'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing
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Cinco días.
Casi una semana ya desde que había conocido a aquel ser tan bello y especial, la niña despertó con una sonrisa, quería verlo otra vez, entonces a su mente llegaron esas imágenes, había sido real, no fue una pesadilla. Él se había ido, no podría volver porque su cuerpo ya no podría ser sólido, era simplemente un líquido vacío.
Lloró un poco, pareciéndose a su amado, probablemente eran tal para cual. Ignoró los llamados de su madre que al verle despierta tan temprano le preguntó el por qué salía, y llena de valor, emprendió su camino. Durante la noche había caído una tormenta de nieve, y actualmente ésta seguía pintando el paisaje, parecía que quería transformar su color rubio a uno más claro, Saotome confiaba en que podría volver a armar al muñeco, o al menos trataría, realmente no quería que él se fuese así.
Ella armaba cosas desde los dos años, su padre decía que tenía un talento especial, inocentemente creía que podría hacerlo.
Sin embargo, Mary en realidad no necesitó hacer nada, no necesitó juntar nieve, o buscar sus ojos, porque cuando llegó, lo vio. Él estaba ahí, en el mismo sitio que los días anteriores, pareciendo que siempre había estado allí.
Sólo que en su rostro no había ningún rastro de lágrimas, era tan curioso ese detalle, pero dejó que pasase nada más, estaba bien. Él lo estaba, con su bufanda, con sus ojos azules claro y aquella bonita sonrisa rosa.
Lo alertó al acercarse más, se sentía sorprendida, y también se sentía feliz de no verlo como un charco.
ーQuiero que sepas que nunca me iré. ー Soltó, abrazándole con suavidad. Era inevitable no sentir frío, pero con las mejillas sonrojadas, se permitió temblar unos segundos más. ーPorque soy la señora nieve hasta que la muerte me congele.
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