Cuando todo comenzó

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   Cuando ya había llegado el día de la graduación mi corazón latía a millón como un motor, porque ya iba a iniciar el nuevo capítulo de mi vida, iba a poder emprender esa carrera de escritor y artista que tanto anhelaba. Y antes de seguir cayendo en la profundidad de mis pensamientos y ansias a cerca de mí futuro, vi una cara similar, la cual no lograba recordar de dónde la conocía, o si también estudiaba en la misma universidad en la que yo estudié estos 4 años, pero cuando observe con atención su vestimenta, notaba que tenía la misma bata de color rojo que yo llevaba puesto, con su gorro de graduación el cual se notaba que lo había diseñado ella porque tenía un diseño de lechuzas estampado a mano, el cual los otros gorros de graduación no tenían. Tenía un hermoso cabello ondulado con un tono café, pero cuando le pegaba la luz, se cambiaba a un tono castaño unido con un leve pero hermoso color vino tinto.

Cuando iba acercarme para conocerla y averiguar ¿el por qué me parecía tan similar su mirada que me daba una sensación de calidez?, se me dificulta ya que nos separaban mil personas ansiosas por conseguir sus metas. Aunque esas mil personas nos dividían, seguía tratando de avanzar para poder charlar con esa chica desconocida. Mientras me acercaba cada vez más a ella mi corazón latía muy fuerte y no lograba comprender ¿por qué me sentía así por alguien que aún no he conocido?, pero así me sentía, tonto y desorientado por esa chica que estaba allí, tan cerca de mí. Cuando ya estaba a punto de llegar noté que ya se iba a ir y en el fondo de mi corazón sentía que si no lograba hablar un poco con ella para poder pedirle su número y estar en contacto, pasarían años para poder volver a verla, así que aceleré el paso. Cuando al fin logré llegar a donde se encontraba, vi que su rostro derramaba lágrimas de dolor, y en su mirada tan perdida esparcía angustia y pesar, así que opté por preguntarle...

-"Hola, tal vez no me conozcas, así que me presentaré primero, soy Juan Félix Hernández, y sé que no me incumbe y nada porque nos acabamos de conocer, pero me angustie al verte llorar y ver que te ignoraban, así que vine a saber en qué te podía ayudar." -

Antes de responderme secó sus lágrimas para que nadie más notara que estaba llorando y no le hicieran esas preguntas tan tontas que la sacaban de sus casillas, como por ejemplo "¿estás llorando?". Entonces me respondió

- "O, hola, yo soy Emily Hernández Rocío no sabía que alguien había notado que estaba en uno de mis peores momentos. Y respondiendo a tu pregunta, La ayuda que necesito dudo que me la puedas dar."-

- Al menos déjame tratar deayudarte en lo que pueda, ¿pero solo si tú quieres? por un momento no dijonada, después de unos 2 minutos me hizo un leve gesto con la cabeza acertando ami petición. "-        

DistorsiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora