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- Me fascina. – respondió mirándolo, se lanzó a sus brazos dándole un ligero beso en la comisura de los labios, Milo sonrió y la atrajo hacía él, para poder besarla.
- Bueno, ahora, entremos. – ________ rió, y corrió junto a Milo hasta la taquilla para poder comprar los boletos.

La rueda se veía desde aquí, a ___________ era lo que más le encantaba, esa sensación de tranquilidad, de libertad, de romanticismo –a lo que cada carrito tenía forma de corazón, especial para una declaración o cualquier proposición– pero ella sabía que ese no era el porque habían venido aquí.

- ¿Cuál primero? – pregunto Milo una vez que habían entrado al inmenso parque, abrazando de la cintura a ________.
- ¿Seguro? – pregunto _______ mirándolo maliciosamente, siempre le habían gustado los juegos con más riesgos y justamente elegiría esos primero. Los otros eran para chicas como Meg y sus esclavas.
- Tu cara me asusta preciosa. – dijo Milo asustado, ella rió. –
- No tiene porque. – tomo la mano de Milo. – ven. – corrió junto a él a la montaña rusa.

Estuvieron aproximadamente dos horas subiéndose a casi todos los juegos, tocaba la rueda, estaban cerca de una, pero había una pequeña caja para sacarse fotografías, siempre había querido estar dentro de una, tomo a Milo de la mano nuevamente y se acercaron.

- Me gustaría esto. – dijo como una niña pequeña. Milo rió, mirándola dulcemente
- A mi también. – entraron a la caja, Milo inserto una moneda, con la cuál podrían sacar cinco fotos.

La primera; ambos estaban abrazados y Milo besaba la mejilla de _________, en la segunda pasaba lo mismo, pero ahora _________ besaba la mejilla de él. La tercera; salían besándose, la cuarta, ambos salían normales sonriendo y en la última, Milo quito los anteojos de _______, quería una foto de ella, sin aquellos feos aparatos, que estaban ocultando la belleza que _________, tenía.

Al salir, ambos reían, se habían divertido. Había sido divertido.

Tomaron las fotos y comenzaron a observarlas, _________ estaba maravillada, salían perfectamente, hasta tuvo un pensamiento de que no se veían mal como una pareja.

- Yo quiero está. – dijo cortando aquella donde salían sonriendo, tal y como era ella. Con sus anteojos.
- Está bien, yo me quedaré con estás. - ________ sonrió, le había encantado esa fotografía, la mandaría a aumentar y la pegaría en su pared, recordando aquel momento.
- Y bueno. – comentó balanceando las manos las cuales se encontraban tomadas. – ahora ¿Dónde iremos?

Milo sonrió, al frente de ellos estaba la 'Gran rueda de enamorados' no era la propuesta que debía hacerle en un lugar como ese, pero tenía el perfecto lugar donde pedirle ser su novia. Y no era ahí, pensaba en algo más, romántico.
- Que te parece, si nos subimos a eso. – apunto la rueda. –
- Me parece fantástico. – sonrió. Milo dejo que _______ subiera primero al carrito, cómo siempre, un caballero.

Una vez que ya la rueda se ponía en marcha para subir, ambos se sentaron en sus asientos, el suave balanceo que hacía, daba un momento de tranquilidad. La vista era de verdad hermosa, se podía ver toda la ciudad desde aquí, también, la puesta de sol, una hermosa puesta de sol, que adornaba ese maravilloso momento.

Cuando ya estaba detenida, frente a casi toda la ciudad, ___________ se sintió poderosa, tenía todo el mundo –literalmente– a sus pies, ahora no era Meg la reina, si no ahora era ella. {Pero, en su propio mundo}

Milo tomo la mano de _______, para que ella lo mirara. Se sentía nervioso ¿por qué? No le pediría matrimonio, o ser su novia, era sólo una simple invitación a un baile, una simple premiación por haber ganado una apuesta. Sólo era eso.

- ___________. – comenzó a hablar. Ella lo miró atentamente. – verás. – se paso una mano por el cabello.
- Sólo dímelo Milo. – dijo ella divertida. –
- Bueno, se que no es el mejor lugar para está propuesta, pero quería saber más de ti y tus gustos. – resopló, estaba desviándose algo del tema –
- ¿ Milo?.
- Ok, quería saber si quisieras ser mi pareja para el baile de graduación ¿aceptas? – _______, lo miro, era una diez por ciento de probabilidad que ella asista a ese baile acompañada, pero esos diez por ciento, ya no existían, iría al baile y con Milo Manheim.
- Claro que acepto. – ambos sonrieron, Milo abrazó a _______ por la cintura, atrayéndola hacía él, para que pudieran disfrutar de la magnifica vista que tenían frente a sus ojos.

_________ se la había pasado muy bien, ya no había duda, se estaba comenzando a enamorar de Milo, ya no era atracción, era algo mucho más grande que aquello, pensaba cada momento en él, el brillo que tenía en sus ojos cuando hablaba o escuchaba algo sobre él, esa necesidad de estar juntos siempre y ese sentimiento de protección y... amor que él le daba, hacían que ella se comenzará a enamorar de ese dulce y bello chico llamado Milo Manheim, el chico más popular de la escuela, el ex novio de la maravillosa y guapa capitana de porristas, Meg. Él chico que hace un mes y medio se le había acercado porque quería remediar todo aquel mal que le hizo, ahora, la estaba enamorando, cada vez más de él.

Una semana y dos días para el baile.

- Hola preciosa. – la saludo July, sentándose a su lado en filosofía, ya era costumbre que la saludará así, con adjetivos como; preciosa, hermosa o solamente '______'.
- Hola July. – sonrió. – y, ¿qué tal tu cena ayer? – July se sonrojo. –
- Estupenda. – musitó. _______ sonrió –
- Deberás contármelo todo y ahora no te me escaparás. – amenazo mirando a July amenazadoramente.
- Okay, okay, está bien. Luego hablamos. – dijo July divertida.

En todo este tiempo se había reservado que pasaba entre ella y Logan, al igual que su amigo, que cada vez pasaba menos tiempo con él.

__________ estaba en el jardín que tenía aquel campus del instituto, esperando a que July apareciera, había quedado con ella que se juntarían ahí para conversar, pero no había llegado, se le había vuelto a escapar. Rió para ella y se levanto para irse, pero alguien estaba frente a ella, mirándola seriamente.

- ¿Qué quieres? – pregunto duramente, ya no le tendría miedo.
- Ou. – musito Meg. – vine a hablar contigo ¿no es obvio?
- ¿Qué quieres Meg? – volvió a preguntar. Meg sonrió irónicamente.
- Ya te lo dije y déjame advertirte. – se acerco a _______. – no porque Milo sea tu amigo, me trates así, que te quede claro que aquí tu no eres n-a-d-i-e. ¿Entendido? - _________ asintió, algo temerosa. -
- Ya dime que quieres.
- Supe que irías con Milo al baile ¿es cierto?
- Si. – contesto seriamente. Meg solo sonrió. Y se acerco nuevamente a ella.
- Mira patito, no se que m¡erda le hiciste a Milo para que se acercará a ti y tuviera la iniciativa de hablarte, pero que te quede claro que Milo es mío. Y tú no me lo quitarás.
- Milo jamás ha sido tuyo, Zoe, él no es de nadie y tiene derecho de estar con quién quiera, tú no puedes decidir por él.
- Ya te lo dije, patito. – remarco la última palabra. – No puedo pensar, que creas que puedes tener una oportunidad con Milo, no eres su tipo, bueno él de nadie. – rió, haciendo sentir mal a ________. – no te hagas esperanzas.

Y sin nada más que decir, se dio media vuelta y se retiró de ahí, dejando de nuevo a _________ con un dolor en su corazón, tenía razón ¿quién querría a una chica como ella?

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Patito Feo (Milo y tu) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora