Kagami, no desaprovecho la oportunidad para acercarse a Adrien, no como yo que fui una tonta por tardarme tanto.
Estaba bien, me alegraba verlo con ella, claro si no quería estar conmigo preferiría que estuviera como una chica como Kagami, alguien mejor que yo, que Lila. Y eso me agradaba, aunque también me dolía, me mataba.
Sólo retrocedí al verlos abrazados, no quería que ninguno de los dos me viera en ese estado, pero hubo alguien que si me vio, Chloe.
-¿Qué rayos?- exclamo al verlo con mi otra amiga que habíamos perdido el contacto como todos, los que no querían saber de mi.
-Por favor, no le digas a nadie lo que estaba por hacer.- la jale hacia la pared para no ser vistas por los chicos.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué sucede? ¿No harás algo?
Hablo la sorprendida chica que pensó que no iba a rendirme pero, se equivoco esta vez si iba rendirme.
-No, quiero que sea feliz y si su felicidad es ella por mi esta bien.- le explique sorprendiendo a la rubia que me alejo un poco al calmarse.
-¿Qué pasa si tu eres su felicidad y no Kagami? ¿En serio? ¿Dejaras que se arrepienta como tú lo harás?- insistió con lo mismo que no quería escuchar.
Quería pensar en positivo, quería pensar de que sería muy feliz, que cumpliría todos sus sueños, obtendría una familia y que su única conexión seria que son los héroes de París y que al final, cuando derroten a Howmoth, seria la última vez que se vieran.
-Por favor, déjalo así, quiero pensar de que estará bien.- fue lo único que dije para alejarme.
Igual Chloe y varios amigos de la familia Agreste irían a verlo, para ver como se encontraba el famoso diseñador de París.
El haber tenido un infarto, alerto a todos por ser muy peligroso y ser un hombre un poco joven como para eso, pero también era normal y no querían ser irrespetuosos con los Agreste así que decidieron ir.
Por tal cosa, la familia Bourgeois estaba ahí, junto con la familia Tsurugi, apoyando a Adrien y a su padre que seguía en cama de hospital.
Un poco mas tranquilo por el cual, Adrien por fin pudo pasar a verlo, algo que lo relajo demasiado al ver que estaba bien.
-No te preocupes, Adrien.- acaricio el cabello de su hijo que tenia la cabeza acostada hacia un lado de él.
-¿Estás seguro de que estás bien?- levanto la mirada para verlo una vez más, con un poco de sus ojos cristalinos.
-Si, sólo lo fue por estrés.- explico el hombre que estaba en cama con una sonrisa preocupada.
-¿Entonces? ¿Estarás bien?- volvió a preguntar por estar muy preocupado por su único padre que le quedaba.
-Adrien, tu padre esta bien, no te preocupes.
La asistente del famoso diseñador toco su hombro para alejarlo del hombre y dejarlo descansar.
Luego de que los dos pudieron tranquilizarlo mucho más, se quedo dormido, junto a su padre que no le dio importancia que tuvieran su cabeza recargada en la cama.
Pasaron varias horas por las que Adrien, pudo abrir sus pesados ojos para ver a su padre igualmente dormido. Logrando escuchar unos pasos que se acercaban muy rápidamente a la habitación, lo confundió un poco pero decidió esconderse y no salir.
Si la enfermera le decía que no estaba bien, él quería saberlo y sabía perfectamente que este no se lo diría, así que se escondió detrás de una cortina para pacientes que ponen alrededor de la cama, cuando no querían ser vistos.
-¿Soy yo o estamos jugando sucio?
Se burlo Plagg que estaba susurrando por estar escondido al igual que su portador.
-Por favor, Plagg. No quiero que nos descubran así que guarda silencio.- lo callo amablemente como siempre, esperando oír algo mas.
-¡¿Qué haces aquí?!- se alteró el hombre al despertarse por completo y verla ahí.
-Tenía que hablar con usted.- dijo una voz femenina con mucha seriedad.
Confundiendo un poco a Adrien que estaba ahí, por oír la voz de una chica no tan madura, pero aún así no podía reconocerla aún.
-¿De qué quieres hablar, Lila?
Reveló quien era, sorprendiendo al chico que estaba escondido, era la chica que quería salir con él y que rechazo, pero ¿Qué tenía que hablar con su padre?
-Mire, vengo a pedirle una disculpa yo.. No puedo volverme a ser amiga de Marinette, lo siento. Pero, no puedo, ella me odia.- explico Lila que estaba parada justo al frente de la cama del paciente.
Sorprendiéndolos a los dos que se quedaron sin habla, aunque Adrien estaba mas confundido, por no entender el porque le estaba pidiendo perdón a un hombre que seguro no le interesa.
-Intente acercarme a ella molestando a su ex mejor amiga y no funcionó, sino todo lo contrario, la defendió para ponerse en mi contra.- aclaró dejando en shock al chico detrás de la cortina que no podía creerlo.
¿Marinette? ¿Defendiendo a alguien? ¡¿Su Marinette estaba de regreso?!
Lo pensó fugazmente, para concentrarse a lo que venia.
No podía creer eso que la valiente chica de la que él se enamoro, la que hacia lo correcto siempre, ayudando a los demás sin importar que, comenzó a sospechar de que esa chica estaba de vuelta, y esa chica era yo.
-Lila, sabes que tenemos un trato, tú te hacías amiga de Marinette por haberla separado de Adrien y así hacer que nunca reconcilien.
Le recordó su plan, sin imaginarse que su único hijo se encontraba ahí, escuchando todo, descubriendo el porque me había alejado tanto de mi misma, sino fuera por esos dos jamás hubiera pasado esto.
-¡¿Qué?!- exclamo Adrien para retroceder un pasos y chocar con la pared.
Algo que provocó un poco de ruido pero su Kwami se encargo de callarlo para no ser descubiertos.
El sonido contra la pared fue tan tranquilo que lo ignoraron pensando que fue el aire.
-Señor Agreste, no sé cual es su obsesión con Marinette pero, eso a veces asusta. Y además no creo que sea feliz, últimamente ella esta sola, sus amigos no la quieren ni ver ni en pintura, como también sus padres y siento que eso fue demasiado.- confesó la chica, haciendo sentir mal a Adrien por darse cuenta de lo que estaba pasando.
Se estaba percatando de ello, que lo único que necesitaba era apoyo que nadie me quiso dar.
-¿Tú crees que eso me importa? No importa para nada que este sola. Es mejor para mí, ¿sabes? El ser feliz, el tener amigos no te hace millonario. Créeme si ahora esta sufriendo en un futuro me lo agradecerá.
El insensible de Gabriel reveló el objetivo de su plan contra mi, dándole entender a su hijo el porque su padre le importaba mucho más los negocios que estar con sus seres queridos, le dolía oírlo pero, tenía sentido. Siempre fue muy serio con él y con su madre cuando aun estaba con ellos, le importa mucho más los negocios que a su propia familia, queriendo hacer lo mismo conmigo.
Quería alejar a todos de mi para poder triunfar de la misma manera que él, pero para ¿Qué me serviría cumplir mis sueños sino habían nadie con quien celebrarlos?
Adrien, se estaba dando cuenta de eso y haría de todo para evitarlo antes de que sea demasiado tarde.
ESTÁS LEYENDO
Amistad Rota
RomanceUna hermosa amistad que jamás se imaginaron enojadas, peleadas; ahora lo estaban, por un horrible mal entendido, las mejores amigas de toda la vida se enojaron, rompiendo así con su gran amistad. Alya y Marinette, con una enorme confianza, se saben...