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«Hola Javi»

«Al final sí que puedo quedar»

Envié. Mordí mi labio mientras esperaba su contestación.

«¿A las cinco en la cancha?»

Recibí en cuestión de segundos.

«Okey, traigo el balón?»

Apareció que estaba escribiendo.

«No hace falta»

«Pues luego nos vemos»

Escribí para despedirme y me salí del chat. Miré el reloj, tenía una hora y media para que fuese las cinco. Al instante me apareció una notificación de Javi.

«Chao Isa»

Lo dejé en visto y dejé el móvil en la mesa del salón.

Cogí el mando y pulsé el botón, siguiendo la película que estaba viendo hace un rato.


(...)


Me miré una última vez en el espejo, me apreté la coleta y me lavé la cara para salir de mi casa. Me dirigí al lugar de quedada, por lo que estaba viendo no había absolutamente nadie, ni Javi, ni alguien que estuviese jugando. Dejé mi mochila al lado del banco una vez llegué y saqué mi móvil mirando mis redes sociales.


- ¡Buh!- di un brinco del susto y me giré aterrada donde escuché la voz. Me puse una mano en el pecho y suspiré mirando al causante. Él largó una carcajada ante mi respuesta, en cambio, yo lo miré mal

- Idiota, me has asustado- le di un pequeño golpe en el hombro. Él se intentó defender aún riéndose

- Perdona por reírme, pero es que tu cara ha sido espectacular- siguió riéndose él solo. Una pequeña sonrisa se me escapó al ver como tenía las mejillas con un ligero color rojizo mientras se reía

- Que bobo que eres- negué con la cabeza graciosa. Dio una gran bocanada de aire y al parecer se tranquilizó. Dejó la mochila al lado de la mía y sacó el balón

- Ay..- suspiró- Que ataque de risa más tonto- ladeó su cabeza observándome

- Tonto es lo que eres- bromeé. Cogí mi mochila y guardé mi móvil en uno de mis bolsillos. Alcé mi vista y una pequeña risa se me escapó al ver la cara de indignado que tenía

- Que feo que me digas eso- dejó el balón al suelo y se cruzó de brazos mirando a otro lado haciéndose el ofendido. Me levanté y me puse delante suyo, él al instante se volvió a girar dándome la espalda. Inevitablemente, me acerqué a él por detrás y le abracé posando mi cabeza en su espalda

- No te enfades conmigo por fi- hice un puchero aunque él no me pudiese ver.


Mi corazón latió rápido cuando agarró mis manos por encima, y para colmo mis nervios aumentaron sin ninguna razón cuando se dio la vuelta, agarrando mis manos aún y estando a una distancia de lo más corta. Conectamos miradas y mordí mi labio instintivamente al sentir su mirada tan fija en mí. Se acercó a mí y dejó un pequeño beso en mi cabeza. Suspiré ante el pequeño acto que hizo.

Ahora mismo me di cuenta lo alto que era, mi cabeza llegaba hasta su cuello. Me sacaba una cabeza clavado. Él sonrió, contagiándome a mí.

Tenía varias emociones ahora mismo; nervios, al tenerle bastante cerca, y cierta comodidad al estar junto a él. Era algo bastante raro lo que sentía.


Como Estrellas (Bnet) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora