Amistad Rota

8_También Tienes La Culpa

-¿Alya? ¿Qué haces aquí?

Preguntamos los tres al verla, estando muy confundidos por verla ahí.

La morena, estuvo a punto de responder pero fue interrumpida por mi que me puso furiosa.

-¿Qué es lo que quieres ahora?

Pregunte no de un tono muy lindo sorprendiendo a la chica.

-¿Disculpa qué?

Se acerco estando indignada por insinuar que viene solo por molestar.

-Alya, te conozco tan bien que viniste por algo en específico.

Asegure con mucho enojo.

-¿Sabes qué? Si, vine avisarte quien es tu nueva amiga de la que tanto confías.

Al parecer Alya fue de las pocas que vieron que Lila era una hipócrita, por haber querido acercarse a Adrien.

Provocando que Lila se pusiera nerviosa, aunque no estaba ahí presente con nosotros, estaba al tanto de la situación.

Eso hizo que Adrien se estremeciera por tener una idea de que se tratase e igualmente se pusiera nervioso.

Ninguno de los dos, Lila y Adrien querían que hablará, pero la curiosa de Chloe si.

-¿A si? ¿Qué fue lo que Lila hizo ahora?

La rubia hablo y Alya quiso contestar con mucho gusto, pero no lo logro.

-No me interesa saber nada de ti.

Fue lo único que dije para alejarme de los tres chicos que estaban sorprendidos.

-¿A si? Pues no quiero verde llorar por su traición.

Grito la de anteojos caminando de lado contrario, súper furiosa. Cuando pensó que podríamos volver hacer amigas con esto, ahora estaba convencida de no sucedería jamás.

Adrien, giro su mirada hacia su amiga de la infancia, haciendo un pucherito por no haber concluido lo que querían.

-No me mires así, intente ayudarte. ¡Ella no quiere escucharme!

Se altero Chloe por echarle la culpa, según ella, así que le ofreció mas pastel para que se calmará.

-¿Y? ¿Ya estas mejor?

Pregunto su mejor amigo que estaba mirándola como se devoraba su querido pastel.

-¡Ni se te ocurra decirle a alguien!

Ordeno ella con el ceño fruncido y lo señalo con su tenedor, haciendo que este retrocediera.

No quería aceptar que le encantaba un pastel hecho por la chica que se ha llevado muy mal desde niñas.

-No te preocupes, nadie sabrá de esto. Tampoco quiero que lo sepan.

Confesó él, golpeando sus dedos contra la mesa de una manera muy nerviosa.

-No quiero que mi padre se entere de esto.

Sin percatarse de que el nombrado estaba pasando por ahí y no dudo en hacer su aparición al oír su apodo.

-¿Me llamaste, Adrien? ¡Ahhh!

Grito del susto al ver su amado pastel con solo dos pisos.

¿Dónde están los otros tres pisos? ¿En el estómago de Chloe? ¿De Adrien? ¿Nathalie?

Eran chicos, esos tres pisos eran pequeños así que si, se los habían comido sin ninguna preocupación de no engordar.

-¡Papá!