Epílogo

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Narrador omnisciente



La chica de ojos claros se encontraba guardando las últimas cosas en su maleta, que esta ya se encontraba bastante llena, mientras pensaba de nuevo en aquel chico de pelo castaño; aquel chico que pasaba en su cabeza en cada momento desde que le conoció; aquel chico que se ganó un sitio asegurado en su corazón; aquel chico que a la vez que vino a su vida de manera inesperada, se fue en un abrir y cerrar de ojos por un simple error, por un error que no supo Isabel afrontarlo.

Ella se arrepentía, demasiado. Pero su miedo la venció, y ese fue el detonante de todo.

Desde el día que se enteró Javi de mala manera que Isabel se iba, ella sentía rabia, coraje. La chica no tuvo el suficiente valor para explicarle al chico antes de que se marchara de su casa dando un portazo, todo lo que sucedía, todo lo que iba a pasar en el futuro.

Por otro lado, se encontraba Javier tirado en su cama mientras se fumaba ya el segundo porro seguido. No salía de su habitación para nada, desde que dejó de relacionarse con su chica. Solamente salía de su habitación para hacer sus necesidades o para comer. Apenas mantenía relación con su familia, hablaba lo justo y lo necesario, y su familia sabía perfectamente que lo estaba pasando mal, e intentaban animarle de cualquier manera, pero era en vano, el resultado siempre era el mismo, que el chico terminara de marcharse de nuevo a su habitación donde apenas les dirigía la palabra.

Y al igual que su familia estaban preocupados por Javier, sus amigos lo estaban también. El chico no salió ningún día a la calle, y sus amigos se daban cuenta que entre ellos faltaba alguien, aquella persona que para ellos era un hermano de distinta sangre. Ellos le escribían por mensajes, además de que le llamaban, pero Javier no cogía las llamadas, y solamente escribía el mismo mensaje para responder a todos los mensajes que le ponían sus amigos de si se encontraba bien, un "Estoy bien, no os preocupéis".

Los chicos se dirigían precipitadamente a la casa de Isabel. Ellos sabían que la chica se iba a ir ya a la estación de buses, salía su bus dentro de pocas horas. Querían despedirse de ella en su casa antes de que marchara y desearla lo mejor, porque en la mente de ellos tenían un plan en sus cabezas que rezaban en sus mentes para que saliera bien.

Llamó al timbre Ericko, donde se colocó de nuevo entre los chicos mientras esperaban todos a que la chica, que para ellos se había convertido en alguien muy importante en sus vidas, les abriera la puerta.

Isabel cogió su maleta, y echó un último vistazo a la casa donde había pasado viviendo varios años, además de vivir numerosos momentos que habían sido tanto buenos como malos.

Suspiró una última vez mientras guardaba en su memoria aquella casa, y abrió la puerta la cual habían llamado.


- Hola chicos- saludó Isabel con una sonrisa alegre cuando les vio allá parados a todos con una sonrisa parecida a la de ella. Cuando fijó su vista en cada uno, vio que faltaba el que más quería que estuviese. Ella en el fondo sabía perfectamente que no iba a venir a despedirse, sabía que era tontería ilusionarse por algo que no iba a hacerse realidad


El primero en acercarse a despedirse de ella, fue Minus. Este la acercó a su anatomía para formar un abrazo, el cual el chico le deseaba todo lo mejor para ella. El segundo fue Khail, siguiéndole Ericko, y ya por último Yerar, el cual se encontraba triste por la despedida de su gran amiga. Y al igual que él, Isabel se encontraba en las mismas condiciones, no quería separarse de él, él había sido su consejero, su inicio de todo lo que había pasado desde que se conocieron por primera vez en aquella cancha de baloncesto.

Ambos se acercaron a pasos pequeños uno frente al otro, y con una pequeña sonrisa el cual ambos se entendían perfectamente, se fundieron en un gran abrazo, un abrazo el cual iba a ser el último hasta que el destino les volviera a juntar de nuevo, un abrazo en el cual revivieron ambos recuerdos de todo lo que habían pasado ellos dos juntos, ya sea solos o con los demás chicos. Un abrazo único.

Como Estrellas (Bnet) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora