3_El Plan Fracasado

124 13 0
                                    


-¿Qué?

Exclamaron los chicos al oír lo que había pasado con nuestra amistad.

-Lo que escuchaste.

Dijo Alya para confirmarlo y yo continúe, como siempre regando mas mi amistad.

-Si, me di cuenta que cambio. Solo es una envidiosa.

La insulte con los brazos cruzados haciéndola enojar por completo.

-¿Envidiosa yo? Tú eres la que cambio.

Me señalo estando muy molesta, dejando a Adrien y a Nino con cara de asombro, sin creer lo que les pasaba. Siempre habían admirado a su amistad, que era hermoso.


Y ahora harían de todo para recuperar esa amistad debí haber valorado eso de parte de Adrien, ahora estoy sola.

-No puedo creer que tengamos que hacer un trabajo con ella.

Me queje mientras caminábamos por la banqueta y Adrien paso su brazo alrededor de mi cuello para tranquilizarme un poco.

-Mira, Marinette. No es tan malo.

¿No es tan malo? Eso hizo ponerme peor que me aleje de él con el ceño fruncido.

-No es tan malo, ¿dices?

Lo agarre del cuello de su camisa estando muy furiosa. -Ella me odia ahora, obviamente es muy malo.

-¿Alguna vez te había dicho que te ves muy linda cuando te enojas?

Intentando que su hermosa novia se tranquilizará. Pero, no lo logro. ¡Él tenía la culpa!

-No creas que olvide que tú fuiste el causante de esto.

Cruce mis brazos y di unos pasos para darle la espalda.

-Por favor, amor.

Me abrazo de lado y me beso en mi cachete izquierdo haciéndome sonreír por dentro porque por fuera era un piedra que se quería alejar.

-Perdóname, es la costumbre. Siempre hacíamos todo juntos.

Al parecer Adrien y Nino se pusieron de acuerdo para juntarnos los cuatro en un equipo para hacer una presentación que saldrá muy mal.

-Si, claro, como no.

Toque el timbre, estábamos exactamente al frente de la cámara de mansión que pronto hizo su aparición.

-¿Por qué tocan y no entran?

Pregunto Nathalie estando un poco cansada de todo esto y se quedo perpleja al vernos así, Adrien no paraba de darme besos por toda la cara, hasta que conteste.

-Al joven Agreste, se le olvidaron las llaves.

Provocando unas risitas del ojiverde que estaba abrazándome. .

-Bien, pasen.

Se abrió la reja de la gran mansión dándonos permiso para pasar.

Al llegar a la entrada Adrien me abrió la puerta, ya casi estando por vencido. -Por favor, Marinette, ya no te enojes conmigo.

Solo me reí al ver su hermoso rostro que estaba algo triste y asentí,

-Esta bien, pero, espérame aquí.

Le di un tierno beso y me aleje, dejándolo con una boba sonrisa de un felizmente chico enamorado.

-Si, aquí estaré.

Amistad RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora