Como habíamos comentado, Hans completó su condena de dos años en prisión y fue desterrado de Arendelle con un barco con víveres. No volvió a las Islas del Sur ya que no podría ser rey y sería la burla de su familia. Tras varios días navegando pasó un tiempo en Inglaterra con unas personas que lo refugiaron en una posada, cambió su apariencia quitándose las patillas y cambiándose el cabello de una línea en el centro por el lado izquierdo. Los dueños de la posada estaban en bancarrota por lo tanto no podían seguir atendiendo a Hans y el agradeció su hospitalidad dejando un dije de oro con el emblema de su familia.
-Olviden mi nombre y el regalo que les entrego por su hospitalidad, nunca me vieron, ¿les quedó claro?- Los dueños asintieron con la cabeza- Ahora necesito su ayuda, ¿saben en dónde puedo conseguir un barco?-
El dueño de la posada le dijo que tenía un barco que casi no usaba que podría tomarlo como un intercambio por el dije, Hans aceptó y se dirigió a la dirección del barco. Era pequeño pero lo suficientemente estable para navegar a otro país.
Durante el viaje una tormenta no muy agresiva hizo que Hans se desubicará su objetivo era llegar a España, pero terminó varado en el océano atlántico por varios meses, llegando a Nueva Jersey vivió como cualquier persona en una casa que él había comprado con sus riquezas, impresionantemente vivió un año en Nueva Jersey. Ese año lo vivió trabajando como pescador, del cual ganó suficiente dinero para visitar otros lugares del America pero optó por visitar Burgess. Hans vio que Burgess era un lugar calmado, lleno de alegría puesto que la navidad ya estaba cerca. Se hospedó en un hotel en la habitación más lujosa.
Una mañana Hans salió a la ciudad, estaba cubierto de nieve y eso le traía malos recuerdos sobre su pasado en Arendelle. Durante su caminata por la ciudad vio un puesto de periódicos y entró; estaba lleno de periódicos, se acercó al mostrador y el sujeto que atendía tenía una barba canosa muy larga con unos lentes de botella.
-Me da un periódico por favor-El señor lo miró detenidamente, lo que provocó que repitiera la orden con otras palabras- ¿Podría darme un periódico señor?-
-Claro por supuesto- tomó un periódico y se lo dio- ¿Usted no es de por aquí cierto?-
-No, no lo soy, solo vengo de visita- sintió que alguien lo empujó y un escalofrío recorrió su espalda, volteó a ver quién era y no vio a nadie- Hace mucho frío ¿verdad?-
-Sí de repente la tienda se enfrió un poco-
Hans abrió el periódico que estaba enrollado con una liga y lo abrió, casi se le cae el periódico de las manos por ver la imagen de Elsa en el periódico; pensó que estaba alucinando y parpadeo varias veces pero no era así de verdad era ella. Leyó la noticia y tragó saliva, miró al sujeto del mostrador con el rostro pálido
-¿Se encuentra bien joven?-
Hans enrolló el periódico, volvió a colocar la liga y le sonrió al señor
-Me encuentro bien, gracias por el periódico- Al salir del puesto, se acercó al basurero más cercano y lo tiró- Nos encontraremos nuevamente Elsa y pagarás por lo que me hiciste-
Hans ya en su habitación comenzaba a tener un ataque de ira, comenzó a tirar los muebles por todos lados. Entró a su habitación y abrió todos los cajones de sus buros, estaba buscando algo desesperadamente, toda su ropa volaba por toda la habitación hasta que finalmente sacó un papel viejo y lo miraba con enfado, era el documento que le habían escrito para que no volviera a Arendelle con ciertos términos y condiciones, decía: Por sus crímenes de traición a la Reina Elsa, a la Princesa Anna y el mismo reino de Arendelle queda exiliado del mismo tras haber cumplido su condena en el calabozo y conllevar sus días con orden. Por consecuente sigue siendo un peligro para Arendelle y debe retirarse, le brindaremos víveres y un bote en el cual deberá navegar donde desee sin regresar a Arendelle nuevamente. Responde firmemente Reina Elsa de Arendelle.
Tomó un tintero y una pluma, destrozaba el documento, lo manchaba y gritaba como un demonio que estaba siendo mandado al infierno. Al ver su habitación llena de ropa se durmió en el sillón de su sala porque ya no tenía fuerzas para recoger.
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The rise of the Frozen Kings
Fiksi PenggemarSegunda parte de la película Frozen junto con The rise of the guardians