Capítulo 2- La despedida

2.6K 182 18
                                    

Elsa estaba acostada en su cama, dormía tranquilamente, sus cabellos rizados por la trenza resbalaban en su almohada. Finalmente abrió los ojos y éstos brillaban hermosamente. Se levantó muy temprano, eran alrededor de las cinco de la mañana, y se colocó una bata azul rey con adornos dorados. Se dirigió a su tocador que tenía una foto de ella y de Anna comiendo un pay de fresa, se peinó su cabello y se realizó la misma trenza de siempre. Al ir a su guardarropa tenía elegantes vestidos, aunque tomó una camisa blanca, unos pantalones, un par de botas negras con tacón bajo.

Salió de su habitación, caminaba por los pasillos del castillo y se sentó en el trono. Suspiró hondo y le temblaban las manos; miró el gran salón, estaba solo y callado, cerró los ojos y se mordía los labios. Escuchó unos pasos y se sobresaltó, abrió los ojos y vio a Kristoff llevaba una bata de terciopelo rojo y una pijama blanca con pantuflas blancas.

-¿Qué haces aquí tan temprano?-

-Creo que debería hacerle la misma pregunta su majestad-

-Por favor Kristoff, deja las formalidades-

-Está sentada en trono, debo hablarte formalmente- Elsa se paró del trono y se colocó a un lado de Kristoff- Ahora Elsa, ¿Por qué estás en el gran salón tan temprano? Se supone que partes hasta las ocho de la mañana-

-Estoy un poco nerviosa y quería despejarme-

-No estás nerviosa Elsa, tienes miedo-

-Supongo-

Kristoff tomó la mano de Elsa e inclinó un poco la cabeza

-Anna y yo sabemos que estaremos solos en el reino, también tenemos miedo porque no sabemos si lo podremos gobernar de la manera que tú lo haces, créeme que podremos lograrlo, mientras tanto te deseamos mucha suerte-

Soltó su mano y estaba a punto de salir, pero Elsa con los puños cerrados volteó a verlo

-¡Kristoff!- Éste volteó tomando la puerta ya abierta-¡Muchas gracias, sé que podré lograrlo!-

Entonces él solo sonrió y cerró la puerta.

Las siete dieron en el reloj y todos ayudantes del castillo ya estaban levantados realizando sus labores en el castillo, Elsa estaba en el muelle viendo como estacionaban por así decirlo el barco en donde ella viajaría, llevaban cuerdas dentro del barco una y otra vez, todo lo necesario para el producto de Burgess.

Dieron las ocho, mientras tanto en el castillo de Arendelle, Anna se estaba arreglando para despedir a Elsa, llevaba un vestido rosa con adornos plateados en el pecho, utilizando una bufanda para el frío.Kristoff se vistió con un traje formal negro y se colocó su medalla de proveedor de hielo de Arendelle, Anna abrazó a Kristoff y él a ella.

-Estará bien Anna- Se separó de Kristoff y le sonrió- Vamos por Sven y Olaf-

Fueron al establo y había una casa peculiar, se me olvidó mencionar que Elsa le hizo una pequeña casa a Sven y Olaf, ya que querían convivir juntos por ser grandes amigos, su casa era azul y blanca. Kristoff tocó a la puerta y en la entrada decía disfruta el verano y las zanahorias.

-Olaf y Sven, vamos a despedir a Elsa-

Salieron de inmediato por la puerta y sobresaltaron a Anna y Kristoff que casi caen al suelo

-¡Esto es genial! ¡Elsa tendrá una gran aventura!- decía Olaf con alegría

Subieron en Sven y se dirigieron al muelle, había demasiada gente que casi no podían pasar, pero el reino les abrió paso y se acercaron a Elsa. Bajaron de Sven, Kristoff bajó primero para ayudar a Anna a bajar, después Olaf saltó al suelo. Anna corrió tras Elsa, cuando Elsa volteó la recibió con un abrazo cálido.

-Elsa, buen viaje-

-Gracias Anna, sé que podrás gobernar a Arendelle-

Se dejaron de abrazar y Kristoff se despidió formalmente con la mano, pero Elsa lo acercó y lo abrazó, Anna se reía detrás de Kristoff. Seguía el turno de Olaf y Elsa se hincó, Olaf la abrazó muy fuerte, Elsa tuvo que toser, se separaron y Elsa le sonrió. Sven se acercó a Elsa y le dio una buena lamida en la mejilla, Elsa se rió y acarició a Sven.

-Es hora de irme- subió al barco lentamente y miró a todo el reino de Arendelle que la acompañaba en su despedida- Dejo a mi hermana Anna y a su esposo Kristoff a cargo, sé que podrán gobernar como se debe, los extrañaré demasiado pero créanme que es lo mejor para Arendelle-

Todo el reino aplaudió y gritaban Viva la reina Elsa, el capitán dio la orden para zarpar, unos ayudantes del reino quitaron la tabla de madera que unía el barco con el muelle, levantaron el ancla, el barco comenzó a moverse y se separó del muelle, Elsa se separó de la orilla del barco. Anna corrió siguiendo el barco.

-¡Anna!- gritó Kristoff

Anna corría y no se detenía, iba a la par con el barco; Elsa se dio cuenta y corrió a la orilla del barco (babor), estaba asustada.

-¡¿Anna que estás haciendo?!-

-¡No puedes dejarme Elsa!- tropezaba con los objetos que estaban en su camino y le salían lágrimas de los ojos-¡Traté de ser fuerte, pero no puedo!-

-¡Anna! ¡Basta! ¡A mí también me duele pero es necesario!- El barco casi terminaba de cruzar Arendelle, el capitán le preguntó a Elsa que si se detenían y ella lo negó- ¡Anna, estarás bien sin mí!-

-¡Eso no es cierto Elsa!- se limpiaba las lágrimas rápidamente- ¡Te necesito a mi lado!-

-¡Anna! ¡Déjala ir!- Kristoff y Olaf estaban corriendo tras Anna en Sven

-¡No la dejaré Kristoff!- le dijo, volteó a ver a Elsa, su voz se oía cortada- ¡Por favor Elsa, no te vayas!-

El capitán detuvo el barco y Elsa corrió con el capitán, Kristoff ya había llegado con Anna, ella estaba jadeando, estaba muy cansada de tanto correr.

-¿Qué hace capitán Pearson? Le dije que no detuviera el barco-

-Yo sé que me lo dijo mi reina, pero era necesario, no baje del barco puesto que es imposible que coloquemos una tabla desde nuestra posición, hable con su hermana-

Elsa se retiró con una sonrisa oculta y se acercó a la orilla del barco

-Anna debo de irme, por favor ve con Kristoff de vuelta al castillo-

Anna soltó a Kristoff y estaba a punto de saltar al agua pero él la detuvo a tiempo

-No quiero Elsa, ya no quiero que vuelvas a alejarte de mí-

-No me iré para siempre Anna, solo me iré unas semanas y regresaré, podrás ir en una semana a Burgess ¿recuerdas?-

-¡Una semana es demasiado tiempo Elsa!-

-¡No lo es Anna!- un marinero estaba limpiando la cubierta, se dirigió a él, que la recibió con un saludó con la mano en la frente- Dígale al capitán que continúe el curso- el marinero corrió a la cabina

-No, por favor Elsa- comenzó a llorar otra vez- Debemos estar juntas-

-Anna debes ser fuerte por mí ¿lo serás?- Elsa comenzó a llorar y el barco comenzó a moverse nuevamente- ¡Anna! ¡No solo es por mí, también es por nuestros padres! ¡¿Lo serás?!-

-¡Sí! ¡Lo seré Elsa!-

Rompió en llanto también, ya no podían escucharse la una a la otra por la distancia, le dijo algo y sonrió en lágrimas despidiéndose con la mano. Elsa logró leer los labios de Anna, se despidió con la mano diciendo

-Hermanas por siempre Anna-

The rise of the Frozen KingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora