primer día; conociéndose

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Don't cry, snowman, right
in front of me.

Who will catch your tears if you
can't catch me, darling?


La rubia se sentía feliz, había esperado ansiosamente durante muchos meses esas fechas en las que los pequeños grumos caían del cielo, y pintaban las calles de un hermoso color blanco

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La rubia se sentía feliz, había esperado ansiosamente durante muchos meses esas fechas en las que los pequeños grumos caían del cielo, y pintaban las calles de un hermoso color blanco. Amaba el invierno, amaba la nieve.

La niña se puso su abrigo colorido preferido y un gorro amarillo, ya lista, se fue a pedir permiso para salir de casa, a sus catorce años, tenía permitido salir por algunas horas, pues, el lugar en el que su familia vivía no era del todo peligroso.

ーEstá bien, si no regresas a tiempo, comeremos sin ti. ー Dijo su madre en la cocina.

ーBueno, bueno.

Mary dejó un beso en la mejilla tibia de la adulta y le hizo un gesto de despedida a su padre, el cual seguía insistiendo en que podría armar el árbol de navidad solo, aunque llevaba días diciendo que casi terminaba, aquel árbol no se veía como tal.

Se alejó un par de calles hasta llegar a un pequeño terreno casi despejado, casi, porque entre el césped cubierto de una densa capa blanca, había un muñeco de nieve. Uno muy bien hecho, Saotome pensaría que era un chico, si no fuese porque al acercarse y tocar su pecho, lo sintió frío, al igual que la nieve.

Su forma le parecía curiosa, pero decidió dejarle ser y se marchó a la parte opuesta de donde estaba, tomando dos puños de nieve y empezando a contruir cualquier cosa que su mente quisiese hacer. Mary volvería a su hogar cuando le diese hambre, su madre seguro estaría haciendo papas horneadas con queso, su comida favorita en esas épocas.

...

No sabía el cómo, no sabía el por qué, pero ahí estaba, con sus pies pegados al suelo, con su temperatura baja y con esos caminos de un líquido tibio bajando por sus elaborados ojos celestes, tenía una larga bufanda roja al rededor de su cuello para cubrirse del frío, algo totalmente irónico si se pensaba en el material del que estaba hecho.

¿Qué estaba haciendo? Esas gotas húmedas y cálidas causaban leves deformaciones en sus abultados mofletes. ¿Por qué no se congelaban, por qué no se detenían?

ーNo llores, muñeco de nieve. ー Era tan extraño, esa voz totalmente desconocida había detenido esos líquidos molestos. ¿A qué se debía? ーNo llores frente a mí.

¿Llorar? Al parecer eso hacía, no sabía el concepto de aquello, tampoco sabía si podía preguntar, pero tenía una boca ahí, de color rosa, que le era incapaz de usar.

Su cuerpo comenzó a tambalearse, sus delgadas proporciones le impedían quedar completamente fija, y estando a punto de caer sobre la niña de coletas, ésta se hizo a un lado.

ー¿Quién atrapará tus lágrimas si no puedes atraparme, querido?

Había caído encima de una pila de nieve. Y mientras estaba tirado, la joven se marchó en silencio, sin decir más que esa frase que le dejó confundido.

 Y mientras estaba tirado, la joven se marchó en silencio, sin decir más que esa frase que le dejó confundido

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✧ 𝙨𝙣𝙤𝙬𝙢𝙖𝙣 ; 𝘮𝘦𝘢𝘳𝘪𝘳𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora