Llegó el día de noche buena , yo cenaba en casa con mi abuela y mi padre, se me hacia duro que mi madre no estuviera allí conmigo.
Por la mañana Madison me llamo al móvil y me dijo que el día de fin de año montaba una fiesta en su casa y que yo estaba invitada , me negué, la verdad que no me apetecía nada y mira que a mi las fiestas me encantaban pero tampoco tenía nada que ponerme.
Por la noche ayudé a mi abuela a preparar la cena mientras mi padre se dedicaba a beber tirado en el sofá. No lo soportaba , se pasaba el día así , mi abuela acabaría muriéndose por su culpa. Cuando terminamos me fui a duchar y a arreglarme un poco. Me puse esto una falda y una camisera de manga larga pero algo corta, me maquillé lo normal , me alisé el pelo y me hice una coleta. En la cena hablábamos poco, tampoco me apetecía mucho.
-¿Vas a salir?-preguntó mi padre.
-No-dije mirando mi plato.
-Con esas pintas tampoco te dejaría salir.
-Deja a tu hija, ya es mayor, deja que disfrute de la vida.
-El no sabe que es eso-dije-Sabes papá, estoy harta, harta de que me digas que tengo que hacer, no quiero crecer y darme cuenta de que he acabando siendo como tu, un borracho que solo le importa él mismo-dejé la servilleta con fuerza sobre la mesa y me levanté
Salí del comedor rápidamente.
-¡Caitlin ni se te ocurra salir de casa!-gritó mi padre
Yo sin pensármelo salí rápidamente de ahí , tan rápido que olvidé coger mi abrigo. Salí de ahí y caminé hasta llegar a la otra calle, estaba nevando y hacía mucho frío. Me senté en el bordillo de la acera y agaché mi cabeza.
(....)
La noche buena la estaba pasando en mi casa con mi primo , mi hermana y mis tíos. Íbamos por el postre pero yo necesitaba fumar , a ellos nunca les ha gustado que fumara delante suyo así que cogí mi abrigo y salí fuera. Estaba nevando, me encantaba la nieve.
Saqué un cigarro de mi pantalón y lo encendí , me apoyé en la puerta de casa y le di una calada al cigarro.
Saqué el humo lentamente por mi boca y empecé a oír unos gritos que provenían de la otra calle. Reconocí las voces y me acerqué a ver que pasaba.
-Caitlin métete en casa ahora mismo si no quieres que te parta la cara-dijo aquel hombre.
-Suéltame papá, no quiero entrar, no tienes derecho a decirme que tengo que hacer-Caitlin intentó soltarse de su padre.
No sabía si ayudarla o quedarme quieto, ayudarla me metería en un lió. Su padre levantó su mano y le golpeo en la cara. Vale , no aguanté eso, me acerqué a ellos y separé a Caitlin de su padre.
-Déjela si no quiere que sea yo el que llame a la policía-dije mirándole.
-Tu, suelta a mi hija-dijo cabreado
Solté a Caitlin y me acerqué a su padre.
-Márchese, y déjela -le miré penetrante.
-No me vas a decir que hago con mi hija, aquí el que sobras eres tu.
Me estaba empezando a cabrear más de lo debido pero tenía que controlarme o esto acabaría mal. Clavé mis ojos en los de ese hombre. El siguió mirándome hasta que no aguantó más y se apartó de mi
-Entra cuando quieras Caintlin-dijo marchándose de allí.
Esperé unos segundos quieto antes de girarme, me giré y la miré. Ella tenía su mano sobre la mejilla golpeada y me miraba. Me acerqué a ella y agarré su mano apartándosela de la mejilla con suavidad, ella al notar el roce de mi mano con la suya pegó un mini bote y me miró.
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I CAN ONLY GIVE U SEX
RomanceEl sexo puede ser mortal si por culpa de el acabas completamente e irrevocablemente enamorado.