Después de pensarlo, le conteste con el ceño fruncido.
-Tengo que cambiarme.
Fue lo único que dije, para subir a mi habitación.
No iba a pensar ni decir nada sobre eso, era más que obvio que Alya era la culpable de todo y no yo.
Llego la hora del desfile y por alguna extraña razón el señor Agreste estaba mas exigente de lo usual.
-Marinette, ¿ya tienes esto? ¿Y las modelos están listas?
Sabía que él era el experto en esto, pero todo lo que le sugerí que parecía lindo, lo rechazaba y así estresarme.
Sino lo conociera diría que quería hacerme enojar.
-¿Cómo estás, Buggaboo?- Bromeo Adrien al entrar a mi camerino con unas rosas en su mano.
Lo ignore totalmente, mientras me arreglaba un poco en el espejo, era mi gran presentación. Tenía que lucir muy bien y no tenía tiempo que perder con un infiel.
-Mi Lady, ¿puedes mirarme?
Pidió él con un tono más serio al acercarse, sorprendiéndome por ese cambio de comportamiento tan espontáneo.
Así que, lo hice, lo voltee a ver con mucha seriedad.
-¿Qué quieres?
Pregunte al tenerlo frente a frente y él solo sonrió.
-Te ves muy hermosa hoy.
Quiso agarrar mis manos pero me aleje.
Estaba aun muy enojada por su "infidelidad" y no quería saber nada de él, sin estar enterada de que él no tenía nada que ver con lo que en realidad paso.
-No me he hecho nada aun.
Desmintiéndole de su mentira que quiso conquistarme para quitar ese silencio entre nosotros pero no funciono.
-Lo sé, pero lo que quería decir, es que... Siempre estas muy hermosa. Aunque todo el tiempo estés enojada conmigo y... seguramente me odias por lo que crees que te hice, pero sé que hoy es un día muy importante para ti y quería acompañarte a pesar que no quieras que este en él...
Se quedo en silencio por sonrojarse al haber sido abrazado por mi.
Si, lo abrace con una sonrisa, decidí perdonarlo por algo que no hizo.
Lo extrañaba demasiado y tenía que admitir que en verdad me hacía mucha falta, tanto como mi mejor amiga, perdón ex amiga, Alya.
-Gracias, Adrien.
-Marinette, no he dejado de amarte, no lo hecho nunca y jamás lo haré.
Correspondió mi abrazo con una boba sonrisa en su rostro por volver a tener a su Lady en sus brazos.
-También te amo, Adrien.
Tocamos nuestras manos y sonrió por verme así, con un vestido corto con flores pintadas en el, siendo un vestido muy claro y pronto me volvió abrazar para pegarme a él y querer besarme pero, como siempre alguien nos interrumpió.
-Marinette, es hora...
Nathalie, abrió la puerta sin poder creer que Adrien estaba conmigo y que no lo haya sacado a patadas como lo hacia recientemente.
-Está bien, allá voy.
Conteste mirando a mi amor con una sonrisa mientras estábamos tomados de la manos.
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Amistad Rota
RomanceUna hermosa amistad que jamás se imaginaron enojadas, peleadas; ahora lo estaban, por un horrible mal entendido, las mejores amigas de toda la vida se enojaron, rompiendo así con su gran amistad. Alya y Marinette, con una enorme confianza, se saben...