Capítulo 18

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Emma:

Esa tarde, cuando salí del hospital, Stan tuvo que irse a su casa ya que debía cenar con su tia y Valerie así que, yo me fui a casa con papá.
Avril tenía el turno de noche, lo que significaba que esa noche éramos solo él y yo, como padre e hija que somos.

No me dejó moverme del sofá, me preparó una deliciosa merienda que tenía jugo de naranja y galletitas horneadas.  Luego, más tarde, él se puso a cocinar tacos y mientras cenábamos, reíamos.

-Recuerdo una vez que estábamos en la playa- dijo estallando de la risa- Y había mucha gente, tu estabas jugando con un niño…- decía riéndose- y el niño te quitó tu palita rosa entonces, tu te paraste en pañales, le quitaste tu palita y comenzaste a pegarle al niño…- dijo y yo también me reí.

-¿Es una broma?- pregunté y negó riéndose.

-Desde ese momento supe que eres hija de ____ kilers- dijo riendo y luego se produjo una larga pausa.

-Ya se acabó todo, no pelearemos más- pedí casi que en súplica y me sonrió.

-De acuerdo- dijo feliz y se me quedó mirando- Emma… Necesito que me digas una cosa…

-Lo que sea…- dije mientras me miraba con sus ojos preocupados.

-necesito toda la verdad- dijo firme- De verdad muchas personas me han dicho que…

-¿Crees que tengo problemas psicológicos?- pregunté alzando una ceja.

-Pues, tu abuela estaba loca, ______ lo estaba también… Y tu… No sé que creer de ti… - apreté mis labios apenada ¿Decirle la verdad o no?

-Te diré la verdad…- dije firme y solté todo el aire. Empecé contándole la verdad de cómo conocí a Stan, hasta la noche anterior en la que me drogué como loca.
Le conté sobre el cigarro, el alcohol, Stan, Luke. Cada cosa que le decía, su boca caía un poco más, y su mirada se nublaba, quería callarme para no lastimarlo más, pero era imposible.
Luego de que terminé de hablar, se produjo una larga pausa y dejó sus cubiertos en el plato, muy furioso.

-Lo siento…- dije mirándolo y negó decepcionado- Es solo que a veces me siento perdida y no sé que hacer…

-Callate- pidió y tragué nerviosa.

-A veces creo que estoy loca…- dije mirándolo, intentando de no llorar- Siento que quiero arrancarme la piel, me miro al espejo y veo a mamá y luego me doy cuenta de que soy yo…- dije rápidamente.

-Emma- dijo molesto- Silencio.

-Lo siento, solo que estoy perdida.

-¡Cállate!- me gritó exasperado y no dije nada más- Iré a la cama- dijo suspirando- Lava la vajilla y vete a dormir- dijo amargo y se fue por la puerta de la cocina.
Simplemente le hice caso, intentando de no llorar, lavé los platos y luego fui a su habitación, donde allí, no estaba él.
Me pasé por su oficina donde estaba sentado en su escritorio, dándole la espalda a la puerta, escribiendo algo e intenté quedarme callada, así que, eso hice y salí para ir a mi habitación donde comencé a llorar en silencio, intentando de no sollozar para que no escuche.
Le mandé un mensaje a Stan diciendo que lo necesito, luego otro y otro y otro pero no contestaba así que me rendí y comencé a llorar.  

Luego, Stan contestó pero enseguida me llamó:

-Lo siento, no me dejaban tomar el teléfono ¿Qué sucede?- preguntó del otro lado y yo hablé en un susurro:

-Le dije la verdad a papá, de todo- dije sollozando.

-Eh, no llores- dijo tiernamente- Escucha, tu padre es un tipo razonable, no creo que te haga nada malo- dijo y sonreí.

EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora