aquella cafetería, los recuerdos le estaban jugando en contra.

- Bueno. – dijo Milo cuando la alcanzó. – ¿Puedo terminar ahora?
- Claro. – dije sin mirarlo.
- Yo había hecho aquella apuesta con el motivo de ganarme el auto _________, pero me enamore de ti.
- ¿Por qué no la acabaste? – pregunte sin entender. –
- Porque tenía miedo.
- ¿A qué? ¿A qué se burlarán de ti por enamorarte de patito?
- Si. – musito. – pero también, no podía abandonar. No sabía lo que me pasaba.
- No estabas enamorado, jamás lo estuviste.
- No _______ yo si lo estuve y mucho.

«Si lo estuve y mucho»

Palabras que me rompieron el corazón ¿por qué? Eso ya había pasado y yo me sentía completamente igual respecto a Milo.

- Lloré al saber que te habías ido. – dijo con dolor. – te llame miles de veces, le pregunte a July también miles de veces, jamás me he cansado de buscarte.
- ¿Meg tuvo algo que ver en la apuesta? – pregunto ignorando la confesión anterior, me dolía.
- No. – susurro. – ella se entero un día, estaba obsesionada conmigo, por eso te hacía la vida imposible, al enterarse de que estaba locamente enamorado de ti, creo aquel plan. Siempre te tuvo envidia. .
- Yo...lamento si te hice daño.
- Yo también y espero que me perdones.
- Está bien. – mentí. – a quedado todo olvidado. – sonreí falsamente. – sin rencores.
- Sin rencores. – repitió él, con una hermosa sonrisa.
- Bueno, mira la hora, debo terminar la tarea. – mire el reloj. – hablamos otro día. – besé su mejilla y comencé a caminar, pero su brazo, otra vez impidió que siguiera.
- ¿Podemos ser amigos?
- No lo sé, veremos que nos deja el tiempo. – sonreí, él solo agacho la mirada y soltó su agarre.

Cerré los ojos, y comencé a caminar nuevamente, la casa de Adam quedaba a unas calles de aquel parque, tenía una idea y esperaba que él tuviera alguna.

Golpee la puerta dos veces. Y un dormilón Adam, la abrió.

- Hola ______. – se hizo a un lado para dejarme pasar.
- Hola dormilón. – reí, talló sus ojos, sentándose en el verde sofá.
- No sé que sucedió, estaba pensando... – lo interrumpí con una larga carcajada.
- Lo...lamen...to. – dije entrecortado. – puedes seguir.
- Estaba pensando en lo que me dijiste y se me ocurrió algo.
- ¿Sí? – pregunte interesada, acomodándome en el sillón. – ¿Qué se te ocurrió?
- Que tal una venganza.
- ¿Venganza? – pregunte confundida.
- Claro, que tal si es tu turno de jugar. – sonrió. – claro, sin premio ni nada de eso. Pero, jugaras con él, como él lo hizo contigo.
- No puedo Adam, le dije que sin rencores.
- ¡Por favor _______! – exclamo. – será solo un juego, si quieres, luego de que haya pasado el tiempo, te separas de él y no le tomas atención.
- No creo...
- ______, me pediste ayuda, y está es, no creo que haya otra mejor.
- ¿Qué propones?
- Que te acerques a él, que seas su amiga, dejando todo en el pasado y que, supongo que sigue enamorado de ti, lo seduzcas y luego, lo botas como él lo hizo contigo. ¿Qué te parece?

¿Qué me parece? Horrible, completamente horrible, yo no soy de las personas que les guste la venganza, pero aquel plan se veía tentador.

No estaría mal jugar un poco.

- Está bien. – suspiré. – unos días de prueba, si no me gusta, cancelamos el juego.
- Claro. – sonrió Adam.
- Quedará entre ambos.
- ¡Sí! ¿A quién se lo diría? ¿Sasha? Ni loco. – rió.
- ¡Que alguien me diga que esto está mal por Dios!
- Dile a tu madre. – lo miré mal. – mañana comienza, preparación, día uno. Estate preparada.
- No lo estaré jamás. – dije asustada.
- Tranquila, que la venganza, recién comienza. Una venganza. No lo había pensado, claro, había pensado algún plan menos inofensivo pero jamás aquello. Si bien Milo jugo con ella, no tenía porque pagarle con la misma moneda, pero aquel plan se veía tan tentador y más ahora que tenía a todos los hombres comiendo de su mano.

Pero eso no era algo de lo que debía aprovecharse, es más, no le gustaba. Siempre había sido la rechazada y le gustaría volver a serlo, pero simplemente era demasiado tarde.

Aquel sentimiento de lo que haría seguía rondando por su cabeza, debía contárselo a alguien. Adam era malvado, amaba estás cosas y él jamás diría que una cosa así, estaba mal. No podía decírselo a su madre, no claro que no, no le diría «mamá, te quería preguntar si esto estaba bien mira, ¿recuerdas por qué nos mudamos? Ya, hemos pensado con Adam que haremos una venganza ¿te parece?»

Era completamente absurdo algo como aquello, su madre le diría que estaba mal y le diría que arreglará las cosas con él y blah, blah, blah.

Por otro lado estaba Logan, si le decía, era capaz de viajar hasta acá y matar a Milo o amenazarlo de que no se me acercará, y July, la única opción, pero si lo hacía, rogaba a Dios que no le dijera nada a su amigo.

- ¿Qué pasa? – contesto July desde el otro lado de la línea.
- Woo, que humor. – bufé.
- Lo lamento, me fue mal con un examen y le he echado bronca a todos, con Logan estoy enojada. – sonreí, algo que me beneficiaba. –
- Oh, lo lamento, pero no deberías pelear con todos.
- Lo sé, pero me conoces. – rió. – bueno, ahora hablemos de lo que te pasa.
- Pues. – suspiré. – cómo te he dicho, hable con Milo.
- Si. – pareció interesada. – ¿qué paso?
- Pues, hablamos, nada interesante.
- Claro nada interesante. – repitió irónica. – dime ¿Arreglaron algo?
- Claro que no, como crees, hablamos del pasado, lo aclaramos, pero ese no es el punto.
- ¿Entonces?
- Pues... – repetí. – conoces a Adam.
- Por supuesto, tu amigo de la mente loca. – reí, le había contado muchas cosas a July sobre Adam.
- Si él, se le ha ocurrido un plan.
- Uh, un plan. Quiero escucharlo. – note como su voz cambió, parecía interesada en escucharlo.
- Que jugará con Milo como él lo hizo conmigo. – le conté.
- ¿Qué? – pregunto confundida.
- Eso, que hiciera lo mismo que Milo hizo conmigo, que él no era el único que podía hacerme sufrir.
- Pero... ¿sabes que eso no es correcto?
- Claro que sí, por eso te he llamado. ¿Qué piensas?
- Que está mal, claro, pero...sabes, con todo esto no puedo pensar bien. – rió. –
- Está bien ¿te llamo luego?
- Mira; cómo mañana estamos a viernes y tengo dinero ahorrado ¿Te parece si viajo a Nueva York?
- ¿En serio? ¡claro que sí! Te esperaré con ansias. – dije contenta. – y también, trata de arreglarte con Logan y traerlo. – bromee. – los extraño a ambos.
- Nosotros también. – pude sentir su sonrisa. – iré a su casa, nos vemos mañana.
- Claro, mándale saludos.
- De tu parte, adiós, te quiero.
- Yo igual. – colgué.

La idea de que July viniera a Nueva York era perfecta, me ayudaría a pensar mejor en que hacer.

¡Está bien! Ya no hay marcha atrás, acepte el reto de Adam y lo haré, tengo una semana de prueba y no la desaprovecharé, Milo no es el único, que sabe jugar.

..

Patito Feo (Milo y tu) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora