Como Estrellas (Bnet)

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Bufé aburrida mirando el programa que daban en la televisión. Mis amigos de la facultad no salían, así que no me quedó otra opción que avisar a Yerar si salía. Entré en contactos y pulsé la pantalla, sonando unos pitidos de la llamada entrante con él. Al tercer pitido me lo cogió.

- Hola Isa- sonó bastante alegre

- Hola Yerar. ¿Salís hoy?, me aburro y no se qué hacer- me quejé como una niña pequeña, escuchando su risa tras la línea

- Solo salgo yo, los demás no pueden- ladeé la cabeza y suspiré en bajo para que no me escuchase. Me apetecía ver a Javi y no iba a ser posible

- Ven a mi casa y hacemos algo productivo en toda la tarde

- En unos minutos voy- avisó. Asentí aunque no me pudiese ver y puse Netflix

- Chao- me despedí

- Adiós Isa- se escuchó los pitidos a continuación dando por finalizada la llamada

Apagué el móvil y lo dejé en la mesa de enfrente. Me coloqué cómodamente en el sofá y le di play a la serie que dejé de verla durante varios días para retormarla de nuevo.

(...)

- ¡Voy!- alcé la voz al escuchar el timbre sonar. Pausé el capítulo y abrí la puerta encontrándome con Yerar- Hola- saludé de forma alegre. Le abracé y él me dejó un beso en mi cabeza

- Chiquita, que haces- cerré la puerta y le miré

- Ver una serie- fui al sofá y me senté con las piernas subidas al sofá a un lado. Él dejó el abrigo a un lado y se sentó a mi lado

- Bastante productiva tu tarde- largué una carcajada al escuchar las palabras que le dije en la llamada

- Bastante, eh- alcé una ceja graciosa y él negó para después mirar la tele

- ¿Que serie es?- preguntó

- Las chicas del cable- respondí y le miré al ver el gesto de desagrado que había hecho- ¿No te gusta?- cuestioné un poco sorprendida. A mí me encantaba la serie, solo que lo dejé de lado

- No, prefiero mil veces Prison Break- yo me hundí de hombros. No la había visto nunca- ¿La has visto?- negué y me arrebató el mando de mis manos para poner la serie que decía él

- Oyes- me quejé y miré el primer capítulo que estaba ya puesto

- Hazme caso, te va a gustar- vi que lo decía bastante seguro. Yo asentí no muy conforme y miré la pantalla

- Espera- me levanté del sofá y él pausó el capítulo rápidamente- Voy a hacer unas palomitas- largué una carcajada al ver como cambió su cara de uno asustado a otro relajado- Mientras ponla, que la veo desde la cocina- él asintió y le dio play, continuando el capítulo

Saqué un paquete de palomitas de un cajón, y los puse en el microondas con el tiempo exacto que venía en el paquete. En lo que se hacían, me apoyé en la encimera y miré la serie. Sonaba por toda la sala las palomitas que se estaban haciendo, y al segundo sonó el microondas acabando el temporizador que había puesto. Saqué las palomitas con cuidado de no quemarme y los eché en un cuenco. Cogí el cuenco y me senté al lado de Yerar en la misma posición en la que me encontraba antes, puse el cuenco entre los dos, y al instante ya estábamos ambos comiendo mientras mirábamos entretenidamente la serie.

(...)

- Isabel- escuché una voz bastante alejada pero que me sonaba de algo- Isabel- volví a escuchar aquella voz. Sentí como movían mi cuerpo y abrí los ojos al instante. Miré mi alrededor desconcertada y luego miré a Yerar, que este me miraba gracioso. Mis mejillas ardieron, me había quedado dormida viendo la serie apoyada en el chico- Buena siesta- largó una carcajada, yo mordí mi labio avergonzada y miré a otro lado

- Perdona por haberme quedado dormida- reí muerta de la vergüenza y le miré esta vez a él- Al final me acabó aburriendo

- Ya, ya me di cuenta- pasó su brazo por mis hombros y me abrazó a él intentando calmar el momento incómodo que estaba sufriendo. Dejó un beso en mi cabeza y me separé de él en cuanto me relajé

- En fin...- moví mi cabeza ya calmada. Él negó con la cabeza y miró el cuenco ya vacío. Él se comió todas las palomitas, porque yo al final comí al principio y ya luego nada- ¿Y como es que Javi no sale?- pregunté con cierta curiosidad, él se giró a verme con una ceja alzada

- ¿Y esa curiosidad?- preguntó con cierta picardía

- No pongas esa cara que te conozco- le señalé, él se señaló a sí mismo y negó haciéndose el desentendido- Pregunto más que nada porque ayer salió y hoy no. Me parecía extraño, nada más- fruncí un poco el ceño

- Tenía que hacer unas cosas con su hermana. Es lo único que me ha dicho- me contestó

- Con Belén, ¿no?- él me miró confundido y asintió extrañado, poniéndome nerviosa al instante por su cambio repentino

- ¿Cómo sabes que se llama su hermana Belén?- tragué saliva nerviosa. Tenía que inventarme una excusa perfecta para que me creyera y no sacara conclusiones él solo- Que yo sepa no te lo he dicho yo nunca

- Ayer, antes de que llegaras tú aquí. Estuvimos hablando un rato en lo que llegabas y me contó que tenía dos hermanos- sonreí falsamente. Al parecer se creyó la mentira por la cara que tenía. Él asintió finalmente y se puso sus zapatillas que yo ni me había dado cuenta de que se las había quitado

- Me voy a ir yendo, ya se ha hecho de noche- me levanté del sofá y me acerqué a la puerta donde estaba él abrochándose su abrigo

- Nos vemos- le abracé y dejé un beso en su mejilla. Él me sonrió y abrió la puerta de mi casa, quedándome helada por el frío que entraba

- Chao- se despidió con la mano y cerró la puerta

Estornudé y me froté los brazos aumentando un poco el calor corporal. Me había quedado destemplada en escasos segundos.